Nueva subida de las temperaturas con hasta 32° en Sevilla y Badajoz

La normalidad primaveral en los termómetros ha durado apenas dos días. Tras un alivio de apenas 48 horas, el calor vuelve este fin de semana. El nuevo ascenso de las temperaturas comienza este mismo viernes, explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que de este día destaca también vientos fuertes en el noreste y temporal marítimo importante en el Cantábrico, donde pueden caer algunas lluvias, así como en la meseta Norte.

El sábado solo lloverá en las comunidades cantábricas y en los Pirineos, donde podría nevar por encima de los 1.300 metros. Continuarán los fuertes vientos en amplias zonas del norte y este peninsular. Bajarán las temperaturas en el tercio norte, donde será una jornada fresca con 12°/13° en Pamplona y Vitoria, pero continuará la subida en el resto del país, con 23° en Barcelona, 25° en Madrid y el regreso de los más de 30° a Córdoba y Sevilla.

El domingo será una jornada más de tiempo estable, con apenas “cuatro gotas” en el Cantábrico y puntos de los Pirineos, y seguirá el ascenso de las temperaturas, con un día cálido en el oeste peninsular y hasta 32° en Sevilla y Badajoz. La semana que viene, del 17 al 23 de abril, “predominará el tiempo anticiclónico y será más cálida de lo normal”, con unas temperaturas medidas, entre las máximas y las mínimas, entre 3° y 6° por encima de lo normal para estas fechas. Los termómetros solo marcarán lo que deberían en el área mediterránea y Baleares. Las precipitaciones “seguirán siendo escasas en todo el país”, lamenta del portavoz de Aemet.

La sequía se agrava

Ante este panorama, la situación de sequía meteorológica de larga duración, en la que entró España en diciembre tras 36 meses consecutivos con escasas precipitaciones, se agrava. Después del segundo marzo más cálido y más seco del siglo XXI, el comienzo de abril ha sido también muy seco, tanto que “se han recogido de media apenas tres litros por metro cuadrado hasta el día 12, el 12% de lo que sería normal”. Desde el 1 de enero, la cantidad de lluvia acumulada ha sido justo la mitad del promedio normal, 101 litros, pero en zonas del sur y del este de la Península no ha caído ni la cuarta parte de lo esperable. Desde el comienzo del año hidrológico, el 1 de octubre, son 355 litros, un 22% menos.

La previsión es nefasta. “No esperamos una situación meteorológica favorable a lluvias generalizadas y abundantes en los próximos 10 días, ya que solo lloverá en Galicia y en las comunidades cantábricas y Pirineos. Aunque podría caer algo de lluvia en otras zonas de la mitad norte, serán en general pequeñas cantidades”, atisba Rubén del Campo.

Para empezar, el próximo lunes y el martes predominarán los cielos poco nubosos en la mayor parte del país, aunque crecerán nubes de evolución que pueden dejar algún chaparrón por la tarde en el noreste peninsular y Baleares, con una mayor probabilidad en el Pirineo catalán. Las temperaturas “no experimentarán grandes cambios”, aunque pueden bajar ligeramente el martes. Las madrugadas serán algo frías, incluso con heladas débiles en la meseta Norte y páramos del centro, pero el ambiente será templado en las horas centrales del día y algo cálido en el suroeste, con más de 30° en Badajoz, Córdoba y Sevilla.

A partir del miércoles, lo más probable es que continúe el tiempo estable, otra vez con nubes de evolución diurna que, en el noroeste, podrían desembocar en algún chubasco tormentoso. También podría llover desde el viernes en Galicia y las comunidades cantábricas, sin descartar que esas precipitaciones se extiendan de manera débil y dispersa a otros puntos de la mitad norte. “Todo esto acompañado de temperaturas que volverán a subir, otra vez con más de 30° en el Guadalquivir. Un ambiente cálido en la mayor parte de España”, reitera Del Campo. En Canarias, este fin de semana y el lunes habrá cielos poco nubosos y temperaturas en ligero descenso. Desde el martes es posible que aumente la nubosidad en el norte de las islas más montañosas y haya lloviznas.

Con incertidumbre porque aún queda mucho, la última semana del mes, del 24 al 30, pinta mal, ya que podría estar dominada por un ambiente más cálido de lo normal para la época, especialmente en el centro y el oeste de la Península, donde las temperaturas medias seguirán entre 3° y 6° por encina de lo normal. Durante esos días no hay una tendencia clara en cuanto a las precipitaciones.

A largo plazo, parece confirmarse que también este año el verano se ha comido a la primavera en los termómetros. La predicción de Copernicus para el trimestre entre mayo y julio indica que lo más probable es que continúe el tiempo más cálido de lo normal. “Hay entre un 50 y 70% de probabilidades de que así sea, frente a un 10 a un 20% de que se trate de un trimestre más frío de lo normal”, avanza Del Campo.

¿Y el agua? De momento, no se puede determinar si lloverá porque no hay una señal clara. “Habrá que esperar un poco más para ver si llegarán lluvias en mayo o si se tratará, en general, de un trimestre más seco de lo normal”, cuenta el experto, para recordar que “lo que sí suele suceder en España después de mayo es que las precipitaciones son, por regla general, escasas”. “Se pueden producir tormentas fuertes en algunas zonas, incluso acompañadas de granizo, pero no episodios generalizados ni persistentes que ayuden a paliar la sequía meteorológica”. Así, no parece probable, salvo que mayo sea extraordinariamente lluvioso, que España pueda salir de la sequía esta primavera. Es decir, o mayo o nada.