Yolanda Díaz acude a la reunión con Pedro Sánchez para buscar un acuerdo de legislatura con avances sociales

Después de dos meses de discretas reuniones, los socios de la coalición escenifican este miércoles su primer encuentro público para encarrilar un acuerdo de Gobierno que permita avanzar en la agenda social la próxima legislatura. Pedro Sánchez, que el martes era designado por el Rey como candidato a la investidura, no ha esperado ni 24 horas para iniciar la ronda de contactos con los grupos parlamentarios. Sin descuidar el flanco clave con el independentismo catalán, ha decidido inaugurar estas reuniones por la mañana con la líder de Sumar, Yolanda Díaz, reconociéndole un papel preferente en la nueva fase. La vicepresidenta segunda en funciones ha apremiado en las últimas horas a los socialistas a acelerar un pacto que sea “ambicioso” y ha buscado elevar la presión sobre ellos al desvelar algunas de las exigencias programáticas de su plataforma, como la reducción de la jornada laboral o la necesidad de abordar ya la reforma del sistema de financiación autonómica. Fuentes socialistas reconocen su intención de recuperar la cartera de Igualdad, que ha tenido Podemos en esta legislatura, mientras que en Sumar aseguran que la discusión no está ahora en el reparto de competencias.

Las negociaciones entre PSOE y Sumar llevan produciéndose desde el verano. El equipo de Díaz, liderado por el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, trasladó el 28 de julio un primer documento con una propuesta extensa a la delegación encabezada por la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. La respuesta del PSOE, centrado al principio en las conversaciones para la Mesa del Congreso con las fuerzas nacionalistas, no satisfizo entonces las aspiraciones de Sumar, que hizo públicas las discrepancias en agosto y denunció “falta de ambición” por parte de los socialistas. Los últimos tiempos, con el foco puesto en el debate de investidura del popular Alberto Núñez Feijóo, ambos partidos han aprovechado para intercambiar muchos papeles, aunque según subrayó el lunes la vicepresidenta tras reunirse con Felipe VI, el acuerdo “todavía está lejos”. En esas negociaciones participan también por parte de Sumar otras figuras muy cercanas a la titular de Trabajo, como la eurodiputada de Unidas Podemos María Eugenia Rodríguez Palop o el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.

“Confío en que podamos conformar un Gobierno de coalición progresista entre el Partido Socialista y Sumar, para consolidar los avances sociales y civiles que impulsamos durante la pasada legislatura. También, por qué no, para ampliarlos. Es un programa de gobierno el que vamos a presentar comprometido y ambicioso”, quiso enfatizar Sánchez este martes desde La Moncloa después de que Díaz contrapusiera su propuesta con la del socio mayoritario: “Queremos ganar derechos y el PSOE ha dicho que hay que consolidarlos”, había criticado la dirigente desde la sala de prensa del Congreso.

Fuentes socialistas insisten en que ambas formaciones comparten el objetivo común de investir presidente a Pedro Sánchez, un fin que tampoco ha puesto en duda la vicepresidenta, a pesar de que en Sumar indican que no están dispuestos a darle al socio mayoritario del Gobierno un “cheque en blanco”. La sintonía con Díaz es total en este momento, como también lo fue durante la pasada legislatura, recalcan las mismas fuentes, que justifican que lo lógico era empezar las reuniones en el Congreso por Sumar, con quien aspiran a reeditar el Ejecutivo. Sánchez tiene previsto reunirse con todos los grupos parlamentarios, a excepción de Vox. En esos encuentros se citará con los portavoces, no con los líderes de cada formación, salvo en dos casos: el PP, una reunión para la que llamará al propio Feijóo, y Sumar, con Díaz como interlocutora.

Aunque las últimas semanas el debate principal ha girado (y gira aún) en torno a la aprobación de una futura ley de amnistía que permita obtener los votos de los independenistas de Junts y ERC —indispensables para la investidura de Sánchez—, la plataforma de la vicepresidenta ha querido desde el lunes elevar la voz en público para reivindicar su influencia en el programa de un hipotético Gobierno con el PSOE. El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, fue el primero en arrojar algo de luz sobre unas negociaciones y unas propuestas que han permanecido blindadas desde el inicio. Entre las prioridades, el eurodiputado se refirió a la reducción de la jornada laboral, una de las medidas estrella de la campaña y que plantea la limitación a las 37,5 horas semanales durante el primer año de legislatura. Además, enunció que demandan una nueva regulación para el despido, la subida del salario mínimo interprofesional, una ley de cuidados, otra que limite los plazos máximos en las listas de espera de la sanidad pública, la reforma fiscal y la del sistema de financiación autonómica. Esta última es una petición histórica de, entre otras formaciones, Compromís.

En vivienda, Sumar también redobla la apuesta, al defender el control de los alquileres turísticos y que se haga efectivo la regulación de precios en toda España, potestad de cada comunidad autónoma. La intervención sobre la cesta de la compra y la limitación de los márgenes empresariales es otra de las cuestiones en las que el partido de Díaz ha querido hacer énfasis en un momento, además, de enorme carestía de productos básicos como el aceite de oliva.

Recuperar el Ministerio de Igualdad

Aunque oficialmente tanto PSOE como Sumar descartan que la discusión pase ahora por la estructura de Gobierno, es decir, qué ministerios (en caso de lograr investir de nuevo a Sánchez presidente) tendrá el próximo Ejecutivo y cuáles serán los perfiles que los dirijan, fuentes socialistas han reconocido ya su intención de recuperar la cartera de Igualdad, en manos de Podemos esta legislatura y que ha generado grandes tensiones en la coalición y una de las mayores crisis del Ejecutivo, con las rebajas de condena y excarcelaciones a agresores sexuales tras la entrada en vigor de la ley del solo sí es sí. El partido que dirige Ione Belarra ya pidió públicamente hace más de dos semanas que sea Irene Montero, actual ministra en funciones, quien siga a la cabeza de ese departamento los próximos años. Díaz ha evitado en todo momento dar respuesta a esta demanda y en su equipo reiteran que todos los esfuerzos están volcados ahora en la negociación del programa. Unas conversaciones que, con el horizonte del 27 de noviembre como fecha límite para la investidura, los socios buscarán cerrar durante las próximas semanas.