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UGT y CC OO acusan al Gobierno de romper el consenso sobre migración laboral por su plan de atraer a trabajadores extranjeros

Los sindicatos ven en la propuesta de reformar el reglamento de la Ley de Extranjería una medida “clasista” para favorecer intereses económicos

María Martín
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, presenta este viernes en Madrid un balance de la reforma del reglamento de Extranjería aprobada en el mes de octubre.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, presenta este viernes en Madrid un balance de la reforma del reglamento de Extranjería aprobada en el mes de octubre.Luis Millán (EFE)

Los sindicatos UGT y CC OO han reaccionado negativamente al plan del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de reformar el reglamento de Extranjería para facilitar la entrada de miles de trabajadores al mercado laboral. La propuesta de Real Decreto de Migraciones, adelantada por EL PAÍS, pretende facilitar la contratación de trabajadores desde sus países de origen y facilita el acceso a autorizaciones de trabajo a los inmigrantes que ya viven aquí. Según un comunicado conjunto, la iniciativa, que califican de “clasista”, rompe el consenso existente hasta ahora respecto a la migración laboral, que debe ser fruto del acuerdo entre Gobierno, sindicatos y empresarios.

El borrador del texto del Gobierno, que está siendo discutido entre ministerios y ya ha salido a consulta pública, recoge tres cambios sustanciales: amplía la contratación en origen (para incluir otros trabajadores más allá de los temporeros); permite que los estudiantes extranjeros trabajen; y crea una figura nueva que permitirá obtener papeles a los inmigrantes en situación irregular que se formen en ámbitos laborales para los que se necesita personal.

La memoria justificativa de la reforma expone las dificultades de mano de obra en determinados sectores económicos como la hostelería, el transporte, la construcción o todos aquellos ámbitos que enfrentan una transformación digital. Argumenta, además, que la competitividad de España están vinculada a la captación de talento y a la disponibilidad de personas “capaces de contribuir con su trabajo a la recuperación económica”. Y añade que la irregularidad de los inmigrantes, que aun sin papeles trabajan en la clandestinidad, trae consigo “altos costes sociales, económicos y de gestión”.

Los sindicatos, no obstante, ven en la propuesta “un traje a medida, no de los trabajadores y trabajadoras migrantes, sino de las supuestas necesidades de determinados sectores, sin más consideraciones ni exigencias”. “Lamentamos igualmente que, por una parte, se llegue a la conclusión de que hay puestos de trabajo que no se cubren porque deben mejorar sus precarias condiciones y, por otra, se asuma que estas condiciones si son aceptables para los trabajadores migrantes”, añade el comunicado.

Cristina Faciaben, Secretaria de Migraciones de CC OO, critica que no se hayan tenido en cuenta sus ofertas de diálogo a lo largo de estos meses y muestra preocupación por el impacto de la medida. “El mercado de trabajo acaba seleccionando, por arriba y por abajo. Selecciona a los cualificados, pero también a los que puede ofrecer menos. Es lógico que, ante un déficit de mano de obra, el mercado la busque, pero hay que tener cuidado con no discriminar y solo regularizar a los inmigrantes más cualificados para los intereses de la economía”, explica. Ana María Corral, responsable del Departamento de Migraciones de UGT, explica el malestar tras la publicación del plan de Escrivá:No es la forma de hacer las cosas. Desde 2004 todas estas decisiones se han tomado en consenso con los interlocutores sociales, pero en el marco de la migración laboral hace meses que las organizaciones sindicales hemos desaparecido del mapa. Esto debe negociarse”. Corral, además, señala “cierta contradicción” en la iniciativa: “No tiene mucho sentido que se reconozca, por un lado, que es necesario mejorar las condiciones de trabajo y, por el otro, parezca que se quiere que esos mismos puestos de trabajo, que deben mejorar las condiciones, sí sean buenos para que los ocupen los trabajadores migrantes”.

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El ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, lleva desde que asumió el cargo con la intención de reformar la aplicación de la Ley de Extranjería. Escrivá considera que el marco actual arrastra “una rigidez burocrática enorme” y siempre se mostró partidario de crear mecanismos más sencillos para incorporar a los extranjeros al mercado de trabajo. El momento elegido para lanzar su propuesta no es casual. España, el país de la zona euro con la tasa más alta de desempleo (13,65%), mantiene 109.056 puestos de trabajo sin cubrir, según datos oficiales. En su exposición de motivos, el departamento de Escrivá mantiene: “La economía española se enfrenta a un problema del que no hay precedentes en la historia reciente en nuestro mercado laboral. Así, aun con niveles de desempleo por encima del 10%, se producen episodios de tensionamiento del mercado con la existencia de vacantes en un amplio número de sectores y perfiles”.

UGT y CC OO reconocen que el reglamento de la Ley de Extranjería y algunos de sus elementos necesitan una reforma y así lo han reclamado, pero insisten en que no podían esperar la forma en la que ha actuado el ministerio. “El anuncio de la reforma del reglamento, es la última de una serie de decisiones que, a nuestro juicio, tienen como objetivo atender exclusivamente intereses económicos y evitar, no ya la participación, sino incluso la opinión de las organizaciones sindicales más representativas de este país, algo que ni siquiera los anteriores Gobiernos se plantearon”, lamentan.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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