La Macarena se dispone a exhumar a Queipo de Llano en noviembre
El secretario de la Hermandad deberá levantar acta del traslado en el que estará presente el Gobierno como observador, de acuerdo con las recomendaciones que ayer trasladó el secretario de Estado de Memoria Democrática al hermano mayor
La Hermandad de La Macarena exhumará en el mes de noviembre los restos del general golpista Gonzalo Queipo de Llano y del auditor de guerra, Francisco Bóhorquez, que yacen en su basílica en Sevilla, según ha confirmado a este diario su hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero. “A partir del día 1 de noviembre que la Virgen se viste de negro, cualquier día. Va a ser muy pronto”, ha señalado. El principal representante de la entidad ya tiene el protocolo para poder proceder al traslado de los restos, que anoche le comunicó el secretario de Estado de Memoria Democrática en el que se estipula que el Gobierno estará presente como observador, junto a los familiares y al secretario de la Hermandad que deberá levantar acta de lo que acontezca, según el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS.
El protocolo, titulado Recomendaciones para llevar a cabo la exhumación en la Basílica de la Hermandad de la Macarena, recoge nueve indicaciones que incluyen los siguientes pasos a seguir: La contratación de una empresa funeraria para que pueda prestar los servicios bajo criterios profesionales; “la extracción de los restos mortales y su preparación en cajas de reducción para su traslado e inhumación en el cementerio que dispongan sus familiares” o para ser incinerados; previamente la familia deberá comunicar a la Hermandad el nuevo lugar donde vayan a reposar los restos para que la empresa funeraria pueda planificar el operativo y la entidad deberá comunicar este particular a la Secretaría de Estado; en el proceso de exhumación podrán estar presentes como observadores representantes de la familia, del Gobierno —que tendrán que ser designados con antelación suficiente al momento en el que se vaya a llevar a cabo la exhumación― y el secretario de la Hermandad, que deberá levantar acta y remitir copias a los familiares, la Secretaria de Estado y la propia Macarena. Las recomendaciones garantizan “la confidencialidad de todos los asistentes respecto de lo actuado”.
La Hermandad, según ha asegurado Fernández, pretende realizar ambos procesos de exhumación con la mayor discreción y en la intimidad, y no tiene previsto hacer público cuándo se retirarán los restos. Una decisión con la que también está de acuerdo el secretario de Estado de Memoria Democrática, que busca dar normalidad a este proceso. Las entidades memorialistas, sin embargo, reclaman una mayor transparencia y piden al Gobierno “que no deje al margen a las víctimas” de los acuerdos a los que llegue con la entidad para proceder a la retirada de los restos, tal y como recogió anoche en un comunicado la Plataforma Gambogaz, la primera en reclamar a La Macarena que cumpliera con la Ley de Memoria Democrática, el mismo día en que entró en vigor.
Los responsables de la Hermandad están ahora investigando en sus archivos la localización exacta de los ataúdes en los que están enterrados, bajo una capilla a la salida de la basílica, los cuerpos de Queipo de Llano y de su mujer, Genoveva Martí, que también serán trasladados. “No queremos empezar a picar en un sitio y comprobar que están más a la derecha o la izquierda”, explica el hermano mayor, que asegura que, en todo caso, desde que recibieron sepultura en el templo no se han cambiado de ubicación.
Fernández indica también que el cuerpo del general franquista y el de su esposa están embalsamados, por lo que sus restos no se encontrarían excesivamente deteriorados. Lo que no quiere confirmar el hermano mayor es el lugar donde los familiares de Queipo de Llano y Bohórquez han decidido trasladar los restos de sus antepasados. Las recomendaciones enviadas por el Gobierno indican que “el traslado e inhumación” deberá realizarse “en el cementerio que dispongan sus familiares”, recogiendo lo establecido por la ley de Memoria Democrática que en su artículo 38. 3 deja claro que “los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio”. La opción de trasladarlos al columbario que la Hermandad construyó en 2020 en la misma basílica es contraria a la ley.
Consciente de que el requerimiento de la exhumación de Queipo de Llano no ha sido bien recibido por el sector más reaccionario de su Hermandad (muy activo en redes sociales con mensajes de exaltación al general golpista y al franquismo en los que critican la docilidad de la Hermandad al ofrecerse a colaborar sin oponer resistencia o reparos legales), Fernández aboga por la vía pragmática de cerrar cuanto antes este asunto, que, en su opinión, desvía la atención de las iniciativas y obras sociales que realiza la Hermandad.
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