_
_
_
_
_

Los pasajeros que saltaron del tren que fue sorprendido por el incendio de Bejís salieron por la cabina trasera del maquinista

La conductora se ratifica ante la Guardia Civil: pidió que nadie abandonase los vagones y no abrió las puertas. La caja negra apoya esa versión, según la investigación

Varios agentes atienden a pasajeros heridos en la estación de Caudiel (Castellón), nada más llegar el tren. Al fondo, uno de los quemados.
Varios agentes atienden a pasajeros heridos en la estación de Caudiel (Castellón), nada más llegar el tren. Al fondo, uno de los quemados.
Jorge A. Rodríguez

La maquinista del tren que fue sorprendido por las llamas del incendio de Bejís (Castellón) ha ratificado ante la Guardia Civil que dio instrucciones a los pasajeros para que no abandonasen el convoy y que ella no abrió las puertas. De hecho, el registro jurídico o caja negra instalada en el ferrocarril de media distancia 18506, en ruta entre Valencia y Zaragoza, grabó el martes pasado que los portones de los vagones no se abrieron en ningún momento, salvo cuando ya estaba de regreso, para recoger heridos, según ha asegurado Rafael González Escudero, portavoz del Sindicato Ferroviario (SF), y han confirmado fuentes del instituto armado.

La conductora ha explicado que los pasajeros que se echaron a las vías salieron del tren por la cabina trasera de mando, ya de regreso a la estación de Caudiel y alejándose de las llamas, aprovechando que la conductora tuvo que abandonarla momentáneamente para desactivar el sistema de emergencia, del que alguien había tirado. Algunos de los pasajeros que se desembarcaron, seis de los cuales han sufrido quemaduras, han coincidido en que fue la maquinista la que les dijo que salieran. Pero otros testigos han señalado tanto a los agentes que los atendieron como a los que les interrogaron que quien incitó a abandonar el tren fue otra mujer, que ahora identifican como una policía nacional fuera de servicio.

La investigación para conocer qué pasó exactamente el día 16, cuando el tren se vio lamido por las llamas del incendio en la zona de Alto Palancia, ha avanzado con la toma de declaración por parte del instituto armado a la ferroviaria, a varios heridos e incluso a la citada agente, así como con la revisión de la caja negra. Según ha ratificado la maquinista, unos minutos antes de las seis de la tarde se topó con ceniza y humo a los pocos metros de salir de un túnel y, muy poco más adelante, detuvo el tren al ver llamas cercando la vía. Como ha detallado, comunicó la situación al puesto de mando, y desde este le contestaron que no tenían ningún aviso de incendio cerca de la vía.

—“Pues yo tengo el fuego delante”, contestó la operaria.

La mujer, con varios años de experiencia como maquinista ferroviaria, agarró el móvil y fue pidiendo instrucciones, mientras dejaba la cabina delantera, atravesaba la zona de pasajeros (49 en esos momentos), e iba al furgón de cola para desbloquear la locomotora trasera y poder regresar y alejarse de las llamas. “Es que para poder dar la vuelta hay que bloquear la de cabeza y conectar la trasera. Ella lo hizo en cuatro minutos [en cuanto recibió la autorización del puesto de mando], y no es fácil, porque se suele tardar más”, ha explicado el portavoz del Sindicato Ferroviario. Para entonces, muchos pasajeros estaban muy asustados por la proximidad de las llamas.

—¿No puedes volver para atrás?, le preguntaron algunos viajeros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

—No, no puedo, me tienen que dar permiso, replicó la maquinista.

Una agente de la Guardia Civil atiende a una persona herida del tren amenazado por las llamas.
Una agente de la Guardia Civil atiende a una persona herida del tren amenazado por las llamas.

En su declaración ante la Guardia Civil, la ferroviaria ha precisado que, tras avanzar unos pocos metros marcha atrás, el tren fue detenido por la acción del freno de emergencia y algunos pasajeros comenzaron a manipular puertas para abrirlas. La caja negra ha recogido que las puertas no fueron abiertas, aunque sí manipuladas, y ha grabado el parón por el accionamiento del freno de urgencia, según fuentes ferroviarias. También han quedado grabadas en el registro jurídico siete paradas posteriores con apertura de las puertas, con el tren alejándose del fuego, que fueron las efectuadas para recoger a algunas de las personas que dejaron el tren, algunas con grandes quemaduras, porque otras optaron por atravesar el monte. “Sabemos que algún pasajero intentó abrir las puertas; yo creo que les dio miedo porque no sabían si iban hacia el fuego...”, le disculpa González Escudero.

