Koldo García casi cuadruplicó los ingresos en efectivo tras las adjudicaciones bajo sospecha
Anticorrupción mantiene que el exasesor de Ábalos desvió las mordidas “a cuentas de su entorno familiar” e invirtió en inmuebles. Su hermano multiplicó por 27 los ingresos en metálico
La pista del dinero se ha convertido en la peor pesadilla para Koldo García, antiguo asesor del exministro José Luis Ábalos, y en la mejor arma de los investigadores que lo acorralan por el supuesto cobro de comisiones irregulares mediante la venta de mascarillas en el peor momento de la pandemia. El análisis de las cuentas y propiedades del excolaborador socialista, que se erigió como el hombre de confianza del titular de Transportes durante su etapa en el Gobierno, arroja un “notable” incremento patrimonial en el periodo bajo sospecha —adquirió bienes e inmuebles por más de 1,5 millones de euros, según la Fiscalía Anticorrupción—; y, además, un inusual y “sustancial” aumento del efectivo que movían él y su familia. Tanto, que la Guardia Civil y el ministerio público subrayan reiteradamente lo “llamativas” que son las cifras: García y su pareja multiplicaron casi por cuatro sus ingresos en metálico tras las adjudicaciones bajo sospecha. El hermano del exasesor (también arrestado) y su exesposa, por 27.
Con el apoyo de la Agencia Tributaria, los investigadores han buceado en las cuentas de Koldo García y su círculo más próximo. El escrutinio evidencia cómo, “a partir de marzo de 2020”, justo cuando estalla la crisis sanitaria por el covid y se adjudican los contratos a los empresarios de la trama, se desbocan los “ingresos en efectivo, las transferencias” y el dinero “procedente de préstamos y créditos” del exasesor de Ábalos y de su familia, así cómo su “capacidad de endeudamiento”. Solo las operaciones en efectivo de García y su esposa, Patricia Uriz, también detenida, pasaron de los 27.000 euros en 2017 y los 37.300 euros en 2019 a 75.200 euros en 2020, 95.000 en 2021 y 88.500 en 2022. En total, mediante esta vía, engordaron sus depósitos en 258.759 euros en los tres últimos años analizados por la Fiscalía, que destaca que no se encuentra “justificación alguna” sobre el origen de, al menos, más de la mitad (138.062 euros).
Este sorprendente enriquecimiento se produce pese a que, en ese momento, los ingresos a través de sus nóminas comenzaron a descender de “forma significativa”, según explica el ministerio público. En 2019 y 2020, durante los años en que Koldo García trabajaba para Ábalos en el Ministerio de Transportes, la pareja declaró a Hacienda unas percepciones de unos 140.000 euros anuales. Pero, coincidiendo con la salida del dirigente socialista del Gobierno, esa cantidad cayó hasta los 100.000 euros en 2021; y los 60.000 euros en 2022.
No son los únicos datos que disparan las sospechas. Anticorrupción incide en que, en ese mismo periodo —que coincide con la compra de al menos tres inmuebles y, por tanto, cuando más gastos afrontan—, el matrimonio “cesa su necesidad de realizar retiradas de dinero en efectivo de sus cuentas, lo que denota la posible existencia de otra fuente financiera de origen desconocido”. En esa línea, el sumario subraya que, en una conversación telefónica intervenida entre Koldo García y su esposa, esta le informa de que ha cogido dinero de una caja fuerte. “El análisis económico, patrimonial y financiero pone en evidencia la posible existencia de una fuente desconocida de financiación en efectivo”, remacha el magistrado Ismael Moreno, instructor de la Audiencia Nacional, que mantiene abierta la causa por delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho y tráfico de influencias.
Hay más movimientos financieros que centran los recelos de los investigadores. Entre 2020 y 2022, el matrimonio amortizó cerca de 153.000 euros de préstamos y créditos, una cantidad que casi triplica el importe que abonaron por el mismo concepto durante los tres años anteriores. Estas operaciones se ejecutan cuando la pareja adquiere tres inmuebles en Benidorm (Alicante) por un importe total de 435.000 euros. Sin embargo, la Fiscalía destaca que una de esas viviendas, que pusieron a nombre de la hija de dos años que tienen en común, se pagó sin necesidad de constituir una hipoteca y tras entregar en metálico un 10% de la misma (11.500 euros). El resto (103.500 euros) se cubrió con cuatro cheques que se cargaron en una cuenta abierta a nombre de la menor, que había recibido solo dos días antes de la compra nueve traspasos que elevaron el saldo por encima de los 110.000 euros, suficiente para afrontar el gasto de la adquisición.
Parte de ese dinero venía de dos “supuestos” préstamos del entorno de Koldo García, pero el grueso era una donación de 90.000 euros realizada a su hija por el exasesor de Ábalos y su pareja. La investigación de la Guardia Civil no ha hallado ningún movimiento bancario previo que justifique el origen de ese dinero. Anticorrupción recalca que algunas de las operaciones financieras presentan “una excesiva complicación”, que se interpreta “como una maniobra para tratar de dificultar la trazabilidad [de los fondos]”.
El hermano Joseba
La Fiscalía hace hincapié en que Koldo García desvió las mordidas “a cuentas de su entorno familiar” e invirtió en inmuebles, que puso a nombre de personas de su entorno. Su hermano Joseba, que trabajaba en una empresa pública dependiente del Ministerio del Transporte, fue otro de sus presuntos testaferros. El análisis de sus cuentas refleja un gran crecimiento del dinero que movían. Los ingresos en efectivo de Joseba García y su excuñada apenas eran de 5.000 euros en 2018 y 2019. Pero estas operaciones de metálico se disparan a partir de la pandemia, cuando se adjudican los contratos sospechosos a la compañía Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S. L., epicentro de la trama. En 2020, el hermano y su expareja multiplican sus ingresos en efectivo hasta los 130.652 euros —27 veces más que dos años antes—; hasta los 84.907 euros en 2021; y hasta los 52.215 euros en 2022.
Según los agentes de la Guardia Civil, el origen de la mayor parte de ese dinero es desconocido. El pasado jueves, tras tomar declaración a Koldo García y su hermano, el juez Moreno dejó a ambos en libertad. Al exasesor de Ábalos le impuso medidas cautelares: le obliga a presentarse en el juzgado cada 15 días, le prohíbe salir de España y le ha retirado el pasaporte.
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