‘Caso Mediador’: la red corrupta que cayó por 2.575 euros
La denuncia por el uso de una tarjeta permitió que la justicia accediese a los móviles con toda la información de la trama
La corrupción no siempre es glamurosa, pero a veces cae en lo chabacano. La operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra la trama del caso Mediador, una red con epicentro en Canarias que se dedicaba a cobrar comisiones a empresarios, principalmente del sector ganadero, ha destapado una de estas últimas. La red, que pedía mordidas a cambio de evitar inspecciones sanitarias, de agilizar y desbloquear expedientes de ayudas europeas o facilitar contratos, ha caído tras una denuncia por estafa de 2.575 euros. Pese a que los dos presuntos cabecillas ―un diputado del PSOE y un general de la Guardia Civil retirado ― percibían sueldos oficiales por encima de los 5.000 euros mensuales, el importe de comisiones que supuestamente recibían quedaban en la mayoría de los casos muy lejos de las cinco cifras y las dádivas iban desde simples quesos a una caja de puros, pasando por la invitación a comidas, viajes, noches de hotel y fiestas con prostitutas.
El personaje clave. El sumario define a Antonio Navarro, el considerado mediador de la trama, como una persona con “profusas habilidades sociales”. Navarro es sobrino de un militante socialista canario ya fallecido, conexión que le facilita la entrada. En el pasado, el mediador ha sido condenado por falsificación de documentos públicos, robo con fuerza, robo con violencia e intimidación, abandono de familia, estafa y conducción sin permiso de conducir. Navarro comienza a mantener contacto en septiembre de 2020 con el que es considerado cabecilla de la trama política, el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni. Fuentes, que ya había ocupado un escaño en el Congreso en dos legislaturas anteriores, vuelve a ser diputado del Congreso de los Diputados, en febrero de 2020, al ocupar el asiento de Elena Máñez, quien pasa a ser consejera de Economía en el Gobierno regional. El puesto que había ocupado el Fuentes Curbelo hasta convertirse en diputado, el de director General de Ganadería de Canarias, lo asume entonces su sobrino Taishet Fuentes, también implicado en la trama. Fuentes Curbelo dejó el escaño el pasado 14 de febrero al destaparse la trama.
La marisquería y el general. Antonio Navarro había conocido al general de la Guardia Civil, Francisco Espinosa, el que al final se convertiría en el segundo cabecilla de la trama, en un restaurante de Valencia en julio de 2020. El guardia civil estaba cenando, entre otras personas, con José Santiago Suárez Esteve, un empresario vinculado al negocio de drones también imputado en la causa. Poco después, el mediador entra en contacto con un segundo empresario, Antonio Bautista, al que la red bautizará como El Curilla, y al que su interés por entrar en la trama lo implicará en el cruce de favores y mordidas.
‘Menú’ de prostitutas. En los meses siguientes, los viajes y encuentros entre los miembros de la trama se suceden con largas veladas. “En estas fiestas ―sostiene el sumario― eran protagonistas el consumo de alcohol, de cocaína, la contratación de prostitutas y el consumo de Viagra”. Las mismas eran sufragadas por los empresarios, que gastaban entre 3.000 y 3.500 euros por noche, aunque alguna se disparó hasta los 11.000. El sumario recoge una conversación vía WhatsApp entre Navarro y Fuentes Curbelo arreglando los detalles para una velada en Madrid.
—¿Qué quieren comer?, pregunta Fuentes Curbelo a Navarro
—Algo por la zona, ¿no? […] ¿Qué dices tú? ¿Qué parking hay cerca del hotel? Porque comer se puede interpretar montón de facetas, comer… Está aquí el hijoputa del Antonio [Bautista], se está riendo. Venga vete diciéndome. Vamos para allá.
—Vente y de aquí salimos.
Navarro le responde entonces con siete fotos de prostitutas. Y en un audio le dice: “El menú para hoy, ¿vale?”
“Chocho volador”. El general Espinosa pidió a uno de los empresarios, a los que recibía en su despacho oficial de la Dirección General de la Guardia Civil, que contratase como comercial, con un sueldo de 3.000 euros al mes, a una mujer con la que supuestamente mantenía una relación sentimental, y a la que el propio alto mando se refería en sus conversaciones por WhatsApp con otros miembros de la trama como “el chocho volador”. Navarro aseguró a la jueza que el general justificó precisamente su intervención en la trama en que “tenía que buscarse un futuro económico porque se iba a jubilar [pasó a retiro en enero de 2021] y tenía que buscar un porvenir” tanto para él como para esta mujer.
