Yolanda Díaz carga contra Feijóo por el CGPJ y pide “recompensar” a Extremadura por el “maltrato” del bipartidismo

En el día después de que el PP rompiera las negociaciones con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial, Yolanda Díaz ha cargado este viernes contra su líder, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha afeado el no haber estado “a la altura” al impedir el acuerdo para el órgano de gobierno de los jueces. Ante unas 350 personas, —otras 300 se han quedado fuera del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida por limitaciones de aforo—, la vicepresidenta ha criticado el “maltrato” al que han sometido a Extremadura los gobiernos del bipartidismo y ha reclamado que sea “recompensada”. La titular de Trabajo ha presumido de los efectos de la reforma laboral —uno de cada dos contratos que se firman hoy son indefinidos y se ha reducido en 10 puntos la temporalidad en la comunidad— o la subida del salario mínimo en una tierra especialmente castigada. De forma contundente, Díaz ha pedido también a las entidades bancarias una “congelación de las hipotecas”. En la sexta parada de su gira por el territorio para presentar Sumar, el proyecto político que diseña con la vista puesta en las generales del próximo año, la vicepresidenta ha estado arropada tanto por la eurodiputada de Unidas Podemos María Eugenia Rodríguez Palop, como por los coordinadores de Podemos e IU en Extremadura, Irene de Miguel y Joaquín Macías Rodríguez.

“Ganar a la derecha, si lo hacemos bien, es fácil”, ha desconcertado Díaz. “Fijaos lo que acabamos de ver con Alberto Núñez Feijóo, que lejos de respetar la Constitución y renovar los órganos constitucionales del Estado, los boicotea”, ha señalado. Ya por la mañana, en declaraciones antes de un encuentro con pequeños productores en una quesería del municipio rural de Sierra de Fuentes (Cáceres), la líder de UP en el Gobierno lo acusó de no ser “fiable” ni “tener palabra”. “Le persigue la foto de Génova, esa que derrocó al señor [Pablo] Casado”, ha reiterado durante el acto de la tarde en alusión a las manifestaciones ante la sede del PP que acabaron con la dimisión de su dirigente este mismo año.

A lo largo de la jornada, Díaz ha puesto encima de la mesa los problemas que enfrenta la comunidad, actualmente gobernada por el socialista Guillermo Fernández Vara. “Vuestra tierra tiene que ser recompensada. Basta ya de maltratos y de agravios”, ha subrayado, comparando su situación con la que se vive en la comarca de Ferrol. “Hoy seguís incomunicados, sin ferrocarril, con un modelo productivo impropio para la España del siglo XXI”, ha señalado. “No queremos modelos extractivistas. Solo sirve para que las grandes multinacionales se lleven los beneficios”, ha indicado arrancando los aplausos del público y después de rechazar una mina de litio en la Sierra de la Mosca de Cáceres.

En el plano económico, aunque la ministra ha tachado de positivos los datos tanto del PIB (un 0,2% entre julio y septiembre) como del IPC (7,3% interanual, 1,6 puntos menos que un mes antes), Díaz ha alertado de la consecuencias de la subida de tipos sobre las hipotecas. “Aprovecho para deciros que esos acuerdos que de manera voluntaria quiere hacer la banca no nos satisfacen. No resuelven el problema que tenemos. No va de buenas prácticas. Va de que tenemos que pedir que en esta crisis y con la guerra hay que congelar las hipotecas en nuestro país”, ha reclamado la vicepresidenta.

Buena parte de los ciudadanos que hacían cola desde las cinco de la tarde en las inmediaciones del museo se han quedado sin poder entrar. Micrófono en mano, Díaz se ha disculpado y ha improvisado un discurso de cuatro minutos en el que ha reivindicado de nuevo su papel en el Ejecutivo. “Cuando llegamos al Gobierno sabiendo a quién representamos, las cosas cambian”, ha subrayado la vicepresidenta.

Pese a las diferencias dentro del espacio por el control del proyecto que impulsa Díaz, en comunidades como Extremadura la relación entre Podemos e Izquierda Unida es buena, por lo que el apoyo de la formación que lidera allí Irene de Miguel a Sumar se daba por descontado. Los actos de plataforma, con todo, están mostrando una suerte de tregua entre las organizaciones, al menos en esta fase del proceso.