Olona recorrerá toda España y montará una red provincial de apoyo a su nuevo proyecto
La exdiputada de Vox no se presentará a las municipales y autonómicas, pero respaldará a candidaturas ‘olonistas’
Macarena Olona no se marcha a casa. La ex número dos de Vox en el Congreso y excandidata del partido ultra a la Junta de Andalucía recorrerá España durante los próximos meses explicando su proyecto y pondrá en marcha estructuras territoriales para impulsarlo aunque, todavía, no se trata de un partido político, sino una “batalla cultural e ideológica contra la ideología criminal de género”, según sus palabras. Es decir, una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que derogue la ley de violencia de género y la ley trans —en trámite parlamentario—, entre otras.
En su primera rueda de prensa desde que dejó Vox y renunció a su escaño en el Parlamento andaluz, hace ya 100 días, Olona ha dejado claro este viernes en la Casa de América de Madrid que no abandona la primera línea política, pero por ahora tampoco da el paso de poner en marcha un nuevo partido. La abogada del Estado en excedencia ha querido tranquilizar a sus antiguos correligionarios descartando categóricamente que vaya a presentarse como candidata a las próximas elecciones municipales y autonómicas, pero se ha mostrado dispuesta a respaldar “desde fuera” algunas candidaturas concretas en estos comicios. Aunque no ha revelado cuáles serían las listas olonistas, ha apuntado a disidentes de Vox al mencionar, como ejemplo, al cabeza de lista del partido ultra por A Coruña en las últimas elecciones autonómicas, Ricardo Morado, presente en el acto de hoy.
Además, ha dejado abierta la puerta a volver a presentarse como candidata al Congreso en las próximas generales, “siempre y cuando mi irrupción no ponga en riesgo el necesario equilibrio que hay que mantener a la hora de conformar el próximo Gobierno de España”; es decir, siempre que la fragmentación del voto de la derecha no acabe dando la victoria a la izquierda. “Hay que esperar a las próximas elecciones autonómicas y municipales para saber cuál es la voluntad del pueblo español”, ha insistido, postergando hasta mayo su decisión.
De momento, Olona regresará en las próximas semanas a la Carrera de San Jerónimo para presentar en el registro de la Cámara su Iniciativa Legislativa Popular (ILP). La exdiputada ha encontrado en esta fórmula, regulada por una ley de 1984, la forma de seguir en el candelero político sin ocupar cargo público.
Una vez admitida la iniciativa por la Mesa del Congreso, Olona dispondrá de un plazo de nueve meses, ampliable a 12, para recabar medio millón de firmas a lo largo de toda España. Para recogerlas, ha asegurado, creará estructuras territoriales y movilizará “un ejército de voluntarios”. Si tiene éxito en la recogida de firmas, ella misma volverá a subir a la tribuna del Hemiciclo para defender la ILP como promotora de la propuesta. Aunque ha asegurado que su iniciativa “no es un subterfugio para crear un partido”, esta estructura podría servir de esqueleto a una futura fuerza política en el caso de que finalmente se decidiera a crearla.
¿Cómo se financiará la operación? Olona ha recordado que la ley prevé compensar a los promotores de una ILP por los gastos realizados hasta un máximo de 300.000 euros. Aunque el verdadero mascarón de proa del nuevo proyecto de Olona es la Fundación Igualdad Iberoamericana, registrada en Panamá. Según ha asegurado, todos los gastos en que ha incurrido hasta ahora la fundación, de la que es presidenta y fundadora, los ha sufragado exclusivamente ella misma, incluidos los 10.000 dólares necesarios para su inscripción en el registro. En adelante, ha admitido, necesitará recaudar fondos, a través de sistemas de crowdfunding [colecta] o donaciones, para sufragar sus cuantiosos gastos, ya que la fundación, que ya tiene sede en Panamá, planea extenderse a Santo Domingo, Colombia y Argentina, entre otros países.
El objetivo de la fundación es el mismo que el de la Iniciativa Legislativa Popular: “Unir a la hispanidad en una sola voz contra la ideología de género”, según Olona, quien ya negocia acuerdos de colaboración con asociaciones ultraconservadoras, comunidades evangélicas y asociaciones de padres separados. Así, no solo le arrebata a su antiguo partido algunas de sus principales banderas ideológicas, sino que competirá con la fundación de Santiago Abascal (Disenso) por la hegemonía entre los sectores más derechistas del mundo político y económico iberoamericano.
En la rueda de prensa “sin censuras” a la que han podido asistir todos los medios de comunicación, según ella misma ha subrayado —en contraposición a Vox, que no permite la entrada a sus actos de numerosos medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS—, Olona ha asegurado que sigue en contacto con algunos excompañeros de filas “pero de forma discreta”. “Les he trasladado que no es el momento de inmolarse”, ha añadido, dando por sentado que serían castigados si se sabe que se relacionan con ella.
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