Cena socialista en Ramsés. El exdiputado socialista, el mediador y uno de los empresarios cenan en el restaurante Ramsés de Madrid el 21 de octubre de 2020. “Mesa para quince personas”, advierte Navarro ese día en un mensaje de WhatsApp. “Solo personas del partido socialista. No pueden entrar los de Vox, ni Podemos, ni arrastrados catalanes”, bromea.
El quesero. La trama buscaba a empresarios con problemas con la Administración para ofrecerse a solucionárselos. Así, a comienzos de noviembre de 2020, descubren que un quesero canario, Alberto Montesdeoca, ha sido sancionada con 74.099 euros por la dirección general, al frente de la cual está Fuentes Gutiérrez, el sobrino del diputado. Este se lo comunica al mediador, que se ofrece al sancionado para salvarle de la deuda. Dentro de la estrategia, Navarro presenta a Montesdeoca al diputado socialista, el 9 de noviembre en Fuerteventura y, un día después, viaja con el quesero a Madrid para presentarle al general, al que visitan en su despacho oficial.
La ‘tarjetita’. El general Espinosa recibe supuestamente regalos como una caja de puros y quesos, pero él pide también tarjetas prepago, que pueden usarse sin que trascienda la identidad de quien la usa. El 12 de noviembre de 2020, se produce esta conversación entre el alto mando de la Guardia Civil y el mediador.
— Pero yo si trabajo con vosotros y vosotros pensáis que me tenéis que dar algo, pues ya me daréis… […] O me dejas la tarjetita esa de gastos, esa, la buena….
—La de Correos, yo tengo de esas, tengo la tarjeta de correos, no tiene nombre, no tiene nada…
Nervios y facturas. Pese a los pagos a la organización, el quesero Montesdeoca se ve obligado a hacer un pago de 45.755 euros al Fondo Europeo Agrícola de Garantía Agraria (FEAGA). El quesero se pone nervioso y reclama, al menos, que le extiendan facturas por unos 30.000 euros. En las semanas sucesivas, el mediador Navarro sigue reclamando dinero a Montesdeoca.
Nuevo fichaje. El último de los empresarios captados, Raúl Gómez Rojo, entra en contacto con la organización en febrero de 2021 con la intención de instalarse en Canarias con sus negocios en el sector fotovoltaico y conseguir beneficios fiscales a través del diputado Fuentes Curbelo. Tratará, a su vez, de conseguir contratas a través del general.
Fiesta frente al mar. Buena parte de los encausados —Espinosa, Fuentes Gutiérrez, Navarro o el empresario Gómez Rojo, entre otros— celebran una fiesta en febrero de 2021 en el hotel NH Imperial Playa de Las Palmas de Gran Canaria, en la que no falta la cocaína, según las fotos del sumario. La contratación de prostitutas sigue siendo habitual.
Sospechas. El empresario José Santiago Suárez Esteve, al que llaman José Drones, comienza a temer que el dinero que está entregando “no está llegando a buen puerto”, como afirma la investigación, por lo que reclama que le devuelvan el dinero. Esa noche, escribe el siguiente WhatsApp al mediador: “Antonio, te pedí el dinero el jueves por la noche, es domingo y no lo he recibido… No sé qué está pasando, este viaje de cuatro días te he visto una hora, de todo lo que me dijiste que iba a pasar, ayudas, venta de drones, etc, no a [sic] pasado nada, no me hagas pensar mal, los negocios son negocios pero jugar con el pan de mis hijos NO”.
Gestión “complicada”. El sobrino Taishet Fuentes admite a Navarro en marzo de 2021 en un mensaje que “lo de Alberto [Montesdeoca] está muy complicado”. Pese a ello, la organización sigue pidiendo dinero al empresario del queso por sus gestiones.
El principio del fin. El día 11 de mayo de 2021, el empresario Raúl Gómez y el mediador hablan por teléfono. “No, no… Mañana, pues mira, mañana lo dejamos muy clarito, porque estoy hasta los cojones. Horas y horas hablando por teléfono para no sacar nada, así que mañana lo decimos muy clarito”. Por esas fechas, Navarro sigue pidiendo dinero a Montesdeoca hasta que, finalmente, este le escribe un mensaje el 15 de julio de 2021: “Me has engañado. Tengo que devolver todo”.
La denuncia. El entonces consejero de Deportes del Cabildo de Tenerife, Ángel Luis Pérez (PSOE), denuncia a Navarro en diciembre de 2021 por un supuesto uso fraudulento de una tarjeta con varios cargos que suman 2.575 euros. En esta denuncia, llevó a que el mediador tuviese que entregar sus dos móviles, cuyas memorias atesoraban los documentos, fotografías y audios que han destapado una trama de corrupción con muy poco glamur.
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