La policía ratifica la “negligencia” en el uso de una máquina de chispas como causa del incendio que mató a 13 personas en Murcia

El incendio que el pasado 1 de octubre acabó con la vida de 13 personas en dos discotecas de Murcia fue “de carácter accidental por negligencia”, al hacerse un mal uso de una máquina de fuegos fríos o chispas que originó el fuego en un “único y principal” foco “en el falso techo de la sala Teatre, más concretamente en la zona en la cual se encontraba el escenario donde actuaban los DJ” y la citada máquina. Esas son las principales conclusiones a las que han llegado los miembros de la Sección de Inspecciones Oculares de la Comisaría General de Policía Científica de Madrid que desde el 2 al 11 de octubre inspeccionaron de manera minuciosa las salas Teatre y Fonda Milagos en busca de pruebas sobre el origen y las causas del trágico siniestro.

Este cuerpo ha remitido esta semana al Juzgado Número 3 de Murcia, que tiene abierta una causa por 13 posibles delitos de homicidios imprudentes, un informe en el que detallan todos los indicios recabados y que viene a ratificar las hipótesis otros escritos previos de la Policía Judicial y de los bomberos, que también apuntaban a que el fuego se originó en Teatre, a pesar de que todas las víctimas fallecieron en Fonda Milagros.

El informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, detalla el lamentable estado en que quedaron ambas salas, completamente calcinadas. Por la afectación de los diferentes elementos como techos, columnas o rejas y sus diferentes coloraciones, la policía científica tiene claro que el origen del fuego fue en el falso techo de la discoteca Teatre. Trabajan con la hipótesis de que el fuego “en una primera fase, se desarrolla de manera lenta” dentro de ese falso techo hasta que la “mala unión de los paneles metálicos” que formaban la cubierta de la discoteca con la estructura del edificio facilitó “un aporte de oxígeno que hace que el incendio rompa y se desarrolle de manera más acentuada y virulenta”. En una zona próxima a donde arrancó ese incendio de manera violenta, recoge también el documento, había una puerta que conectaba Teatre y La Fonda Milagros, que fue “la vía por la cual el incendio penetra” en la segunda discoteca, donde se produjeron las muertes. Además, los dos locales estaban separados por una pared de pladur, “construcción poco resistente al fuego”, y que fue devorada por completo por las llamas. Teatre tiene otra sala anexa, la discoteca Golden, que no sufrió los daños del incendio. El informe recoge que en este caso la separación de los locales “se llevó a cabo con un tipo de material ignífugo, lo cual impidió el paso del fuego a este local”.

En cuanto a la causa del fuego, basándose en el estado del cableado de las discotecas, los investigadores descargan un fallo eléctrico y se centran en la máquina de fuegos fríos. Numerosos vídeos y fotografías aportados por personas que estaban en Teatre la noche del incendio muestran cómo las chispas que emitía la máquina incidían directamente en el falso techo de la discoteca, en el mismo sitio que los investigadores consideran que comenzó el fuego. Esas imágenes, recoge el documento policial, corroboran que no se respetaron las indicaciones de seguridad de la máquina, que establecían una distancia mínima de 1,5 metros desde el final de las chispas a cualquier superficie. Además, las sustancias químicas que se emplean para producir los fuegos fríos “reaccionan con agua, produciendo gas hidrógeno extremadamente inflamable”, por lo que no están indicadas para usarse en ambientes húmedos. Sin embargo, durante la fiesta se activaron también máquinas de humo blanco que “necesitan de un ambiente con humedad”. Para la policía, esa circunstancia aumentaba las posibilidades de generar una reacción química y crear “una atmósfera inflamable”.

El informe ratifica también las carencias en materia de seguridad detectadas por los bomberos, que tuvieron que forzar varias puertas con rejas y candados para acceder a Teatre a través de las que debían ser sus salidas de emergencias. Apunta además a posibles irregularidades en la instalación eléctrica a partir de un informe de la compañía suministradora, que indicó que los locales habían tenido un contrato que se dio de baja en agosto de 2015 y, desde mayo de 2016, las salas, que compartían instalación, se encontraban “desconectadas de la red general de distribución”. Los técnicos no detectaron ningún “enganche directo a la red ni derivaciones clandestinas para el suministro eléctrico”, por lo que las discotecas se estarían abasteciendo con generadores propios que los agentes encontraron en el callejón trasero que daba acceso a las salidas de emergencias, y que era prácticamente imposible de recorrer, puesto que que en él se acumulaban enseres de todo tipo.