Comienza el ascenso en las temperaturas que desembocará en un “importante episodio cálido”

Cambio de tercio a partir de este jueves, cuando se impondrá el anticiclón, lo que garantiza un tiempo estable, con cielos despejados y temperaturas en progresivo y generalizado ascenso, a lo que se sumará un segundo ingrediente que siempre contribuye a disparar los termómetros en España: la llegada de una masa de aire cálido procedente del norte de África. De momento, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sigue hablando del inicio de un “importante episodio cálido”, sin descartar que, a partir del fin de semana y hasta mediados de la semana que viene, se alcancen los umbrales requeridos para que se convierta en “la primera ola de calor del verano de 2023″, explica Rubén del Campo, portavoz de Aemet. Dos de los criterios están garantizados, el de duración ―tres días o más―, así como el de extensión ―afectará a amplias zonas del país, con especial incidencia en suroeste y el centro―. La duda radica en si la intensidad del calor supera o no el umbral de ola. En todo caso, de acabar siendo una ola, no tendría nada que ver con la de junio del año pasado, que fue la más dura desde que hay registros.

Durante varios días, se superarán los 35° en buena parte del centro y sur de la Península y en áreas del norte y los 40° a 42° en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir, epicentro del episodio. Las noches que también serán muy cálidas y no se bajará de los 20° o 22° en la costa mediterránea y en el interior del centro y sur. Las temperaturas diurnas “estarán entre 5° y 10° por encima de los valores normales” para estas alturas del año.

Este jueves aún quedarán “restos de inestabilidad” en el Cantábrico oriental y el norte de Navarra, donde se esperan tormentas localmente fuertes que pueden ir acompañadas de granizo, aunque “irán a menos a lo largo del día”. De hecho, hay avisos amarillos, el nivel más bajo de una escala de tres, en Aragón, Cataluña, Navarra y País Vasco por el riesgo de que se acumulen de 15 a 20 litros por metro cuadrado en una hora.

En el resto del país, cielos poco nubosos y temperaturas nocturnas “un poco más frescas”, pero con máximas que “subirán en buena parte del país”. “Los termómetros marcarán ya 36° en las horas centrales del día en el Guadalquivir, interior de la Comunidad Valenciana, Murcia y Mallorca”, detalla el meteorólogo.

El viernes “subirán tanto las temperaturas nocturnas como las diurnas, salvo en puntos del área mediterránea, donde bajarán”. Así, Madrid rondará los 33° y en Toledo se alcanzarán los 35°, mientras que Badajoz, Córdoba y Sevilla se acercarán a los 40°. Ese día se activarán los primeros avisos por calor del episodio, que serán amarillos y afectarán a áreas de Andalucía y Extremadura. En Galicia y el litoral cantábrico, las máximas alcanzarán valores superiores a los normales hasta el sábado, cuando podrían superarse los 34°- 36° en zonas del valle del Miño.

El calor arreciará el fin de semana

El fin de semana habrá “un nuevo ascenso generalizado”. El sábado y el domingo subirán las temperaturas, aunque el domingo “es probable que bajen algo en el Cantábrico”. Ambos días se alcanzarán los 35° en la mayor parte del centro y sur de la Península, en amplias zonas del nordeste y de la meseta norte; y los 40° a 42° en el Tajo, Guadiana y Guadalquivir. Por ciudades, hará más de 38° en Valladolid, Zaragoza, Zamora, Lleida y Madrid y 40° en Cáceres, Ciudad Real, Toledo, Jaén y Huelva, una cota que “con bastante probabilidad” se sobrepasará en Sevilla, Córdoba y Badajoz, que podrían rondar los 42° e incluso más. El sábado, último día al que llega el mapa de avisos, la alerta se mantiene en Andalucía y Extremadura y ya es naranja, el segundo escalón, en la campiña cordobesa y sevillana.

Y, cuando caiga el sol, haciendo mucho calor, con noches tropicales ―en las que las mínimas no bajan de 20°― en amplias zonas del centro y sur de la Península, así como a orillas del Mediterráneo, donde se es descartable que en algún punto no se baja incluso de 25°, lo que se conoce como noches tórridas. Esta situación de altas temperaturas continuará “sin grandes variaciones, al menos hasta mediados de la próxima semana”, aunque no se descarta algún chubasco aislado en zonas de montaña por las tardes. A partir ahí, los pronósticos apuntan, con la incertidumbre asociada al mayor plazo de predicción, a un descenso generalizado de las temperaturas, que volverían a valores propios de finales de junio.

En Canarias, los próximos días “soplarán los vientos alisios, con intervalos nubosos en el norte de las islas de mayor relieve y sin descartar alguna llovizna”. A partir del lunes, el archipiélago se sumará a la fiesta nacional del calor con “una importante subida de las temperaturas” y valores que podrían alcanzar o superar los 35°.

Un verano muy cálido y tormentoso

El miércoles comenzó el verano astronómico a 16.58 hora peninsular española y, según las predicciones estacionales, hay bastante probabilidad de sea muy cálido, con las temperaturas muy por encima del promedio normal. De hecho, podría tratarse de uno de los cinco veranos más cálidos de los últimos 25 años, apunta Aemet.

“Pero es posible también que se trate de un verano tormentoso, con las precipitaciones por encima de lo normal”, matiza Del Campo, que dibuja un verano “con periodos marcados por la estabilidad y el calor, interrumpidos por periodos más cortos de un tiempo inestable y con tormentas”. “Esto es algo habitual en la estación estival, pero quizás este año suceda con más frecuencia”, aclara el portavoz de la agencia.