‘Ertzainas’ en pie de guerra: ¿peligra la seguridad del Tour?

Ertzainas en Lucha. El nombre que ha elegido este grupo de agentes de la Ertzaintza para exigir un nuevo convenio con mejoras laborales lo dice todo. Comenzaron organizándose unos pocos a través de un grupo de WhatApp, pero fueron ganando tantos seguidores que formaron un canal de Telegram que agrupa en la actualidad a unos 4.000 agentes. Son cerca de la mitad de la plantilla de la Policía vasca (alrededor de 8.000), se autodenominan “movimiento asindical” y están influyendo decisivamente en las negociaciones que el Departamento vasco de Seguridad mantiene con la unión de centrales que forman Erne, Esan, Euspel y Sipe. Ertzainas en Lucha ha conseguido colapsar el tráfico de las tres capitales, se ha manifestado delante del Parlamento vasco fuera del espacio permitido y mantiene la amenaza de poner en peligro el dispositivo de seguridad durante la salida y el paso del Tour de Francia por Euskadi. “Sin convenio, no hay Tour”, proclaman en sus sonados actos de protesta. En el Gobierno vasco han saltado todas las alarmas. El lehendakari Iñigo Urkullu y el consejero del ramo, Josu Erkoreka, temen que la actuación de este grupo afecte negativamente al desarrollo de la ronda ciclista francesa por tierras vascas y, sobre todo, dañe la imagen del cuerpo.

El Tour transita durante tres etapas por el País Vasco, entre el 1 y el 3 de julio, y obligará a desplegar un dispositivo policial sin precedentes. Cada día participarán 1.700 agentes de la Ertzaintza, además de policías locales, motoristas de la Gendarmería, personal de bomberos, sanitarios... El pelotón pasará por 108 municipios esas tres jornadas y se necesitará vigilancia en 2.190 cruces. Las restricciones de movilidad en calles y carreteras afectarán a la gran mayoría de la ciudadanía. El paso de la carrera ciclista será un gran escaparate internacional para Euskadi.

A menos de tres semanas de que aterrice en Bilbao el pelotón ciclista, el conflicto laboral abierto en la Ertzaintza pone en peligro el plan de seguridad que tiene preparado el Departamento vasco de Seguridad. La irrupción del autodenominado Movimiento Sin Convenio no hay Tour, que ahora ha pasado a llamarse Ertzainas en Lucha, ha hecho saltar por los aires las negociaciones que venían manteniendo los cuatro sindicatos con la jefatura para renovar un convenio aprobado en 2011. Este colectivo “asindical” ha pedido intervenir como “verificadores” en la Mesa 125, como se conoce el foro en el que se acuerdan las condiciones laborales de la plantilla. Demandan un aumento salarial de 1.100 euros al mes para equiparar sus sueldos con los de otras policías locales del País Vasco, además de mejoras en seguridad, formación, dotación de materiales y planes de prevención de riesgos.

Después de 40 reuniones, sigue sin alcanzarse un acuerdo. Los ertzainas han decidido pasar a la acción. En los 41 años de existencia de la Ertzaintza no se había conocido un grado de crispación tan alto. La tensión es máxima. Los agentes despliegan en sus acciones de protesta una pancarta con el lema “Sin convenio regulador digno, no hay tour. 12 años sin convenio. Ertzainas en Lucha”. De esta guisa se plantaron frente al consulado de Francia en Bilbao el pasado 17 de mayo. Fue otro aviso tras la demostración de fuerza que tuvieron unos días antes, cuando más de 2.000 agentes consiguieron colapsar el tráfico en Bilbao. Siguieron con las protestas y provocaron el caos circulatorio en las tres capitales. Días después, un millar de agentes de paisano se presentaron vestidos “de luto” ante la sede donde el Gobierno celebraba su consejo semanal en Busturia (Bizkaia). También se concentraron frente al Parlamento vasco e invadieron el espacio autorizado para impedir el paso del tranvía en Vitoria sin que los ertzainas que estaban de servicio hiciesen nada por impedirlo.

Ante el cariz que estaba tomando la presión de los agentes, el jefe político de la Ertzaintza puso el grito en el cielo tras esta protesta: “Hay motivos para pensar que hubo conductas contrarias al ordenamiento jurídico”, dijo Erkoreka. Su departamento ha abierto un expediente disciplinario. El consejero sostiene que los sindicatos están “atemorizados y atenazados” por las acciones del colectivo Ertzainas en Lucha y se han plegado a sus reivindicaciones. El lehendakari va más allá y advierte de que la Ertzaintza, uno de los símbolos del autogobierno vasco, “no puede permitirse el lujo de perder el respeto de la sociedad a la que se debe”.

La gran preocupación en la Consejería de Seguridad es si las movilizaciones y protestas de los agentes, que hasta ahora están teniendo un seguimiento masivo, se van a trasladar a los días en que el Tour estará en el País Vasco. Los ertzainas más combativos ya han adelantado que tienen la intención de aprovechar la salida de la carrera francesa para defender sus reivindicaciones. Su última protesta para reivindicar mejoras laborales, a la que han asistido más de 500 ertzainas vestidos de blanco, ha consistido en una manifestación este lunes en la explanada del campo de San Mamés, el punto de salida de una marcha cicloturista que discurría por el recorrido de la primera etapa del Tour.

En este pulso, Erkoreka ha realizado varios llamamientos a la calma y pedido a los sindicatos que no se dejen influenciar por el colectivo asindical y acepten recuperar el diálogo en la mesa de negociación. Ha recordado que la mayoría de los agentes del cuerpo tienen un salario de 2.500 euros netos mensuales y que la aprobación en 2021 de la carrera profesional está suponiendo una inversión de 21 millones a repartir entre los 8.000 agentes de la plantilla. Este próximo jueves, los ertzainas en lucha han vuelto a convocar una concentración frente al Parlamento “pero sin molestar al señor Urkullu y Erkoreka, acatando todas sus prohibiciones”, han anunciado a través de las redes sociales.