Albares nombra al exjefe de Gabinete de Rajoy embajador en Tanzania

El Consejo de Ministros tiene previsto nombrar hoy al diplomático Jorge Moragas embajador en Tanzania. Moragas, que hasta ahora dirigía la Embajada en Filipinas, fue jefe de Gabinete del presidente Mariano Rajoy hasta 2017 y embajador ante Naciones Unidas hasta la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Fuentes del Ministerio de Exteriores sostienen que el nombramiento de Moragas evidencia que no se discrimina a los diplomáticos vinculados al PP y citan, entre otros casos, los de Alfonso Dastis (ministro de Exteriores entre 2016 y 2018 y actual embajador en Italia), José Ramón García Hernández (exsecretario de Relaciones Internacionales del PP y embajador en Noruega) o Ildefonso Castro (director del departamento de Asuntos Internacionales de la Presidencia con Rajoy y embajador en Irlanda). Frente a estos ejemplos, recuerdan que el ya fallecido Juan Pablo de la Iglesia, secretario de Estado con el PSOE, vio cómo el PP le negaba varios consulados.

Las mayores críticas, sin embargo, no le han venido al actual ministro, José Manuel Albares, por el trato dado a los diplomáticos próximos al PP, sino por los ceses en la cúpula del ministerio que nombró su antecesora, Arancha González Laya. Albares, que llegó al cargo hace ahora un año, defendió su derecho a formar un equipo de confianza, aunque mantuvo a dos de los cuatro secretarios de Estado heredados: Ángeles Moreno, que pasó de responsable de cooperación a secretaria de Estado de Exteriores; y Juan González-Barba, que siguió como secretario de Estado de la UE. La ruptura del ministro con este último, ya en diciembre pasado, fue el episodio más traumático, pues ambos habían trabajado juntos en el ministerio.

Finalmente, González-Barba fue nombrado embajador en Croacia, un destino del mismo rango que los de la mayoría de altos cargos que fueron relevados: María Celso Nuño, exsubsecretaria, en Suiza; José Pascual Marco, exdirector general de la Secretaria de Estado de la UE, en Reino Unido; Fidel Sendagorta, exdirector general de Política Exterior, en Japón; María Victoria González Román, exdirectora general para Europa Central, en Dinamarca; o Eva Martínez, exdirectora general para el Magreb, en Costa Rica. Todos estos nombramientos evidencian, según fuentes de Exteriores, cómo se trató a los colaboradores de la anterior ministra.

Un caso aparte fue el de Camilo Villarino, jefe de Gabinete de González Laya, a quien esta había propuesto como embajador en Moscú. Albares frenó el nombramiento, por considerar que no era la persona idónea para el puesto, lo que coincidió con su imputación por el juez que investigaba la entrada en España del líder del Polisario Brahim Gali. Finalmente, Villarino fue exonerado y Albares le ofreció una embajada, según fuentes de Exteriores, pero este prefirió incorporarse al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que dirige el español José Borrell, de quien también había sido jefe de Gabinete.

El Gobierno también tiene previsto nombrar hoy a la nueva embajadora en Nicaragua, la diplomática Pilar Terrén. Este nombramiento supone un primer paso para normalizar las relaciones entre los dos países después de que España llamara a consultas a su embajadora en Managua, María del Mar Fernández-Palacios, en agosto pasado, y de que Nicaragua retirase a su embajador en Madrid, en marzo. El Gobierno español criticó las violaciones de los derechos humanos y el acoso a la oposición por el régimen de Daniel Ortega, mientras que el nicaragüense impidió regresar a la embajadora española. Finalmente, Fernández-Palacios ha sido nombrada embajadora en Brasil.

En el año que lleva en el cargo, Albares ha nombrado a 57 embajadores y ha cubierto todas las vacantes. Al embajador en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitner, lo ha mantenido pese a llevar siete años en el puesto.