Cae un grupo criminal que iba a asaltar un almacén ilegal de droga y a secuestrar a otro narco
La Policía Nacional y las autoridades francesas detienen a 11 hombres que formaban un peligroso grupo criminal con numerosos antecedentes en el país galo
A simple vista eran unos turistas más en la Costa del Sol. Vivían en un chalé adosado de dos plantas en Mijas, que alquilaron a finales de junio. Durante los meses de julio y agosto salían a la playa, visitaban una piscina o se desplazaban por ocio a municipios cercanos, como la ciudad de Málaga o Marbella. Eran seis hombres de entre 35 y 46 años procedentes de Francia que hacían una vida que no se diferenciaba en nada a la que otros muchos visitantes hacen cada verano en el litoral malagueño. La Policía Nacional, sin embargo, sabía que bajo esa apariencia de normalidad había media docena de miembros de una peligrosa organización criminal con antecedentes de robo con violencia, intento de asalto a un furgón del Banco de Francia y narcotráfico. Lejos de desplazarse a hasta la costa andaluza para descansar, lo habían hecho, presuntamente, para llevar a cabo dos planes: secuestrar a un narco para robarle dinero y mercancía y asaltar una guardería de droga (argot para referirse al lugar donde se almacenan estupefacientes de forma ilegal) en la que otra banda guardaba hachís o cocaína. La operación ha terminado con once personas detenidas entre Málaga y el país galo.
Fueron las autoridades francesas las que a principios de este verano alertaron de la presencia de ocho miembros de una violenta organización criminal gala en Tarragona, donde se habían asentado. Lanzaron una Orden Europea de Investigación y el caso pasó a manos del Grupo II de la sección de Robos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev). Al poco de entrar en la operación observaron que tres de los investigados volvían a tierras francesas mientras otros cinco se trasladaban hasta la Costa del Sol. Allí, cambiaron varias veces de domicilio hasta que se asentaron en una casa adosada de dos plantas en Mijas.
A veces se unía a ellos uno de los que se considera cabecilla de la banda, y que residía en otra vivienda, también en el litoral malagueño, junto a su mujer y su hija. Luego se unió otro compatriota, un fugitivo que estaba en busca y captura por la policía francesa desde 2008 por diversos atracos y delitos violentos. Uno de los destinos frecuentes de este grupo era Puerto Banús. Lo hacían, principalmente, para reunirse con personas dedicadas al mundo del narcotráfico, según apuntan fuentes policiales. Las medidas de vigilancia tecnológicas permitieron conocer que en esos encuentros obtenían información sobre dos de los principales planes que tenían entre manos en Málaga. Por un lado, el secuestro de un narcotraficante al que pretendían robar dinero y mercancía. De hecho, llegaron a poner en marcha sistemas vigilancia para seguirlo y controlar sus movimientos en el entorno del puerto deportivo marbellí. Por otro, también querían asaltar una guardería con droga —se cree que, por el perfil de los narcotraficantes con los que se veían, hachís o cocaína— ubicada también en las cercanías de Marbella y propiedad de otro grupo criminal. Para llevar ambas actividades a buen puerto se habían desplazado a Madrid para robar dos vehículos a los que luego cambiaron las matrículas para que no se detectara que eran sustraídos. Contaban también con una furgoneta.
Quienes les han investigado aseguran que el grupo era “muy peligroso” y que no se andaba con chiquitas, de ahí que sus objetivos fuesen ambiciosos. A finales de agosto las informaciones policiales aseguraban que la banda criminal iba a ejecutar sus planes, pero finalmente varios de los miembros se desplazaron a Francia. “Entendemos que no se fiaban del todo de la información que les estaban facilitando”, explican fuentes del caso. En su país de origen aseguraron que querían volver a la Costa del Sol para volver a intentarlo, pero antes de que pudieran regresar a España las autoridades francesas decidieron explotar la operación y proceder a los arrestos de forma simultánea en ambos países a principios de septiembre. Así, se produjeron nueve detenciones en el suelo galo y otras dos en la provincia de Málaga, correspondientes a dos de los hombres que se habían quedado en la casa de Mijas. Fueron arrestados por los miembros de la UDEV con la colaboración del GOES (Grupo Operativo Especial de Seguridad) ante la peligrosidad de los delincuentes. En la operación también ha participado el Grupo de Atracos de la Comisaría Provincial de Málaga, así como inicialmente la Brigada Judicial de Tarragona.
En el registro de la vivienda mijeña, la Policía Nacional ha intervenido un dispositivo de geolocalización GPS, guantes y pasamontañas, teléfonos móviles y placas de automóvil, así como dos vehículos. A los dos miembros del grupo criminal detenidos en España se los considera presuntos responsables de delitos como tentativa de robo, asociación ilícita, tráfico de drogas, tráfico de armas y blanqueo de capitales. Se encuentran en prisión provisional tras ser puestos a disposición judicial. En Francia los agentes se incautaron de armas de fuego —un kaláshnikov y un arma semiautomática— y cerca de 30 kilógramos de hachís, según han explicado fuentes policiales. A los nueve hombres arrestados en Francia se les imputan los delitos de tentativa de robo, tres delitos de participación en asociación criminal, posesión de armas y tráfico de drogas. Al grupo criminal, formado por hombres de entre 35 y 46 años, también se le imputan varios delitos cometidos con anterioridad, uno de ellos tentativa de robo por el procedimiento del butrón sobre un servicio de transporte y custodia de fondos y valores del Banco de Francia.
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