Las puertas fueron manipuladas, pero quedaron bloqueadas y, con ellas, se anulaba además la posibilidad de que el tren se moviese: bajaron el macho del cerrojo, pero no balancearon lateralmente el portón, como requiere la apertura manual. Fueron “dificultades para cambiar de marcha debido a que accionaron el sistema de emergencia”, ha contado una fuente del instituto armado. Ese bloqueo obligó a la maquinista a salir de la cabina con la que ya pilotaba en dirección a Caudiel para “reponer las puertas” y poder avanzar, ha contado el portavoz del SF. La mujer ha contado que fue en ese momento cuando algunos pasajeros entraron a dicha cabina, abrieron la puerta de esta, que tiene cerrojo pero no sistema de bloqueo, y bajaron a las vías. “Se ha ratificado en que ni dijo a la gente que se bajara ni abrió las puertas”, insisten fuentes de la Guardia Civil. Ya de vuelta a Caudiel, la propia maquinista ayudó a recoger heridos mientras iba parando. De hecho, sufre quemaduras leves en los brazos.

El relato de la mujer, además, coincide con el que hicieron la mayoría de los viajeros, ya a salvo, en la estación de Caudiel, donde los únicos disponibles para atenderles eran guardias civiles. Allí, la mayoría relató que la maquinista mantuvo la calma, pese a la lógica alteración del momento, que no les dio ninguna indicación a los pasajeros sobre qué ocurría o qué debían hacer, que no les comunicó las decisiones del puesto de mando y que se comportó de manera “educada” hasta que recibió el permiso para dar la vuelta. Los testimonios son coincidentes en que no hubo apertura de puertas y de que la mayoría de los viajeros siguió en su asiento, pese a la inquietud.

Pero otros viajeros relataron, ya atendidos sobre el andén de la estación de regreso, que hubo una mujer, a la que inicialmente señalaron como la conductora, que les incitó a salir del tren. Fuentes conocedoras del caso aseguran que se trata de una agente destinada en la comisaría de Xirivella, de quien algunos testigos dicen que “incitó” a la maquinista a que abriera las puertas. Esta funcionaria dijo en los primeros momentos a quien estaba en la estación que fue la maquinista la que les incitó a salir. Algunos heridos apoyan esa versión. Algún testigo, por contra, ha señalado a esta policía como la persona que flanqueó la salida al resto. La agente dijo entonces que tomó las riendas de la situación, pero que ella no abrió puerta alguna.

La Fiscalía del Estado pidió en mayo "controles" en las líneas ferroviarias por el riesgo de incendio

La Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado pidió por escrito en mayo a los fiscales territoriales que ordenasen controles en “en vertederos, líneas eléctricas, líneas de ferrocarril, zonas recreativas, e incluso campamentos infantiles y juveniles situados en terrenos forestales que impliquen riesgo de incendio forestal”. En la comunicación se reclamaba que se comunicase a los propietarios de estos espacios, por lo tanto, a Renfe y Adif en el caso de los tendidos ferroviarios, para que adoptasen “las medidas procedentes para evitar incendios en estas zonas”, según una nota difundida ayer por la propia Fiscalía del Estado. El oficio fue enviado antes de que comenzara en verano por el fiscal de Sala Coordinador en esta materia, Antonio Vercher, ante “las previsiones de altas temperaturas y menor volumen de precipitaciones”.

El oficio encarga que los "controles" los hagan las Secciones de Medio Ambiente "a través las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y agentes competentes". En el caso de Bejís, el alcalde de Caudiel, Antonio Martínez, también había reclamado recientemente la limpieza de las vías a sus propietarios, porque estaban rodeadas de maleza alta, según ha declarado este viernes en TVE.

Este departamento ha recabado del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil los datos de los incendios de más de 300 hectáreas ocurridos hasta el pasado lunes, 15 de agosto. Según sus datos, en esos fuegos se han visto ya afectadas 177.309 hectáreas, especialmente en las provincias de Zamora, Lugo, Orense y Zaragoza. “Detrás de la mayoría de ellos está presuntamente la interacción humana con el bosque, sea por una razón intencional o por comportamientos negligentes como el uso de máquina, determinadas herramientas o colillas”, subraya la fiscalía.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_