El PP redobla sus críticas al CIS tras arrojar el último barómetro los peores datos para Feijóo en un año

El PP ha intensificado en los últimos días su presión sobre el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), sobre su presidente, el socialista José Félix Tezanos, y sobre el Gobierno y sus socios, exigiéndoles que permitan reformar el funcionamiento y sobre todo la elección del responsable de la institución que realiza desde hace décadas las encuestas oficiales. Esta estrategia se ha incentivado ahora en plena precampaña electoral del 28-M y en un momento en el que el CIS refleja los peores datos para Alberto Núñez Feijóo, en una decena de parámetros, desde que asumió el liderazgo nacional del PP en abril de 2022. El vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, ha sostenido este viernes que este CIS dirigido por Tezanos “es financiación ilegal del PSOE”.

El martes, en el Congreso, el PP retomó una proposición no de ley que ha intentado tramitar en anteriores ocasiones para reformar el CIS, una iniciativa que el propio partido definió como “antiTezanos” porque se centraba en modificar el método de elección del presidente de ese centro, dando más poder al Parlamento frente al modelo actual en el que la designación corresponde al Gobierno. La proposición no prosperó y no la respaldó ni Vox, pese a que la mayoría de los partidos, incluso Unidas Podemos, llevan tiempo cuestionando los trabajos del CIS por su supuesto sesgo favorable al PSOE.

Dos días más tarde, este jueves, el CIS publicó los datos de su barómetro político de abril y en el PP entraron directamente en ebullición. La encuesta ofrecía una estimación de voto para el partido de Feijóo del 26,1%, casi cuatro puntos por debajo del PSOE de Pedro Sánchez y la peor para los populares desde que en abril de 2022 el político gallego asumió el liderazgo nacional de esa formación. No fue el único dato negativo para Feijóo, aunque sí el más evidente y publicitado. En la valoración de líderes políticos, Feijóo retrocedió por primera vez hasta la cuarta posición, con un 4,03: su peor puntuación en este último año. Esas malas perspectivas no se corresponden con las de otros sondeos, como los de 40db para EL PAÍS y la SER, que, aunque perciben un estancamiento del apoyo a Feijóo, le otorgan más estimación de voto que hace un año.

El experto en demoscopia Francisco Camas, director de investigación de opinión pública en IpsosSpain, destaca como preocupante para el PP que en muchas de las respuestas de ese barómetro del CIS no cocinadas, es decir, al margen de los sesgos de estimación que pudiera querer introducir Tezanos, se constata un frenazo del llamado efecto Feijóo que el PP vivió hace un año. Camas ha indagado en los datos internos del trabajo y ha encontrado media docena de parametros que implican consideraciones sobre Feijóo que se encaminan ahora a la baja, y una decena en aspectos que afectan al propio PP.

En la cúpula del PP, uno de los puntos que más estudiaban hasta ahora en todas las encuestas era el que analiza la transferencia de votos entre partidos, para comprobar cuántos electores en su día del PSOE mostraban cierta disposición a cambiar su papeleta en favor de los populares. Esa era la idea por la que se insistió en fomentar el teórico perfil institucional, moderado y transversal de Feijóo y por la que se quiso copiar el modelo de comportamiento político que tanto éxito proporcionó al popular Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía. El PP de Feijóo llegó a acercarse al 10% de esa transferencia de voto procedente del PSOE en algún momento de este último año, pero el sondeo de abril reduce ese posible trasvase al 5,5%.

Desde la llegada de Tezanos —exmiembro de la Ejecutiva del PSOE— a la presidencia del CIS hace casi cinco años, el PP y otros partidos han criticado la mayoría de las proyecciones electorales del instituto oficial, por considerarlas “partidistas o tendenciosas” en favor de Pedro Sánchez. El popular González Pons incidió ayer de nuevo en esa vía de ataque pero la elevó un punto más, acusando al CIS de Tezanos de ser “financiación ilegal del PSOE”, aunque luego matizó que no le estaba achacando un delito sino solo apuntando que trabaja en beneficio de “la propaganda” del líder socialista.

Pons, además, avisó de que, si el PP llega al Gobierno tras las elecciones generales de finales de año, se planteará investigar lo que se ha hecho en el CIS en este lustro, y aventuró que si los errores de pronóstico que atribuyó a ese centro hubiesen ocurrido en cualquier organismo europeo ya se habría creado una comisión de investigación sobre el mismo. En el CIS y en el entorno de Tezanos no sorprendieron esos ataques del PP tras los malos datos registrados por su líder en el barómetro de abril.

Varios expertos consultados por EL PAÍS apuntan que Feijóo no solo retrocede en intención de voto sino que también empeora en otras preguntas, como la referida a quiénes son los políticos que los ciudadanos preferirían como presidente del Gobierno. En abril de 2022, cuando asumió el liderazgo del PP, Feijóo era el preferido por el 16,4% de los encuestados, frente al 22% de Sánchez. Ese verano de 2022 el dirigente popular ascendió hasta el 20,8% y ahora en este último barómetro ha descendido al 15%. Sánchez se quedó en el 22,1%. La valoración política media de Feijóo ha pasado en estos 12 meses del 5,20 en abril de 2022 al 4,28 ahora. En cuanto a la confianza que despierta el líder de la oposición, Feijóo inspiraba mucha o bastante a un 38,7% de los encuestados hace un año y ahora sólo al 26,4%; en abril de 2022, un 55,4% decía que el líder del PP les generaba poca o ninguna confianza, y ahora lo dice el 71,4%.