Sánchez asegura sobre Chaves y Griñán que “están pagando justos por pecadores”, pero evita pronunciarse sobre un indulto

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que en el caso de la ratificación por el Supremo de la condena del caso de los ERE contra los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, “están pagando justos por pecadores”, aunque ha evitado pronunciarse sobre la “hipótesis” de un posible indulto. Sánchez ha sido recibido este miércoles en Varsovia por el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, para copresidir la XIV cumbre bilateral, que ha estado marcada por la guerra en Ucrania y ha estado enfocada al refuerzo de la colaboración en materia de defensa.

Preguntado por la confirmación de la sentencia, que en el caso de Griñán supone el cumplimiento de seis años de cárcel por delitos de prevaricación y malversación, Sánchez ha señalado que respeta “como siempre” las decisiones judiciales, y ha recalcado que aún se desconocen los detalles del fallo, del que ha dicho que cuenta con “dos votos particulares”. “Hasta septiembre no vamos a poder tener una lectura clara”, ha precisado Sánchez, que ha puntualizado: “Sí voy a recordar algo bien evidente: el señor Chaves y el señor Griñán dimitieron de sus responsabilidades políticas hace más de un lustro”. El presidente ha insistido en el hecho de que ambos expresidentes socialistas “no han sido condenados, ni siquiera acusados de haberse lucrado, de haberse llevado un céntimo de euro ni de haber financiado irregularmente a organizaciones políticas”. Sánchez ha especificado que no hubo enriquecimiento personal.

“Este Gobierno es limpio, ha sido implacable contra la corrupción, y hemos condenado a quienes se aprovecharon de un mecanismo aprobado por un Gobierno, por el Parlamento de Andalucía, que ayudó a cientos de trabajadores y empresas en momentos de dificultad”, ha especificado Sánchez sobre la trama que, durante cerca de una década, obró un sistema fraudulento para distribuir ayudas sociolaborales. “Ni Chaves ni Griñán han tenido nada que ver con lo que antes he señalado”, ha defendido Sánchez, que ha sentenciado: “Podemos afirmar de Chaves y Griñán que están pagando justos por pecadores”.

Sánchez no ha querido aventurar si el Gobierno concedería un indulto a Griñán en el caso en que su defensa lo solicitase. Preguntado por esa posibilidad, el presidente ha señalado: “Pronunciarme por hipótesis no procede. Los pasos que han decidido las defensas serán los que sean y el Gobierno va a actuar siempre en el marco de la ley”.

Caso de Pablo González

La mujer de Pablo González, el periodista español encarcelado en Polonia desde febrero, ha aprovechado la visita de Sánchez al país para pedirle que “interceda” ante las autoridades polacas por su marido, al que acusan de actividades de espionaje a favor de Rusia. El Gobierno polaco lo tenía “bajo sospecha” por “participar en actividades de inteligencia extranjera contra Polonia”, según informó tras su arresto. En un vídeo difundido en redes sociales, Oihana Goirena ha pedido al presidente del Gobierno que “se acuerde de Pablo, un ciudadano español detenido en un país de la Unión Europea al que se le está negando el derecho a hablar con su familia, que solo ha tenido cuatro visitas del cónsul en todo este tiempo y que no ha tenido la posibilidad de que su abogado de confianza conozca las causas de las que se le acusa”, ha asegurado, después de recordar que solo ha podido comunicarse con su esposo en dos ocasiones, y por carta. “Quiero pedir a Pedro Sánchez que interceda ante el presidente polaco para que pueda tener una defensa y un juicio justos, pero sobre todo para que se respeten sus derechos”, ha dicho.

Preguntado al respecto en la rueda de prensa posterior a la cumbre, Sánchez ha asegurado que ha hablado sobre el caso de Pablo González con Morawiecki. “Es un asunto que está en manos del Gobierno polaco”, ha insistido el jefe del Ejecutivo español, que ha incidido en que España respeta la justicia de Polonia. Sin dar más detalle sobre la situación procesal del periodista encarcelado, Sánchez se ha limitado a añadir que el ministro de Asuntos Exteriores español está en contacto con su homólogo polaco para “hacer un seguimiento” y “para prestar apoyo a la familia” de González.