Inés Arrimadas abandona la política tras la catástrofe de Ciudadanos el 28-M
La diputada no se ha planteado concurrir a las elecciones de julio con el PP y respalda la decisión del partido de no acudir a las generales
Conteniendo las lágrimas, la expresidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha dicho adiós este jueves a 10 años de carrera política. La diputada ha escogido la sala de prensa del Congreso, donde hasta ahora era la portavoz de su partido, para anunciar su marcha y hacer balance de su gestión. “He decidido poner fin a mi etapa política e iniciar una etapa al margen de ella, tras dedicar los mejores años de mi vida a servir a mi país. He tenido errores y aciertos, pero siempre he tomado las decisiones pensando en lo que era mejor para mi país”, ha dicho en una comparecencia sin preguntas. Su salida llega cuatro días después del desastre de CS en las urnas del 28-M, en las que la formación cayó hasta el 1,35% de los votos y no consiguió representación en ninguno de los parlamentos autónomos donde se celebraron elecciones. Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) asumió el liderazgo de Ciudadanos a finales de 2019, tras la dimisión de Albert Rivera y lo mantuvo hasta el pasado enero, cuando Patricia Guasp ganó las primarias.
El comité nacional de Ciudadanos —formado por la dirección y los presidentes autonómicos, además de otros dirigentes como la propia Arrimadas— acordó el martes que Ciudadanos no concurra a las elecciones generales del 23-J. Una estrategia impulsada y apoyada por la propia expresidenta de CS. “Es una decisión que no solo comparto, sino que he defendido. Es una decisión difícil, pero la más responsable para España y la más inteligente para el espacio de centro liberal”, ha aclarado esta mañana.
Tras la rueda de prensa, y visiblemente emocionada, Arrimadas se ha abrazado con los miembros de su equipo. La expresidenta de Ciudadanos decidió hace tiempo abandonar la política —“cansada”, según fuentes de su entorno—, pero el paso a un lado se ha hecho efectivo ahora, después del batacazo en los comicios y ante el adelanto electoral de julio. En abril, ya se abrió la incógnita sobre su futuro al anunciar que ella y su familia se mudaban de Madrid a Jerez de la Frontera (Cádiz), donde residen sus padres. La diputada tiene una excedencia de la empresa en la que trabajaba antes de dar el salto a Cs, y entre las salidas que baraja están la de volver a su antiguo puesto. No obstante, hay otras opciones profesionales abiertas, aunque descansará durante un tiempo.
En su discurso de despedida, Arrimadas ha agradecido a sus compañeros y a su partido el trabajo compartido, y ha mencionado expresamente a Albert Rivera por la “oportunidad” brindada en su andadura política iniciada en Cataluña. Como candidata a las elecciones catalanas de diciembre de 2017, Arrimadas logró que su partido fuese la más fuerza votada, con 37 diputados. Pero no se presentó a la investidura ante la falta de apoyos y se trasladó a Madrid como diputada en el Congreso tras los comicios generales de abril de 2019 como número uno por Barcelona. “Quiero dirigirme a los ciudadanos de Cataluña, a esa tierra donde decidí vivir, afiliarme a Ciudadanos (...) representando al partido que levantó la voz, que rompió el silencio y se enfrentó por primera vez con éxito al régimen nacionalista”, ha subrayado con la voz entrecortada.
Fuentes del equipo de Arrimadas han recalcado que no solo abandona la política, sino que “rechaza ir en las listas del PP”. La exlíder de Cs llamó al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tras el 28-M por teléfono para felicitarlo por el resultado, según fuentes populares. Sin embargo, desde el gabinete de Feijóo niegan que se le haya ofrecido integrarse en las listas del PP al 23-J. “En el pasado sí se le planteó varias veces”, apuntan fuentes de la dirección del PP, que achacan la llamada telefónica a una relación “cordial desde hace muchos años”.
Tras las elecciones andaluzas de junio del año pasado, en las que Ciudadanos pasó de 21 diputados a cero en el Parlamento autónomo en su enésima debacle electoral, Arrimadas aceleró un proceso de refundación del partido, que culminó en enero con la celebración de una asamblea. Una renovación que puso a la formación patas arriba, y provocó el enfrentamiento entre Arrimadas y el portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, por hacerse ambos con el poder orgánico. Finalmente, Arrimadas decidió no concurrir a esas primarias y, en su lugar, cerrar la lista liderada por Patricia Guasp y Adrián Vázquez, cuya candidatura venció a la de Bal. Desde entonces, Guasp y Vázquez llevan las riendas de Ciudadanos e impulsaron, el lunes, la orden de no concurrir el 23 de julio.
Previamente, en enero, Arrimadas ya se había despedido de los cargos y militantes de su partido en la VI Asamblea general de CS, cuando cedió el testigo a Guasp y Vázquez. Con un discurso cargado de autocrítica, asumió su responsabilidad por los malos resultados cosechados durante su mandato, como no había hecho hasta entonces. “Pido perdón por los errores que se hayan podido cometer en esta etapa. Y hablo de mis errores porque, cuando uno asume la presidencia de un partido, sabe perfectamente que los aciertos y los éxitos serán siempre compartidos. Pero los errores tienen que ser asumidos en primera persona. Y así lo hago yo. No he sido capaz de corregir esta situación tan dura, tan complicada. Doy voluntariamente este paso porque creo que este partido va a tener más opciones con una dirección completamente nueva”, reconoció.
Designada como presidenta en marzo de 2020 al vencer en primarias al exvicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, Arrimadas no logró remontar la crisis de Ciudadanos, lastrada desde la debacle electoral del 10 de noviembre de 2019, en los que la formación pasó de 57 a 10 diputados en solo cinco meses, y que derivó en la dimisión de Albert Rivera. Durante el mandato de Arrimadas, Cs continuó sufriendo sucesivos batacazos en las urnas, como en los comicios autonómicos de Madrid, Castilla y León y Andalucía, además de impulsar la fallida moción de censura de Murcia, en marzo de 2021, hundiendo aún más al partido y provocando un tsunami político en el resto de España. Arrimadas no ha pedido hoy el voto para ningún partido, pero sí ha querido lanzar un último mensaje sobre el 23-J: “Las elecciones se celebran en un momento crucial, les deseo mucho acierto a los gobernantes que salgan de esta cita”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.