Vox intenta tranquilizar a sus afiliados por el traspaso de millones de euros a la fundación Disenso
El secretario general Ignacio Garriga remite una carta a sus militantes para disipar las sospechas de corrupción
La cúpula de Vox está preocupada por el creciente recelo que entre sus propias bases ha causado conocer los masivos trasvases de dinero (5,8 millones en cuatro años) desde la caja del partido a la fundación Disenso. El propio secretario general, Ignacio Garriga, ha remitido una carta a los afiliados para intentar disipar la sospecha de que Disenso es, como la han calificado algunos exmilitantes, un “fondo de pensiones privado” para el líder del partido, Santiago Abascal, que también la preside.
En su misiva, Garriga califica las informaciones sobre Disenso de “continuadas mentiras”, “manipulaciones veladas y falsas acusaciones que pretenden sembrar la sospecha sobre una fundación”, a la que califica de “punta de lanza” de la “batalla cultural […] contra el comunismo”. Tras justificar su creación con el argumento de que “hay actividades de orden cultural e intelectual, a las que un partido político no puede llegar solo”, invita a los afiliados a conocer la página web de la fundación para saber lo que hace.
Lo sorprendente es que a estas alturas el secretario general de Vox tenga que dirigirse a sus afiliados para explicarles lo que es y para qué sirve una entidad que deberían conocer de sobra (“habrás escuchado hablar de la Fundación Disenso”, les dice al inicio de la carta). El partido la creó en 2020 y, desde entonces, además de la asignación fundacional de 30.000 euros, le ha trasvasado las siguientes cantidades: 370.000 euros (2020), 2,5 millones (2021), 2 millones (2022) y 999.000 euros (2023). Un total de 5.899.000 euros. Según eldiario.es, la cantidad donada este año ascendería a 1,5 millones, aunque en la contabilidad de Disenso solo figura un traspaso de un millón menos un euro en enero.
Las donaciones aparecen en las memorias económicas de Vox, pero estas se presentan a la asamblea general del partido con un año de retraso y se aprueban en bloque, sin que nunca se haya producido un debate ni una explicación detallada, de ahí que muchos afiliados de Vox desconocieran incluso su existencia. Tampoco Garriga en su misiva informa de las cantidades donadas por el partido a la fundación y se limita a señalar que esta última “necesita de unos recursos que desde Vox estamos encantados de compartir como parte de un mismo movimiento social y patriótico”.
Para tratar de disipar cualquier sospecha de corrupción, subraya que Disenso está “sometida a la vigilancia del Tribunal de Cuentas y auditada por equipos independientes”, cumple con sus obligaciones legales y fiscales y “con los mecanismos de rendición de cuentas establecidos” en la legislación sobre partidos. En definitiva, concluye, la entrega de fondos millonarios del partido a la fundación no debe preocupar a sus afiliados porque ambas organizaciones comparten presidente y tesorero y, en definitiva, son lo mismo: “Disenso es Vox”.
Sin embargo, desde el punto de vista legal, eso no es así. Según los estatutos de la fundación, que no figuran en su página web, Santiago Abascal es patrono vitalicio de Disenso a título personal, no como líder de Vox, por lo que seguiría siéndolo aunque dejara la presidencia del partido. Además, son los patronos (alguno de los cuales no era afiliado de Vox), y no el partido, quienes designan por cooptación a los nuevos miembros del patronato. Se da la circunstancia de que, en su programa 100 medidas para España, con el que se presentó el partido en 2018, figuraba la supresión de las subvenciones públicas a partidos, sindicatos y fundaciones ligadas a las formaciones políticas. En su programa actual, Vox aboga por suprimir las subvenciones a partidos y sindicatos, pero no a fundaciones como Disenso.
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