Llegan cuatro días de temperaturas primaverales en enero

Este enero, otrora el mes más frío del año, está siendo terroríficamente cálido. De hecho, se pueden contar con los dedos de la mano los días en los que ha hecho frío: unos cuantos días en Reyes y los dos que duró la semana pasada el influjo de la borrasca Juan. En lo que va de mes, el meteorólogo Roberto Granda, de Eltiempo.es, lleva contabilizados más de 50 récords de temperaturas altas, “la inmensa mayoría por mínimas”. Así, la semana pasada Madrid vivió la noche más cálida en enero desde que hay registros, con 11,1°, y Alicante, con 17,5°, y Valencia con 18,1°, y San Sebastián con 17,6°, y Pamplona con 11,8°... Pero, “si la semana pasada las protagonistas fueron las mínimas extraordinariamente altas, esta semana lo más destacable serán las máximas, también extraordinariamente altas”, anuncia Granda.

“Va a hacer mucho calor, no calor como en verano, pero sí mucho calor para ser enero”, puntualiza este experto, que apunta a que los valores más altos, de 24° y 25°, se darán en el sur y en el este, con Murcia rozando los 27° y los 28° en pleno enero. De esta subida potente y generalizada en los termómetros, que comienza este mismo martes, solo se librarán la meseta norte, el bajo Ebro y el Duero “por las nieblas”. “Hasta en Navarra, Asturias y País Vasco se esperan 20°”, ejemplifica el meteorólogo. Pero en el resto del país, las máximas estarán muy por encima de lo normal para esta época del año y, aunque se espera que el fin de semana bajen algo, de momento “no se le ve fin” a este nuevo episodio anómalamente cálido.

Granda explica que se van a batir numerosos récords más, en este caso de máximas, entre los que es muy posible esté el de Madrid, donde nunca había hecho más de 19° en enero y se esperan esos y algo más, Molina de Aragón (Guadalajara) ―uno de los vórtices del triángulo del frío español― con 20°, Teruel con de 22° a 23° y Soria con 20°. Las mínimas, en cambio, van a ser más bajas esta semana que la anterior, ya que al estar los cielos despejados y haber una gran estabilidad, el calor se escapa por la noche. Este calor se va a notar sobre todo “en zonas de alta montaña debido a los procesos de inversión térmica”.

“La anomalía respecto a los valores normales puede llegar a superar los 10° y 12°, una auténtica barbaridad”, advierte este experto. “Y no es que vayan a ser un día o dos, es que desde hoy mismo ya se empiezan a ver anomalías de 10°, y mañana y el jueves y el viernes. Y luego, de momento, las proyecciones indican que seguiremos con calor, no tanto, pero con calor para la época”, avanza Granda. La otra cara de la moneda será la casi total ausencia de agua. “De lluvias, nada, quizá llegue algún frente perdido al Cantábrico con algunas precipitaciones muy débiles”, concreta Granda.

Una dorsal y un anticiclón

Este nuevo “episodio de calor bastante anómalo para las fechas” comenzará este martes, tendrá su pico “entre el jueves y el viernes” y se mantendrá “de forma indefinida”. “Las temperaturas bajarán de cara al fin de semana, pero solo un poco, seguiremos hablando de valores en muchas zonas de 20° y 22°, calor para la época”, matiza Granda. La causa directa es una combinación de dos factores estabilizadores de la atmósfera. Por un lado, una dorsal ―zona de altas presiones en niveles medios y altos de la troposfera asociada a aire cálido que es más propia del verano― “muy robusta y potente, que de hecho va a alcanzar valores de récord probablemente para enero” y un “anticiclón bastante intenso, también en superficie, que no va a ser de récord, pero que va a estar en el rango alto de la climatología”.

Es una situación de calor autóctono, con una atmósfera “muy estable y cálida” a la que no le hace falta el aporte de ninguna masa de aire del Sáhara para producir un reventón de las temperaturas a valores “más propias de abril y de incluso mayo en muchas zonas que de enero”. Por ejemplo, en Madrid hace 19° en la segunda quincena de abril y en Valencia 26º a mediados de mayo y en Cuenca 21º en la segunda quincena de mayo”.

Más allá de las causas directas, Granda señala que “el sospechoso número uno de esta situación es el calentamiento global, a falta de estudios de atribución que lo corroboren”. “La motivación está en los cambios habidos en las corrientes en chorro, la polar y la subtropical, lo que hace que España esté afectada por la corriente subtropical en enero en lugar de la polar que correspondería”, explica.

Así, el año arranca tan cálido como terminó el anterior. Según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), 2023 fue extremadamente cálido y muy seco, tanto que se trató del segundo año más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, tan solo por detrás de 2022, y del sexto más seco. Y, lo que es peor, de momento las previsiones a medio plazo indican que “el patrón se va a mantener por lo menos esta semana y la siguiente”.