Detenidos tres adolescentes “yihadistas” con manuales para fabricar el explosivo ‘madre de Satán’

Enaltecían a los grupos yihadistas y sus acciones terroristas, e, incluso, se habían hecho supuestamente con manuales para elaborar Triperóxido de Triacetona (TATP), un potente explosivo de fabricación casera conocido como madre de Satán. Agentes de la Policía Nacional detuvieron en la madrugada del pasado lunes en las provincias de Madrid y Barcelona a tres menores, de entre 15 y 16 años, como presuntos autores de los delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento terrorista por haberse valido de una plataforma digital para difundir mensajes en los que abogaban y justificaban el uso de la violencia contra los no musulmanes, según ha informado el Ministerio del Interior y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. La Policía destaca en una nota que los adolescentes habían mostrado “su intención de cometer una acción contra aquellos que no estuvieran de acuerdo con ellos, considerados por ellos apóstatas”. El pasado noviembre, otros dos adolescentes fueron detenidos en Palma de Mallorca y Plasencia (Cáceres) también por difundir proclamas radicales islamistas en canales de videojuegos frecuentados por jóvenes.

La bautizada Operación Dardasha se inició después de que la policía, durante sus labores de ciberpatrullaje, detectase en redes sociales la existencia de dos chats denominados “Organización Islámica Hispana” e “Islam server”, ubicados en la plataforma Discord, utilizada por jóvenes aficionados a los videojuegos para crear comunidades de usuarios con gustos afines. Ambos chats albergaban ”narrativa y propaganda terrorista yihadista de carácter altamente violento y con clara intención de adoctrinamiento y captación”, según la Fiscalía. Las pesquisas permitieron a los investigadores identificar a las personas que los habían creado y que los nutrían de contenido, que resultaron ser tres “jóvenes estudiantes, menores de edad, altamente radicalizados y con una ideología enteramente compatible con los postulados yihadistas defendidos” por el Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés). “Ante su deseo de cometer una acción y el reparto de tareas que habían iniciado, entre ellas la fabricación de los explosivos, los agentes encargados de la investigación procedieron a su detención”, ha explicado la Policía en una nota. La madre de Satán es la sustancia que había fabricado en grandes cantidades la célula yihadista que cometió los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils y cuyo estallido accidental mató a tres de sus integrantes.

Los arrestados son B. N., de 15 años y domiciliado en Móstoles (Madrid); A. E., de 16 y que se encontraba en el momento de su detención en un centro de acogida del barrio madrileño de Usera; y H. B., también de 16 y residente en Barcelona. En el registro de los domicilios, los agentes ha intervenido “gran cantidad” de equipos electrónico, así como abundante documentación que está siendo analizada. Los tres han sido puestos este martes a disposición del titular el Juzgado Central de Menores, en la Audiencia Nacional, que ha ordenado su ingreso en un centro de régimen cerrado, donde se valorará su evolución dentro de dos meses, a petición de la Fiscalía.

La radicalización de los menores se ha convertido en una importante preocupación de la lucha antiterrorista. El estudio Yihadismo y yihadistas en España: 15 años después del 11-M, publicado en 2019 por el Real Instituto Elcano, ya avanzaba un “incremento” de los yihadistas que habían iniciado su proceso de radicalización en edades tempranas. Según el informe, los islamistas que se habían fanatizado siendo menores de edad suponían el 17% de los detenidos y fallecidos en España entre 2001 y 2011; un porcentaje que ascendió hasta el 25,9% en el periodo comprendido entre 2012 y 2017. En este sentido, los autores del análisis precisaban que justo en 2012 se “constató un especial interés en el adoctrinamiento y la captación de niños y adolescentes por parte de agentes de radicalización yihadista activos en España”.

Tras las detenciones de noviembre, Interior ya alertó de que estos jóvenes creaban sus propios canales de difusión en redes frecuentadas por menores de edad. “La nueva realidad de los nativos digitales radicalizados es uno de los fenómenos emergentes a nivel global en el ámbito del terrorismo”, advertía el Ministerio del Interior. En junio de 2022, ya había sido detenido en Algete (Madrid) un adolescente de 15 años en cuyo poder se encontró una gran cantidad de material propagandístico del Estado Islámico, incluidos vídeos de atentados y manuales sobre cómo elaborar explosivos. El joven, que había comenzado a consumir material yihadista con 12 años, fue condenado por autoadoctrinamiento a permanecer en un centro de menores en régimen cerrado hasta su mayoría de edad, para luego pasar a una situación de libertad vigilada.

Además, la Guardia Civil arrestó el pasado septiembre a una mujer que vivía en Vitoria y que había “adoctrinado” a sus cuatro hijos (todos varones de menos de 12 años), a los que “manipuló” e “imbuyó” en la “ideología” terrorista, y con los que pretendía trasladarse a Irak. Según la Audiencia Nacional, esta presunta yihadista animaba a sus niños a convertirse en “combatientes”, es decir, “en terroristas dispuestos a matar, morir y autoinmolarse”. Esta madre también utilizaba las redes sociales y plataformas en internet para difundir propaganda extremista e intentar captar adeptos.

La detención el pasado lunes de los tres menores se produce en un momento de especial actividad de la lucha antiyihadista. En lo que va de año, la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional ha realizado 23 operaciones en las que se ha detenido a 57 presuntos yihadistas, 39 de ellos en 10 operaciones ejecutadas en los dos últimos meses, tras el estallido del conflicto en Gaza que ha llevado a Interior a reforzar las medidas de seguridad antiterroristas.