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La nueva directora de la Guardia Civil promete ser “inflexible” con la corrupción en el instituto armado

Mercedes González y Marlaska alaban en sus discursos la labor al frente del cuerpo de la dimitida Gámez, mientras Robles evita mencionarla

Desde la izquierda, la nueva directora de la Guardia Civil, Mercedes González; el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante Teodoro Esteban López; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante la toma de posesión de la primera este martes en Madrid. Foto: EDUARDO PARRA (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV
Óscar López-Fonseca

La nueva directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, ha aprovechado el discurso de su toma de posesión, celebrada este martes en el patio de la sede principal de la institución, para intentar despejar las sombras que se ciernen en los últimos meses sobre el instituto armado por los casos de corrupción que han provocado la imputación de dos generales y por los ataques lanzados por el PP contra su antecesora en el cargo, María Gámez. “Ninguna estrategia política y ningún abuso particular pueden marchar la inmensa limpieza con la que la Guardia Civil afronta cada día su trabajo por España”, ha dicho González, antes de recordar que fue el propio instituto armado, “a través de sus mecanismos internos”, el que permitió destapar los supuestos amaños de los casos Mediador y Cuarteles. “Seremos inflexibles”, ha recalcado. En la misma línea se ha manifestado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien ha insistido en que estos “comportamientos” afectan a un “muy reducido” número de agentes y que el objetivo final es “erradicar” estas conductas delictivas dentro de la institución.

González llega al cargo de directora general de la Guardia Civil tras dos años al frente de la Delegación del Gobierno en Madrid y con un marcado perfil político, tras liderar la federación socialista en la capital y llegar a postularse como candidata del PSOE a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo. Sin embargo, un giro de guion provocado por la renuncia de Gámez el pasado 22 de marzo por la imputación de su marido en un caso de corrupción, la han llevado a asumir la dirección del instituto armado en un momento especialmente delicado, precisamente por las supuestas irregularidades en la adjudicación de contratos destapadas por los casos Mediador y Cuarteles.

En su discurso ―en el que ha recordado a los agentes caídos en la lucha contra ETA, pero también al agente fallecido el pasado sábado durante una prueba ciclista ―, González no ha ocultado su perfil político al comenzar su intervención, agradeciendo su nombramiento al presidente Pedro Sánchez, a quien ha dicho que se encuentra unida por “una relación de lealtad, respeto y consideración, pero también de compañerismo” por “muchos momentos apasionantes” de su “vida política personal”. En el acto estaba, precisamente, Óscar López, mano derecha de Sánchez desde su puesto de director del Gabinete de Presidencia.

La nueva directora general ha tenido palabras de “reconocimiento” para su antecesora, de la que ha destacado que su “honradez y honestidad están muy por encima de cualquier ataque o descrédito”, en referencia a las críticas lanzadas por el PP y otros partidos de la derecha contra ella por el supuesto enriquecimiento inmobiliario de su marido. De hecho, ha asegurado que su intención es seguir la línea marcada por ella, que había puesto el foco en aumentar el número de mujeres en el seno del instituto armado. González ha destacado que el número de agentes féminas había aumentado en 1.800 en los cinco años de Gobierno de Sánchez, hasta representar ya el 9% del total de los 82.000 agentes. Para incrementar aún más este porcentaje, Gámez puso en marcha meses antes de su renuncia la reforma de la ley de personal que pretende facilitar la incorporación de las candidatas al instituto armado al darles preferencias sobre los aspirantes hombres, siempre que, superado el aprobado, la diferencia de puntos entre uno y otro no fuese superior al 15%.

El acto sirvió también para que los ministros de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y Defensa, Margarita Robles, volvieran a escenificar las diferencias que arrastran desde hace tiempo. Así, el primero ha hecho en su discurso una encendida defensa del papel jugado por Gámez, como ya había hecho de manera pública y reiterada tras la dimisión de esta, y ha destacado la “impronta personal” que ha dejado en el instituto armado en los tres años que ha estado al frente del mismo. Robles, sin embargo, no ha mencionado en su alocución. La ministra de Defensa nunca estuvo de acuerdo con el nombramiento de Gámez para dirigir la Guardia Civil, como dejó claro al no asistir entonces a su toma de posesión en un gesto que no pasó inadvertido. En esta ocasión, ha dejado claro que la elección como directora general de González ―de la que ha recordado que se conocen desde hace “muchos años”― sí es de su agrado.

La nueva directora de la Guardia Civil, Mercedes González, durante el acto de toma de posesión celebrada esta martes en la Dirección General de la Guardia Civil.
La nueva directora de la Guardia Civil, Mercedes González, durante el acto de toma de posesión celebrada esta martes en la Dirección General de la Guardia Civil.Eduardo Parra (Europa Press)

Nuevo roce

Grande-Marlaska y Robles llevan tiempo enfrentados precisamente por la gestión de la Guardia Civil, cuerpo policial que depende de ambos ministerios. Los roces provocados por el nombramiento de Gámez ―que supuso la destitución del primer director de la Guardia Civil del gobierno de Sánchez, el magistrado Félix Azón, persona cercana a Robles―, se recrudecieron recientemente por la política a seguir para incrementar la presencia de la mujer en la Guardia Civil.

El pasado diciembre, el Consejo del instituto armado, un órgano consultivo formado por 16 representantes de las asociaciones profesionales de agentes y otros tantos de la Administración, avalaba por un estrecho margen la reforma de la ley de personal que, entre otras novedades, recoge las medidas para facilitar la entrada de las mujeres en la Guardia Civil. El apoyo recabado fue menor del esperado porque, precisamente, los dos representantes de Defensa en este órgano mostraron su oposición a la reforma. Los dos ministros también han mostrado sus diferencias en otros hechos puntuales, como el despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Madrid durante la tormenta Filomena, en enero de 2021.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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