La mayor asociación policial intenta burlar la seguridad de la cumbre OTAN con mini protestas
Jusapol, fuertemente enfrentada al Gobierno, quiere concentrarse en pequeños grupos ante los hoteles de las delegaciones para reclamar mejoras salariales
La asociación Justicia Salarial Policial (Jusapol, la plataforma de que la que surgieron las organizaciones actualmente mayoritarias en la Policía Nacional y la Guardia Civil, Jupol y Jucil) mantiene su intención de celebrar manifestaciones en Madrid antes y durante la celebración de la cumbre de la OTAN pese a las restricciones de movilidad que existirán en la capital entre el 28 y el 30 de junio para garantizar la seguridad de los más de 40 mandatarios extranjeros que acudirán a la cita. Tras conocer que la Delegación del Gobierno no permite que los agentes se concentren, como pretendían, Jusapol ha anunciado este jueves la convocatoria de un número no determinado de “pequeñas concentraciones móviles” de menos de 20 personas (y, por tanto, cuya celebración no debe ser comunicada con carácter previo a la Delegación del Gobierno) para los días 28 y 29 “en varios puntos de Madrid”. Querían manifestarse el último día de la cumbre frente a los pabellones de la Institución Ferial de Madrid (Ifema, el centro de convenciones de la capital) donde tendrán lugar las principales reuniones.
Según ha detallado Aarón Rivero, dirigente de la asociación Jusapol y secretario general de Jupol, algunas de estas protestas se congregarán frente a los hoteles donde se alojarán las principales delegaciones extranjeras, pese a que estas también estarán sometidas a fuertes medidas de seguridad. Rivero ha añadido que durante la protesta, que no tiene nada que ver con la celebración de la cumbre de la Alianza Atlántica, estos grupos “móviles” portarán pancartas en diferentes idiomas con un lema relacionado con las reclamaciones económicas del colectivo. Los días previstos tanto para estas minimanifestaciones como para la que pretenden sea la gran concentración de agentes están catalogados en el dispositivo de seguridad organizado por el Ministerio del Interior como “críticos” en la seguridad de la cumbre. La Operación Eirene, puesta en marcha para garantizar la seguridad de la cumbre, contempla que esos días estén desplegados en Madrid 6.550 policías nacionales y 2.400 guardias civiles, así como 1.200 agentes de la Policía Municipal.
No obstante, las pequeñas manifestaciones y la concentración no son las únicas protestas anunciadas por la plataforma policial. El 25 de junio ―un día después de que el operativo de seguridad haya entrado ya en la fase de alerta― Jusapol han convocado una marcha de motos que recorrerá el centro de la capital. En un primer momento, había anunciado la asistencia de, al menos, 3.000 moristas, pero este jueves ha reducido las previsiones a entre 250 y 500 personas. La pretensión inicial de los convocantes es que esta manifestación concluyese en la Plaza de Colón, junto al Ministerio del Interior, tras pasar por las sedes de las Direcciones General de la Policía y la Guardia Civil. Finalmente, no podrá pasar por todos esos puntos y deberá concluir en las proximidades de la plaza de toros de Las Ventas.
Dos días después, esta vez convocados por el sindicato Jupol, se celebrará una concentración ante la sede de las Unidades de Intervención Policial (UIP, los conocidos como antidisturbios) en el madrileño barrio de Moratalaz. Los convocantes han comunicado que acudirán, al menos, 500 personas. Según ha anunciado este jueves Rivero, los manifestantes protestarán con el pelo teñido de color amarillo, en referencia al personaje de dibujos animados Piolín con motivo de la polémica que crearon las recientes palabras de Pedro Sánchez en el Congreso. Con la protesta, Jupol quiere denunciar la situación laboral de los agentes de estas unidades y reclamar mejoras en las cantidades que reciben en concepto de dieta cuando tienen que desplazarse a otras ciudades. Para la cumbre de la OTAN está previsto que participen 34 grupos de la UIP, unos 1.500 agentes, la mayoría de ellos procedentes de otros lugares de España.
Jusapol, surgida en 2017 para reclamar la equiparación salarial de policías y guardias civiles con los mossos, ha mantenido desde el principio un discurso duro contra el Gobierno, que ha incluido protestas callejeras, denuncias judiciales y peticiones de dimisión. En marzo de 2020, poco antes del estado de alarma contra la pandemia, congregó a miles de policías y guardias civiles ante la puerta del Congreso. Muchos de los asistentes cubrieron sus rostros con caretas de Anonymous e, incluso, los asistentes rompieron el primer cordón policial para plantarse frente a la puerta de los leones.
Este colectivo también organizó la manifestación que el pasado noviembre recorrió las calles del centro Madrid para oponerse a la reforma de la ley de seguridad ciudadana, la conocida como ley mordaza. Jusapol justificó aquella movilización en los supuestos perjuicios que la reforma propuesta por los dos partidos del Gobierno supondrá para el trabajo diario de los agentes. A pesar de la insistencia de los convocantes en desmarcarse de cualquier partido e ideología, la manifestación adquirió desde el principio tintes políticos con la presencia del entonces líder del PP, Pablo Casado, y los dirigentes de Vox y Ciudadanos, Santiago Abascal e Inés Arrimadas.
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