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El presidente de las Cortes de Castilla y León permite a Vox acusar al PSOE de “pactar con filoetarras” y silencia a Podemos

Bronca en la Cámara autonómica después de que el PP y la extrema derecha rechazaran reprobar a Gallardo por tildar a los socialistas de “banda criminal”

Juan Navarro
Carlos Pollán (presidente de las Cortes de Castilla y León), entre Juan García-Gallardo y Santiago Abascal, en un mitin de Vox el pasado febrero en León.
Carlos Pollán (presidente de las Cortes de Castilla y León), entre Juan García-Gallardo y Santiago Abascal, en un mitin de Vox el pasado febrero en León.SECUNDINO PEREZ (Europa Press)

El Congreso de los Diputados y las Cortes de Castilla y León han vivido esta semana dos episodios similares pero con desenlace opuesto. El presidente del Parlamento autonómico, Carlos Pollán (Vox), ha retirado este miércoles la palabra a Pablo Fernández, de Unidas Podemos, por llamar “fascista” al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), a quien sí le ha permitido dirigirse al PSOE como aliado de “filoetarras”. Pollán ordenó también el martes retirar del Diario de Sesiones el adjetivo de “fascista” dedicado por la socialista Alicia Palomo al consejero de Industria, Mariano Veganzones (Vox). Un día antes, este martes, en el Congreso, los 52 diputados de la extrema derecha abandonaron el hemiciclo como protesta tras quitarle la palabra la Presidencia a Patricia Rueda, del partido ultra, por llamar “filoetarras” a los representantes de EH Bildu y negarse tres veces a desdecirse. Este miércoles, otro diputado nacional de Vox, José María Figaredo, ha vuelto a usar el término “filoetarra”, y ha sido amonestado por el vicepresidente del Congreso. La ministra de Igualdad, Irene Montero, calificó a Vox de “banda de fascistas” sin ser apercibida.

La polémica ha llegado a las Cortes de Castilla y León después de que Pollán silenciara el micrófono a Pablo Fernández por llamar “fascista” a García-Gallardo. En cambio, sí ha permitido que el líder de Vox acuse al PSOE de tener una “historia criminal”, “pactar con filoetarras” e indultar a “golpistas”. El conflicto ha llegado durante unas votaciones en las que el PSOE ha intentado en vano que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco (PP), reprendiera a su vicepresidente por llamar al PSOE “banda criminal” hace unas semanas en sede parlamentaria. La iniciativa no ha prosperado, al votar en contra los 31 diputados del PP y los 13 de la extrema derecha, frente a 30 síes y tres abstenciones, estas de Soria ¡Ya!. El PP se ha apoyado en que la expresión “banda criminal” se eliminó del Diario de Sesiones.

Los socialistas han protestado recalcando que los exabruptos de García-Gallardo se amparan en que Mañueco se lo permite. “Está siendo cómplice”, ha denunciado la procuradora del PSOE Patricia Gómez Urbán. El presidente de la Junta nunca ha reprochado a su socio por sus expresiones agresivas. “El vicepresidente no está a la altura de esta tierra”, ha zanjado Gómez Urbán.

El líder autonómico de Vox ha mantenido hoy el contenido de su discurso, pero esta vez no se ha referido a los socialistas como “banda criminal”, aunque sí ha citado una supuesta “historia criminal” del PSOE. García-Gallardo ha hablado de este partido como “banda” que tiene por “jefe” al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien llegó al poder en 2018 tras una moción de censura aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados y ganó las dos elecciones posteriores en 2019. El alto cargo ha acusado al PSOE de “pactar con filoetarras”, en alusión a EH Bildu, y ha atacado a Sánchez por indultar a “golpistas”, en referencia a los líderes del procés independentista catalán. García-Gallardo se ha referido también a la reforma legal con la que el Gobierno pretende derogar el delito de sedición y ha concluido que Sánchez “favorece y premia a delincuentes y golpistas”.

El vicepresidente de la Junta se ha llevado las críticas unánimes de la oposición: su predecesor en el cargo, Francisco Igea (Ciudadanos), lo ha llamado “personaje” que “está sin educar y no está capacitado”, y ha cargado igualmente contra Mañueco. Pero el gran choque de la sesión ha llegado con el turno de Pablo Fernández, de Unidas Podemos, que ha definido a García-Gallardo como “lo más abyecto” de la política y ha asegurado que profesa “ideología fascista”. Entonces Pollán le ha reclamado que retire la expresión pero Fernández se ha negado por dos veces: “Gallardo profesa los ideales del fascismo, que es una ideología política”, ha insistido.

Tras la segunda advertencia, Pollán ha retirado la palabra a Fernández y este se ha marchado indignado del estrado, clamando: “Esto pasa en las Cortes, es una vergüenza y está bien que lo sepa toda España”. Su compañero en el Grupo Mixto Francisco Igea lo ha respaldado y le ha espetado a Pollán: “Su comportamiento es vergonzoso”, obteniendo a cambio una llamada al orden. Pablo Fernández ha intervenido más tarde en otro debate y ha criticado que “esto [lo ocurrido minutos antes] pasará a la historia de la infamia” y que es “complicado” expresarse “cuando se veta la democracia” en la sede de la representación popular.

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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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