_
_
_
_

Extremadura plantea la vuelta de la caza con perros en el parque nacional de Monfragüe

La Junta estudia introducir esta medida en el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión de este medio natural. Agricultura, contra la opinión de los ecologistas, sostiene que es necesaria para controlar ciervos y jabalíes

Parque Nacional de Monfragüe.
Parque Nacional de Monfragüe.MIGUEL ANGEL ESPINO

La política sobre la gestión en el control de animales salvajes de la Junta de Extremadura ha dado un giro de 180 grados desde que María Guardiola tomó posesión como presidenta, desde hace poco más de seis meses. Concretamente, en lo que afecta al Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres). El primer cambio se produjo el pasado septiembre, ya que hasta entonces los cazadores no podían entrar en este lugar y desde entonces se permitió la entrada con algunos condicionantes. Ahora la vuelta de tuerca es otra: el Gobierno de Extremadura se está planteando que los cazadores entren junto con rehalas [un grupo de perros de caza] para que les ayude a capturar a ciervos y jabalíes. Y eso pese a que Teresa Rivera, ministra de Transición Ecológica, haya recordado en más de una ocasión que la ley prohíbe la actividad cinegética en Parques Nacionales, una normativa vigente desde la época de Mariano Rajoy.

En campaña electoral, la presidenta popular lanzaba un órdago al sector cinegético con el compromiso de que iban a volver a cazar en este espacio natural, una promesa que en uno de sus primeros actos como principal responsable autonómica hacía efectiva. En septiembre, en la feria de la caza en Badajoz, la presidenta informó a este colectivo de que la Administración autorizaba labores cinegéticas siempre que fueran sin ánimo de lucro y con el objetivo de controlar a la población de ungulados. Desde el Gobierno extremeño incidían en que con ello la jefa del Ejecutivo extremeño cumplía con uno de los principales compromisos recogidos en el documento ‘Responsabilidad Política por la Caza’ que impulsó la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza).

“El objetivo es conseguir el necesario equilibrio ecológico para evitar daños en la flora y fauna y también para proteger al ganado de los efectos que pueden suponer algunas especies, como los jabalíes, en la sanidad animal, al ser transmisores de enfermedades como la tuberculosis que pueden llegar a constituir un verdadero problema de salud pública”, decía la presidenta Guardiola. Una postura que le supuso una reprimenda por parte del ministerio de Transición Ecológica, que recordó que la ley actual no lo permitía.

Ahora la Junta de Extremadura da un paso más y plantea en el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Monfragüe la utilización de perros sueltos para ayudar a los cazadores a que jabalíes y ciervos salgan de los lugares donde se encuentran escondidos. El PRUG no determina si este uso de perros sueltos se debe hacer en fincas públicas o privadas, ya que dicen desde el Gobierno regional que es algo que debe establecerse en el Plan de Acción Selectiva que se aprobará una vez que esté vigente el nuevo Plan Rector.

La Administración autonómica asegura que apuesta por la actividad cinegética en el Parque Nacional es con fines de control poblacional y por ahora se autorizará en fincas públicas e incide en que este sería el primer paso estratégico para que la caza se convierta en una herramienta de gestión sostenible y conservación efectiva. El Gobierno regional ha asegurado que seguirá escuchando las demandas del sector cinegético y ha explicado que entiende que se quiera extender la actividad a fincas privadas, pero lo conveniente es ir paso a paso. Esta nueva normativa, en todo caso, debe aprobarse, ya que tiene una vigencia de diez años y la actual caduca este mes de febrero.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Hasta la entrada en el Gobierno de la coalición del PP y Vox se había llevado a cabo la captura de especies a través de un contrato con la empresa pública TRAGSA mediante la instalación de jaulas y cercones y el posterior sacrificio selectivo, algo que consideran los dirigentes actuales que no ha sido efectivo. A ello se refería la presidenta de la Junta, María Guardiola, en la Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza Ibérica (FECIEX): “Los controles que se realizan con jaulas selectivas para jabalíes o la creación de pequeños cercones han resultado insuficientes”. Las organizaciones conservacionistas no están de acuerdo con esa afirmación.

SEO BirdLife Extremadura asegura que el porcentaje de éxito con el sistema de capturas ha estado en un 70% en ciervos y en un 90% en jabalíes. Su delegado autonómico, Marcelino Cadalliaguet dice que en dos años no se puede calificar si un método tiene éxito o no, algo que está intentando justificar la administración actual. “El uso de perros de caza para ayudar al control de ciervos y jabalíes no es adecuado porque ya se venía haciendo hasta el año 2022, donde había un acuerdo bajo cuerda con las propiedades privadas para que se llevasen a cabo acciones cinegéticas anuales, nunca se logró controlar a estos animales y es a partir de 2022 cuando en aplicación en la ley de Parque Nacionales se prohíbe todo tipo de acción cinegética y se empiezan a utilizar otro tipo de métodos”, explican desde SEO BirdLife.

La ley dice que las administraciones tienen que intervenir lo mínimo en un Parque Natural. “En este caso hay que hacerlo, ya que es necesario controlar a especies que no tienen a su depredador natural, pero lo que no está justificado es que haya que utilizar las opciones de mayor impacto en la naturaleza como es la suelta de perros, cuando hay otras alternativas como el rececho [una modalidad de caza que se practica a pie e intervienen un único cazador y un guarda] o el aguardo [modalidad practicada por un solo cazador que espera en un puesto fijo a que las piezas de caza mayor se pongan a su alcance] que no es tan invasivo y agresivo”, explica Cardalliaguet. Desde esta asociación creen que estas decisiones denotan un cambio de políticas, volver al estatus anterior de 2022, e incluso abrir la puerta a volver a organizar monterías.

También alertan desde SEO BirdLife que el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Nacional de Monfragüe presentado por la Junta de Extremadura tiene varias carencias, por lo que creen que invalidan el procedimiento. En primer lugar, se presenta un borrador con modificaciones, pero no se detalla, por lo que la información no es clara, como se requiere, y tampoco hay un informe final de seguimiento de una ley que ahora vence, lo cual es necesario. Por último, inciden en que las leyes hay que cumplirlas en todos los casos, no solo cuando conviene y actualmente en los Parques Nacionales no se pueden llevar a cabo acciones cinegéticas. “Lo que tiene que prevalecer por encima de todo es la conservación del Parque Nacional de Monfragüe”, insiste Cardalliaguet. La Junta de Extremadura no ha respondido a una serie de cuestiones planteadas por EL PAÍS sobre este nuevo Plan Rector de Uso y Gestión de Monfragüe.

Por su parte, desde los grupos políticos de la oposición, el PSOE dice que es necesario que los pasos que se den estén supervisados por el órgano competente en Parques Nacionales. “La legislación no permite la caza comercial, es necesario que haya consenso entre todas las partes”, contaba su diputado Valerio Rodríguez.

Mientras, desde Unidas por Extremadura, su portavoz Irene de Miguel considera que estas decisiones corresponden más al lobby cinegético en la región que a medidas científicas de conservación. “A la señora Guardiola se le da muy bien mentir a los extremeños, ella dijo que lo que se planteaba en Monfragüe no era la caza comercial, sino una gestión cinegética y de control poblacional, nos ha demostrado que con esta decisión lo que realmente hay detrás es la caza comercial”, incide De Miguel.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_