El narco ajusta cuentas en la huerta de Murcia
La policía detiene a nueve personas vinculadas con la muerte de dos hombres por el pago con dinero falso de dos kilogramos de heroína
En agosto de 2021, una banda organizada dedicada al tráfico de drogas presuntamente secuestró y mató a dos personas que habían intentado estafarlos en una compra de heroína pagando unos 50.000 euros con dinero falso. La Policía Nacional ha detenido este mes en Murcia a nueve personas implicadas en aquellos hechos, de las que cuatro han ingresado ya en prisión preventiva por los claros indicios que pesan contra ellos.
Las nueve personas fueron detenidas el pasado 15 de junio. Para esa actuación, la policía movilizó un amplio dispositivo, en una escena casi de película en plena huerta murciana: 80 agentes de diferentes unidades, incluidas unidades especiales desplazadas desde Madrid, registraron una casa agrícola en la pedanía de Cabezo de Torres, un terreno en la localidad de Sangonera la Seca (5.773 habitantes) y una finca con vivienda en el carril del Naranjal, en el municipio de Alcantarilla (42.559 habitantes), donde los investigadores consideran que se cometieron los crímenes, según ha detallado a EL PAÍS una portavoz de la Policía.
Los hechos se remontan al 28 de agosto de 2021, cuando un ciudadano de origen subsahariano denunció la desaparición de dos compatriotas. Un dispositivo policial analizó los movimientos de esas dos personas a través de los datos de sus teléfonos móviles y la investigación llevó a relacionarlos con miembros de un clan sobre el que la Policía ya tenía puesto el foco por sus actividades de tráfico y venta de estupefacientes. Según fuentes de la investigación, los agentes obtuvieron numerosos indicios de que los dos desaparecidos habían tratado de comprar con dinero falso entre uno y dos kilos de heroína, haciendo perder al clan delictivo unos 50.000 euros.
Según la confesión de uno de los detenidos que ha ingresado en prisión, al percatarse del engaño, los miembros de la banda los trasladaron hasta la finca de Alcantarilla donde los golpearon y mataron. Más tarde quemaron sus cuerpos y arrojaron los restos en un contenedor. En la finca, confirman fuentes policiales, se han hallado numerosos “indicios biológicos” con restos de ADN y sangre de los dos desaparecidos, a los que se suman una enorme cantidad de evidencias relacionadas con la comisión de estos crímenes, incluidas imágenes grabadas por cámaras de seguridad.
Uno de los detenidos, F. M. A. alias Kiko, supuesto asesino, reconoció a los policías que lo interrogaban: “Les até las manos, me quedé solo con ellos... se me fue de las manos. Luego, los tiré a un contenedor”, recoge el diario La Verdad de Murcia.
De los nueve detenidos (ocho varones y una mujer, todos ellos españoles), cinco están acusados de presuntos delitos de asesinato, detención ilegal, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, mientras que sobre los otros cuatro solo pesan los dos últimos supuestos.
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