Feijóo inflama el discurso contra Sánchez tras la estela de Ayuso y Aznar
Barones del partido advierten de que el PP lleva “un bimestre malo” y ya no lidera la agenda
En el mismo hotel Palace en el que vivió Julio Camba, Alberto Núñez Feijóo quiso citar esta semana una de las descripciones del periodista gallego sobre la capital. “No en balde se habla de la capacidad asimiladora de Madrid. ¿Qué se creen las fieras exóticas? Aquí no hay exotismo ni fiereza que se resista. A los seis meses, el león del Atlas pierde aquí su melena. El cóndor de los Andes se queda sin plumas. Y todos, leones, perros, cóndores y gallinas somos uno”, recitó Feijóo el pasado miércoles en la entrega de premios de la revista Cambio16, que se celebraba en el lujoso hotel madrileño. Siguiendo ese relato de Camba que fascina a Feijóo, a los ocho meses de su llegada a la presidencia del PP, el jefe de los conservadores avanza en la asimilación a las fieras de Madrid. Quisiera o no, presionado por los sectores más duros, Feijóo ha inflamado su discurso contra Pedro Sánchez siguiendo la estela de Isabel Díaz Ayuso y José María Aznar, que anticipan escenarios apocalípticos para España. Desde la “dictadura” que prevé la presidenta de Madrid bajo “el tirano” líder socialista, al “proceso constituyente” del que alerta Aznar.
Feijóo está protagonizando en los últimos días los discursos más duros contra el presidente del Gobierno desde su llegada a Madrid. El líder popular sube los decibelios consciente, como reconoció el pasado jueves en un foro de OKDiario, de que la derecha le pide que eche más leña al fuego. “Sé que en ocasiones algunos me acusan de ser demasiado moderado, y de no utilizar mayor dureza contra el Gobierno”, admitió el líder del PP en el evento del digital derechista, antes de entregarse a un discurso con sentencias hiperbólicas contra el Ejecutivo de coalición progresista.
“Estamos en el peor momento institucional que hemos vivido desde la Constitución del 78″, alertó Feijóo, obviando episodios como la declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017 o el intento de golpe de Estado del 23-F. Después, acusó al presidente del Gobierno de estar poniendo “en riesgo las bases constitucionales”. Y este domingo, en la clausura del congreso del PP de Navarra, lanzó al líder del PSOE durísimas invectivas por sus acuerdos con Bildu. “Espero que cuando Bildu y el PSOE expliquen la memoria democrática de España nunca se les ocurra decir que ETA no era una banda terrorista, sino una ONG”, dijo entre aplausos. “Bildu consigue más con Sánchez que con los años de violencia en el País Vasco, en Navarra y en España”.
Feijóo sabe que la derecha está muy excitada por la reforma del delito de sedición, la ley del solo sí es sí y el nombramiento del exministro Juan Carlos Campo como magistrado del Tribunal Constitucional. En ese contexto, se entrega a los aires agresivos de la política de la capital, pero su subida de pistón todavía palidece al lado de la de otros dirigentes de su partido que le hacen de avanzadilla.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha advertido en los últimos días de que España va “camino de una dictadura, sometidos por un tirano que pone en peligro el Estado de derecho”. Ese tirano es el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. En paralelo, el faro de los halcones del PP, el expresidente José María Aznar, ha aparecido en escena para alertar de que España “vive el momento más peligroso desde la Transición democrática”. Peor aún es lo que viene, según dijo Aznar en el foro de OKDiario: “un periodo constituyente”, que augura que se abrirá si Sánchez vuelve a ganar las elecciones en 2023.
A pesar de que los dirigentes del PP están entregados a las soflamas exaltadas, en la dirección nacional del partido preocupa el exceso de crispación en el Congreso de los Diputados. En Génova creen que beneficia sobre todo a Vox y a Unidas Podemos, pero también al Gobierno, ya que eclipsa sus escándalos. La cúpula de Feijóo se defiende y sostiene que no está participando de ese clima, aunque los diputados y senadores populares se pusieron detrás de una pancarta frente a la puerta de los leones para pedir una rectificación de la ley de solo sí es sí. “Que se acuse al PP de elevar la crispación, cuando estamos tratando de mantener la serenidad y la calma...”, se quejan en el primer anillo de poder de Feijóo, donde defienden que en el Congreso sus discursos están conservando las formas.
En el nuevo estilo agresivo de Feijóo opera también que el PP ha activado ya el modo electoral mirando a las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo, que quiere convertir en una moción de censura para Sánchez, y que fuentes de la dirección insisten en que el PP va a ganar. Pero lo que detectan la mayoría de las encuestas, en cambio, es un frenazo del crecimiento del PP. Según el barómetro de diciembre de 40 dB. para EL PAÍS, el PP pierde casi dos puntos, con el PSOE casi en empate técnico. Los populares consiguen un 28,1% de intención de voto por el 27,8% para el PSOE, una situación que en el PP ya han bautizado como “la meseta”.
La meseta en la que se ha instalado la curva de intención de voto de Feijóo preocupa en el partido. Más allá de Génova, en los territorios se advierte que Feijóo “no lidera la agenda” mientras “el votante de Vox está movilizado”, describe un barón. Otro líder territorial reconoce que el PP acumula ya un “bimestre malo”, en su opinión porque no da con la tecla para afrontar a un Gobierno “hiperactivo”.
Los barones más moderados son partidarios de una “desescalada verbal” y de que Feijóo no desoriente la brújula mirando demasiado hacia la derecha exaltada. “Alberto tiene que seguir en su viaje hacia el PSOE. Tenemos que ser fronterizos con los socialistas para poder recibir votantes progresistas”, intercede un tercer presidente popular. De momento, la receta de Feijóo para contentar a las fieras está consistiendo en darles lo que piden.
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