La policía de Tailandia pide al juez que procese a Daniel Sancho por asesinato premeditado
Continúa la búsqueda de los restos del cirujano colombiano Edwin Arrieta, que el español arrojó al mar desde una canoa
La policía de la isla tailandesa de Phagan ha pedido al juez que lleva el caso de Daniel Sancho, el joven chef español preso por matar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta, que lo juzgue por asesinato premeditado y ocultamiento o robo de cadáver, según ha contado Surapong Thanomjit, máximo responsable policial de la zona. La investigación sigue en marcha para aclarar el móvil del crimen (sexual, económico…), si el hijo del actor Rodolfo Sancho había preparado o no el asesinato y el descuartizamiento de su amigo y, también, para encontrar los restos del cuerpo que el ahora detenido arrojó al mar desde una canoa alquilada, a unos 600 metros de la playa. El joven sigue aislado en prisión, ha pedido contactar con su familia y ha solicitado medicación para el estrés, según ha informado esta mañana TVE.
Sancho ha pasado su segunda noche en la prisión de la isla de Samui, adonde lo ha enviado el juez hasta que llegue el momento del juicio. El acusado sigue en la unidad de enfermería hasta que sobrepase los diez días de cuarentena por protocolo covid. Por eso solo puede ser visitado por su abogado, quien este lunes ya declaró a los periodistas que lo esperaban a la puerta del penal: “Creo que está relajado. Él sabe lo que hizo; le he explicado el proceso […]. Quiere planear cómo vivir aquí dentro”. Sancho ha pedido contactar con su familia, al tiempo que la Embajada de España ha hecho gestiones en la prisión para interesarse por el estado del compatriota.
Los investigadores, en cualquier caso, quieren que Sancho sea juzgado por asesinato premeditado, lo que supondría una pena mayor que si hubiera sido un crimen por arrebato. “Tenemos suficientes evidencias y ahora depende del tribunal empezar el juicio”, dijo Somsak Nurod, jefe de investigación de la comisaría de Koh Phangan a France Presse. Entre ellas, medios tailandeses recuerdan el hecho de que el chef compró cuchillos y productos de limpieza y bolsas de basura pese a estar en una habitación de hotel.
El teniente general Surapong Thanomjit, jefe de la región policial que incluye Koh Phagan, ha declarado al medio local Kohphangannews que todas las pruebas apuntan a que fue un asesinato pensado y programado, a pesar de que Sancho ha declarado que golpeó a Arrieta en un arrebato y la cabeza de este chocó contra la bañera y pereció.
Los investigadores insisten en que Arrieta y Sancho mantenían una relación desde hace al menos un año, y que fue el médico quien pagó los gastos del chef durante los últimos días, incluida una cena entre ambos nada más llegar el colombiano al país. “Lo tenía todo planeado”, insiste la policía tailandesa. Los agentes tienen tres meses para presentar al juez el informe definitivo. “De momento, seguimos comprobando imágenes de cámaras de seguridad y esperamos los resultados de algunas pruebas de ADN. Como el laboratorio está en Bangkok, estamos tardando en recibir algunos resultados”, ha declarado una fuente policial a Efe.
Mientras, continúa el rastreo para intentar recomponer el cadáver descuartizado de Arrieta. De hecho, de momento solo han sido halladas las partes del cuerpo que el acusado confesó haber lanzado a un vertedero, mientras que las que dijo haber arrojado al mar, en una bolsa de lona, aún se están buscando. La policía tiene localizada la canoa con la que el español asegura que se adentró remando en las aguas que circundan la isla para sumergir los trozos. Hasta el momento, se han encontrado siete partes de las quince en las que el cadáver de Arrieta fue desmembrado, según confesó Sancho a la policial durante los interrogatorios. Incluso señaló erróneamente contenedores donde dijo haber arrojado secciones del cuerpo. “Creemos que se pudo equivocar, porque no conoce bien la zona y puede que estuviera desorientado”, ha dicho una fuente policial a la agencia Efe.
La familia del cirujano colombiano, por su lado, ha asegurado que contactó con Sancho al cabo de un par de días sin noticias de Arrieta. “Al no poder contactar con Edwin, me puse a buscarlo y miré las redes sociales. Vi que este chico estaba con él y le escribí. Me respondió que había estado con mi hermano en la playa, pero que le había perdido la pista. Yo le pregunté cómo no había reportado su desaparición a la policía y me respondió: “Me ducho y voy. Es que esto es una locura”, ha declarado Darlin Arrieta, hermana del finado, quien asegura que llevaba 80.000 euros en efectivo.
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