El vicepresidente de Baleares nombró alto cargo a un amigo sabiendo que estaba acusado de agresión sexual

El vicepresidente del gobierno de Baleares, Antoni Costa, del PP, ha reconocido este lunes que fue “un error” nombrar al ex profesor universitario Juan Antonio Serra Ferrer como gerente de la entidad pública de Telecomunicaciones e Innovación de las islas (IBETEC) a sabiendas de que pesaba sobre él una acusación por un presunto delito de agresión sexual. “Confié en su palabra y en la presunción de inocencia, me trasladó en todo momento que lo que se había publicado en prensa era falso”, ha dicho Costa, que ha respondido a la polémica en una rueda de prensa en la que ha tratado de explicar los hechos, con expresión seria y asegurando que “en ningún momento” le comentó la situación a la presidenta balear Marga Prohens.

La polémica estalló tras la revelación de Diario de Mallorca de que la jueza que instruye la causa ha dictado la apertura de juicio oral contra Serra Ferrer por un presunto delito de agresión sexual. La Fiscalía le reclama dos años de cárcel por un presunto delito de agresión sexual y un año de cárcel por un presunto delito de lesiones. Según el escrito de la fiscalía, los hechos se produjeron el sábado 28 de mayo de 2022 en un restaurante del céntrico Paseo Mallorca de Palma, cuando el acusado “con una evidente intención libidinosa” se acercó a la víctima “y la agarró fuertemente de la cabeza, presionando la misma a la altura de las orejas y sienes en sus manos, atrayéndola hacia él para intentar besarla y ante la resistencia procedió a lamerle con su lengua toda la cara, pasando su lengua desde una oreja a la otra, por toda la cara y por la boca”.

Según el relato de la acusación pública, la víctima sufrió cervicalgia y ansiedad como consecuencia de los hechos. Serra Ferrer está acusado también “de propinar un fuerte puñetazo en la parte derecha de la mandíbula” a uno de los agentes de la Policía Nacional que le detuvo cuando intentaba abandonar el lugar de los hechos. Por esta actuación “con intención de menoscabar el principio de autoridad” la acusación particular le solicita cinco años de cárcel, mientras que la fiscalía reclama un año de prisión. La fiscalía pide una indemnización de 2.360 euros para la mujer por las secuelas y de 540 euros para el agente.

Poco más de un año después de lo sucedido, que habían trascendido públicamente puesto que Serra Ferrer fue destituido de su cargo como profesor asociado en la Universidad de las Islas Baleares, el consejero de Economía y Hacienda le nombró gerente del IBETEC tan solo unas semanas después de que el nuevo Gobierno de Marga Prohens echase a andar. El pasado sábado, Día Internacional contra la Violencia sobre la Mujer, el Gobierno de las islas comunicó a través de una nota el cese fulminante de Serra Ferrer, de manera escueta y manifestando el “absoluto rechazo” del Ejecutivo balear “a todas las formas de violencia contra las mujeres” después de que se hiciera pública la apertura de juicio oral.

La tormenta política no ha cesado y Costa ha comparecido este lunes para intentar explicar las razones que le llevaron a nombrar a su amigo, con el que estudió y coincidió como profesor en la universidad, gerente de una empresa pública cuando ya sabía del proceso judicial y desechando la versión relatada por la víctima. “Conocía la decisión que había tomado la universidad. Confié en él, creí en su palabra pero me equivoqué” ha tratado de argumentar la mano derecha de Prohens, apelando a que confió en un “amigo” al que conoce desde hace muchos años y que le había trasladado su convicción de que la causa “se iba a archivar” y no iba a llegar a juicio. “Me equivoqué al confiar en su palabra. A día de hoy la UIB acertó y yo me equivoqué, ésta es la realidad” ha señalado, recalcando que tras las lectura del escrito de la fiscalía descubrió su error “y en cuestión de horas decidí su destitución”.

Costa ha querido salvaguardar y desvincular a la presidenta Prohens de la decisión y ha insistido en que nunca informó a la líder del PP balear de las acusaciones contra Serra Ferrer, subrayando que sólo él conocía la situación, que había sido publicada en prensa en el momento en el que ocurrieron los hechos. El vicepresidente ha insistido en que está a disposición de la presidenta, pero ha rechazado la posibilidad de dimitir por el asunto porque cree que este “error” no justifica su renuncia al puesto: “No considero que deba dimitir, ni voy a dimitir”.

Todos los grupos de la oposición han reclamado la dimisión de Costa. El portavoz del PSIB-PSOE, Iago Negueruela, ha exigido a la presidente Prohens que ofrezca explicaciones públicas sobre lo ocurrido y ha pedido el a Costa que dimita. “Que este gobierno haya contratado a una persona denunciada por agresión sexual y por agresión a un policía es uno de los hechos más graves que podamos conocer” ha señalado Negueruela. A la petición de dimisión se han sumado también los portavoces de Més per Mallorca y de Podemos.