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La presión de Vox y Ayuso lleva a Feijóo a centrar la campaña electoral del PP en ETA

Senadores populares interpretan que el líder se mueve forzado por la competición con la extrema derecha: “Está obligado a esa dureza para no dejarle espacio a Abascal”

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la sesión de control al Gobierno en el Senado. Foto: CLAUDIO ÁLVAREZ | Vídeo: EPV
Elsa García de Blas

Isabel Díaz Ayuso, lo saben bien en Génova, no se encomienda a nadie. La presidenta de la Comunidad de Madrid no espera a recibir el argumentario de la dirección para valorar cualquier tema, como suelen hacer todos los dirigentes del partido, y tampoco espera a que lo haga el líder del PP. Así que Ayuso y Alberto Núñez Feijóo se pronunciaron este martes a la vez sobre la renuncia de los siete exetarras con delitos de sangre a convertirse en concejales de Bildu, lo que permitió comprobar sus diferencias de enfoque. Mientras la baronesa madrileña dudaba desde el primer momento en que los exmiembros de ETA cumplirían lo prometido ―“¿Qué palabra tiene un asesino?”, se preguntó― el líder del PP celebraba que “la democracia, la dignidad y la decencia de la mayoría de los españoles” se hubieran “impuesto” con esa decisión de Bildu.

Le duró poco a Feijóo la confianza en que los siete candidatos cumplirían lo prometido, y un par de horas después siguió la melodía de Ayuso y reclamó que renunciaran por escrito ante la junta electoral para que no fuera “un engaño más”. Poco a poco, el líder del PP ha ido endureciendo el tono por la polémica de Bildu, que ha convertido en el eje de su discurso durante la campaña, siempre un paso por detrás de Ayuso. A primera hora de la tarde, en el cara a cara que le enfrentó a Pedro Sánchez, Feijóo subió el pistón y terminó acusando al presidente de “ser más generoso con los verdugos que con las víctimas”.

Con ese ataque, el líder del PP evocó el “usted ha traicionado a los muertos” que Mariano Rajoy espetó a José Luis Rodríguez Zapatero en 2005. En un tono inusualmente duro, Feijóo reprochó a Sánchez este martes en el Senado complicidad no solo con Bildu, sino también con la banda terrorista. “Violadores, pederastas, sediciosos, okupas y ahora también los que iban con pasamontañas y pistolas. Para todos ellos es usted una gran esperanza”, le reprochó. Y también: “Usted es una oportunidad para Bildu, Herri Batasuna y Sortu. Yo no lo seré jamás”.

Con el debate sobre si ilegalizar o no a la coalición abertzale, que reclamaron primero su baronesa madrileña y la extrema derecha, a Feijóo le ocurrió algo parecido, y volvió a ir un paso por detrás. Sin llegar a plantearlo, Feijóo sí acabó pidiendo al Gobierno que active a la Fiscalía General del Estado y la Abogacía del Estado para que encuentren un resquicio en la Ley de Partidos o en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) para anular las candidaturas. El líder del PP ha terminado entregado a la línea dura que desde el principio abanderaron Isabel Díaz Ayuso y Vox.

La aspereza extrema de Feijóo con Sánchez en el Senado ―que el presidente también le devolvió con otras acusaciones de calibre grueso― impactó a algunos senadores populares, que interpretaron que el líder del PP no tenía más remedio que ir tan lejos por la presión de los ultras. “Feijóo está obligado a esa dureza para no dejarle espacio a Abascal”, reflexionaba un senador miembro de la dirección a la salida del debate. “Si hay un tema en el que puede ser contundente, es este”.

Otros parlamentarios populares advierten del riesgo de que este marco termine beneficiando a la extrema derecha, como ocurre con otros debates exaltados como el de los indultos a los líderes independentistas catalanes, que al final han inflado a Vox. “Es así, pero ahora estamos en campaña y este tema ha entrado de lleno como marco mental de la campaña, y eso al PSOE le disgusta”, opinaba otro senador popular, que en todo caso anticipa que la polémica de Bildu va a languidecer pronto. “Le queda un par de días, pero Sánchez tiene que sacar algún otro tema que prospere”.

El líder popular pretende mantener la presión a Sánchez “hasta que no renuncien a concurrir los 37 exterroristas restantes de las listas de Bildu”, según su entorno. Es decir, que tratará de alargar la controversia toda la campaña. No es el único subido a ese carro, e Isabel Díaz Ayuso también insistirá en ello desde el País Vasco, a donde se desplaza este sábado para participar en un mitin en Bilbao. Es difícil competir en contundencia con la líder madrileña, siempre un paso por delante.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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