Feijóo amenaza con actuar contra los dos magistrados al Constitucional propuestos por el Gobierno

La batalla por la justicia que el PP libra contra el Gobierno de Pedro Sánchez apunta a nuevos capítulos. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado su balance de fin de año para amenazar con próximas actuaciones de su partido contra los dos magistrados que el Ejecutivo ha propuesto para el Tribunal Constitucional, los juristas y excargos del Gobierno Laura Díez Bueso y Juan Carlos Campo, a pesar de que el tribunal de garantías les ha dado el plácet por unanimidad este mismo jueves. Feijóo tacha estos dos nombramientos de “escandalosamente partidistas” y ha advertido de que el PP “se reserva todos los derechos para defender la independencia de las instituciones” en el caso de que se confirmen, como así ha ocurrido hoy, aunque no ha desvelado de qué forma pretende actuar contra ellos. El líder de la oposición se ha descargado de toda responsabilidad por el bloqueo en el Poder Judicial y ha retratado al Ejecutivo como “desbordado” ante la situación económica, dejando en el aire el voto de su partido al último decreto con ayudas para mitigar los efectos de la inflación, que en todo caso ve insuficiente.

Feijóo ha centrado su comparecencia en la sede del PP en la calle de Génova en dos asuntos que marcan la agenda política: la crisis institucional y la situación económica, desde un enfoque de confrontación con el Gobierno que no deja vislumbrar ningún acuerdo. Los populares, igual que el Ejecutivo, parecen asumir que los pactos entre los dos grandes partidos son ya imposibles, y Feijóo, aunque sigue insistiendo en que hace falta “sentido de Estado” en España, ha dejado de plantear formalmente ofertas de acuerdos a Sánchez. En su lugar, el jefe de los conservadores ha amenazado hoy con nuevas maniobras contra la renovación de los órganos judiciales, que avanza a trompicones por el bloqueo del PP.

Feijóo pone el foco en los dos magistrados para el Constitucional propuestos por el Gobierno, el exministro Campo y la exalto cargo de La Moncloa Díez Bueso. “Espero que el Gobierno retire a esos dos candidatos obscenamente partidistas”, ha exigido hoy. O de lo contrario, ha avisado, el PP actuará. “En el caso de que sigamos observando que estos dos nombramientos escandalosamente partidistas en el Tribunal Constitucional se consoliden y se confirmen, nos reservamos todos los derechos para defender la independencia de las instituciones y para defender nuestra postura de regeneración institucional”, ha advertido, sin aclarar qué vía utilizará. Fuentes del partido han precisado después que una de las vías posibles es denunciar estos nombramientos en Bruselas, pero también hay vías jurídicas porque el acto de nombramiento es un acto administrativo y, por tanto, recurrible. Además, el PP puede utilizar la fórmula de la recusación para apartar a estos dos magistrados de las deliberaciones sobre leyes del Gobierno de Pedro Sánchez, varias de las cuales ―como la ley del Solo sí es sí, la de la eutanasia o la de educación― han sido recurridas por la derecha ante el Constitucional.

Feijóo evita la autocrítica en la crisis institucional y descarga toda la responsabilidad en el Gobierno, “que no ha querido entenderse con la alternativa”, al tiempo que acusa al Ejecutivo de querer “controlar el Tribunal Constitucional”. Los populares tratan ahora de impedir que el magistrado Cándido Conde-Pumpido se convierta en el nuevo presidente del tribunal de garantías, pero Feijóo ha evitado pronunciarse expresamente sobre su rechazo, que sí ha deslizado. “Evidentemente, hay candidatos que han tenido vinculaciones políticas en anteriores empleos, sí”, ha sugerido sobre Conde-Pumpido, “pero es el Tribunal Constitucional el que tiene que decidir quién es la persona adecuada para presidirlo”.

El PP presentará en enero un plan de regeneración institucional que ha elaborado el vicesecretario Esteban González Pons, mientras mantiene su negativa a renovar el Poder Judicial si Sánchez no acepta sus condiciones de revertir las reformas para favorecer a los independentistas catalanes.

Feijóo ha presentado, por otro lado, una situación económica sombría. El líder del PP considera que esta legislatura está “perdida a efectos económicos” y discute el retrato que presenta el Gobierno. “No hay ningún avance al ser la última economía de la UE. España es el único país de los 27 que no ha recuperado su PIB del año 2019″, se ha quejado. En opinión del líder del PP, las últimas medidas del decreto anticrisis demuestran que el Gobierno está “desbordado”. “Sánchez ha llegado tarde. Sus grandes anuncios son una copia incompleta y tardía de las propuestas del PP”, percute. Por un lado, Feijóo critica la “falta de humanidad y empatía terrible” del Gobierno porque hayan transcurrido todas las Navidades ”con los precios de la compra más caros de las últimas décadas sin una rebaja en el precio de los alimentos”. “Sánchez ha perdido la conexión con la realidad”, ha acusado al presidente.

El líder popular cree que las rebajas del IVA a los alimentos básicos que ha anunciado esta semana el Ejecutivo se quedan cortas y reclama que se amplíen al pescado, la carne y las conservas. Además, plantea otras propuestas alternativas, como convertir el cheque de 200 euros a familias vulnerables, que califica de “mini cheque electoral” en una devolución más amplia y automática vía IRPF a las rentas medias y bajas, rebajar el IRPF a las rentas menores a 40.000 euros y ampliar la bonificación a los combustibles al menos a los autónomos y personas de rentas medias y bajas.

El PP votó en contra de esta última medida en el Congreso y tampoco desvela todavía qué votará ahora ante el nuevo decreto anticrisis, aunque contiene algunas de sus propuestas, al menos parcialmente. Feijóo ha evitado despejar la incógnita sobre su voto en su comparecencia, mientras ha cargado duramente contra otras medidas económicas del Gobierno, como el cheque cultural para jóvenes. “Lo que es inmoral es que el Gobierno financie con 400 euros actividades de ocio a personas de 17 años, el doble en cantidad que los 200 euros que reparte a las familias vulnerables”.

En su balance, Feijóo ha reconocido que 2022 empezó para el PP con “una crisis aguda y profunda” ―la que descabalgó a Pablo Casado y le convirtió a él en presidente de los conservadores― pero que fue “corta” y el año también granjeó buenas noticias a los populares. Ha destacado una: la victoria de Juan Manuel Moreno en Andalucía. Se ha olvidado, en cambio, de la de otro barón popular, Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León. Esta propició el primer ―e incómodo― Gobierno conjunto de PP y Vox. El líder del PP está convencido de que 2023 va a alumbrar un “cambio político” que lo convertirá en presidente, pero de su socio potencial según todas las encuestas, Vox, también se ha querido olvidar en el balance. La política de pactos del PP con la extrema derecha termina 2022 igual que empezó: como una incógnita.