Vox acusa al PP de pactar con el PSOE y Sumar su exclusión de las mesas de las comisiones del Congreso

Vox culpa al PP de haberse quedado fuera de las mesas de las comisiones del Congreso y no oculta su irritación por ello. El secretario general del partido ultra, Ignacio Garriga, ha acusado este lunes al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, de no responder a las reiteradas peticiones de su grupo para coordinar una ofensiva contra el Gobierno y, en lugar de eso, “abrazarse al Partido Socialista y a Sumar”. El PP ha acordado con el PSOE presidir 12 comisiones: dos que ya le correspondían como partido mayoritario en el Congreso y otras 10 presidencias logradas mediante el entendimiento con los socialistas, explican fuentes parlamentarias populares.

Ya cuando se constituyó la Mesa del Congreso, el pasado 17 de agosto, Vox acusó al PP de no haberle cedido uno de sus puestos en el órgano de gobierno de la Cámara baja y amagó con no votar la investidura de Feijóo, que acabó siendo fallida pese al apoyo ultra. Ahora Vox se queja de que el PP no le ceda puestos en las mesas de las tres decenas de comisiones que tiene el Congreso, lo que limita su capacidad de maniobra política (son las mesas las que deciden el calendario de reuniones y el orden del día de las mismas) y también sus ingresos: los miembros de las mesas cobran un suplemento que va de los 1.500 euros mensuales del presidente a los 800 de cada secretario. En la pasada legislatura, en la que tenía 19 diputados más que en esta, Vox también se quedó fuera de las mesas de las comisiones, salvo en tres casos: Peticiones, Estatuto del Diputado y Reglamento.

Otras fuentes parlamentarias del PP aseguran que no existe ningún pacto con el PSOE y Sumar para repartirse los puestos en las mesas de las comisiones (“nosotros nos votamos a nosotros mismos”, alegan). Mientras que desde la dirección popular atribuyen la irritación de Vox a una “cuestión de dinero”, en referente al suplemento económico asociado a determinados puestos en las comisiones del Congreso. “Antes de que cobre el suyo, que cobre el mío”, argumentan fuentes de la ejecutiva.

Garriga ha cargado duramente contra el PP, del que ha dicho que “no se entiende que convoque manifestaciones el domingo [en referencia a la protagonizada por Feijóo en el templo de Debod en Madrid] y el lunes pacte con el Partido Socialista y Sumar en el Congreso”. En su opinión, lo sucedido evidencia que Génova “no quiere trabajar de la mano de Vox para parar este golpe de Estado”, como se refiere a la futura ley de amnistía. Por el contrario, desde el entorno de Feijóo censuran que el partido ultra colocase ayer un puesto de información de su brazo sindical, Solidaridad, en el acto organizado por el PP en la capital y que el diputado de Vox José María Figaredo hiciera declaraciones antes de su inicio. “Estamos respondiendo con bastante cortesía a sus provocaciones”, añaden fuentes de la dirección.

“Han alcanzado un acuerdo global para repartirse los cargos. Esto que tanto repiten: ‘Hay un golpe de Estado, seremos la resistencia, presentaremos frente en instituciones, en juzgados, en las calles’, eso lo dijo Feijóo ayer. No se lo creen, llegan a acuerdos y a pactos con los golpistas”, ha abundado este lunes precisamente Figaredo en conferencia de prensa en el Congreso. Pese al mar de fondo, Garriga no ha querido hablar de ruptura de relaciones con el PP, como algún medio había vaticinado, y mucho menos de romper los gobiernos que comparten en cinco comunidades autónomas. Al contrario, Garriga ha asegurado que su partido buscará el entendimiento con los barones regionales del PP y luchará contra el Gobierno de Sánchez desde los gobiernos autonómicos, ya que no es posible el entendimiento con su dirección nacional.

El portavoz del PP, Borja Sémper, se ha referido a las relaciones de su partido con Vox minutos antes de la comparecencia ofrecida por Garriga. “No nos vamos a despistar con los intereses partidistas de otros partidos, tampoco los de Vox. Puedo entender sus circunstancias internas, pero no va a condicionar a nuestra posición política”, ha expresado el vicesecretario en rueda de prensa en la sede nacional de los populares. La confirmación de Sémper como portavoz del PP en el remodelado comité de dirección popular busca abrazar banderas “sociales” de las que se ha “apropiado” la izquierda, según indican otras fuentes de la dirección popular, que mencionan como ejemplo la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

Los nuevos miembros del comité de dirección, que por vez primera tiene más mujeres que hombres, no son meras “incorporaciones”, sino que obedecen a la necesidad de fijar “posiciones políticas”, ha asegurado Sémper. “Nos negamos a que sean patrimonio de la izquierda”, ha añadido. Pero esta estrategia choca con el argumentario defendido por los ultras, con quienes comparten cinco gobiernos autonómicos y los ejecutivos locales de unos 140 ayuntamientos. “Una cosa es la política nacional y otra, los territorios”, contraponen esas fuentes de la dirección popular.

De fondo subyace, además, la pugna entre Feijóo y el presidente de los ultras, Santiago Abascal, por liderar la contestación en la calle contra la amnistía. Abascal no acudió al acto del PP de este domingo, pero sí secundó el del pasado 12 de noviembre en la Puerta del Sol de Madrid convocado por los populares en todas las capitales de España. Y ambos coincidieron el 18 de noviembre en la protesta de Cibeles, también en Madrid, impulsada por un centenar de asociaciones y foros cívicos próximos a la derecha y la ultraderecha, aunque no compartieron foto.