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Abascal advierte al PP: “O nos entendemos o gobierna la izquierda”

La líder de la ultraderecha italiana participa en un mitin de Vox e insta a Feijóo a superar el “pensamiento débil” y pactar con su homóogo español

Miguel González
Santiago Abascal junto a Giorgia Meloni
Santiago Abascal, líder de Vox; junto a Giorgia Meloni, de Fratelli d'Italia; la candidata a la Junta, Macarena Olona, y el candidato ultra por Málaga, Antonio Sevilla.EUROPA PRESS (Europa Press)

Vox ha elegido Marbella, uno de los municipios más desiguales de España, según una investigación de la Federación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), donde conviven las grandes fortunas de la jet set con barrios populares y tuvo su feudo el populismo mafioso de Jesús Gil, para celebrar el mitin central del último fin de semana de campaña para las elecciones andaluzas. Y lo ha hecho en el auditorio del Parque de la Constitución de la ciudad malagueña, cuyo diseño evoca los palacetes andalusíes y el hemiciclo de un teatro griego, a pesar de que el discurso del partido ultra pretende amputar la herencia árabe de Andalucía y trasladar la fiesta de la comunidad al 2 de enero, conmemoración de la toma de Granada por los Reyes Católicos.

La gran protagonista del acto electoral ha sido la líder del Fratelli d`Italia, Giorgia Meloni. El partido ultraderechista italiano, que preside el grupo parlamentario en el que se sienta Vox en el Parlamento europeo, se ha convertido en la primera fuerza política del país, según todas las encuestas, capitalizando el hecho de que todos sus rivales formen parte del Gobierno de concentración presidido por Mario Draghi. Paradójicamente, ha sido Vox, un partido que reivindica la soberanía nacional y reniega de las supuestas imposiciones de los burócratas de Bruselas, el primero que ha traído a un político extranjero a la campaña andaluza.

Meloni espera convertirse en la primera mujer al frente de un gobierno en Italia si, en las elecciones previstas en abril de 2023, su partido es el más votado del bloque de la derecha y los partidos de Matteo Salvini y Silvio Berlusconi aceptan darle su apoyo. De hecho, ella ya fue ministra en un Gobierno de Berlusconi. Ese modelo, en el que derecha y ultraderecha pactan sin complejos, es el que Vox quiere trasladar a España. Meloni ha instado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a reconocer que Vox es su aliado natural y no su adversario y le ha advertido de que “no es tiempo de pensamientos débiles”.

La política italiana, que ha eclipsado a la candidata de Vox, Macarena Olona, relegada al papel de telonera en uno de sus principales actos electorales, ha hecho una defensa de la “familia natural” y la “universalidad de la cruz” y, apropiándose del discurso de parte del feminismo, ha asegurado que la ideología de género supone “la desaparición de la mujer” y “el fin de la maternidad”, ya que el individuo sexualmente indiferenciado “es un hombre”.

No ha entrado en estas honduras ideológicas Olona, quien ha llamado a las mujeres a romper “las cadenas” con las que supuestamente las ata el feminismo, se ha quejado de que se “criminalice el piropo elegante español” y se ha lamentado de que se pierda “nuestro ADN andaluz” por la ausencia de relevo generacional; aunque ella es alicantina.

El líder del partido, Santiago Abascal, que ha cerrado el acto, ha vuelto a acusar a los 30.000 inmigrantes irregulares que, según sus datos, tienen tarjeta sanitaria en la comunidad autónoma, de ser los culpables de la listas de espera, a pesar de que solo representan el 0,34% de los más de los 8,8 millones de usuarios de la sanidad pública andaluza.

Pero su principal mensaje lo ha dirigido al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, a quien ha acusado de “despreciar” a Vox y le ha advertido de que esa “no es una buena política”. Tras reprocharle su “ingratitud” por no reconocer que fue su partido el que permitió gobernar al PP en Andalucía en la pasada legislatura, Abascal ha avisado de que los populares se enfrentan a “un problema por no aceptar la realidad”. “Van a tener que elegir: o nos entendemos o gobierna la izquierda, o la abstención del Partido Socialista o convocar nuevas elecciones, pero la opción de que Vox cobardemente les entregue la investidura es imposible. Aquí lo dejo dicho sin posibilidad de retroceso”, ha rematado. Lo que no ha dicho es que el único pacto posible con el PP pase por entrar en el Gobierno andaluz, como en Castilla y León. Sabe que eso depende de cuáles sean los resultados el próximo domingo.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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