Médicos que les desmontan el porno a los adolescentes: “Normaliza conductas violentas”

En cuestiones de sexo, Internet ha multiplicado al mismo tiempo la información, la confusión y las dudas entre la generación de adolescentes más tecnológica de la historia. Entre los chavales campan a sus anchas los errores clásicos –”con la marcha atrás no hay riesgo de embarazo ni de enfermedades de transmisión sexual”, por ejemplo-, pero también estallan más que nunca debates entre mujeres y hombres sobre el consentimiento y las prácticas abusivas que el porno les enseña a través de la pantalla a edades cada vez más tempranas. De todo ello es testigo Ana Dapena, médico residente de Medicina Familiar y Comunitaria en el hospital público de A Coruña, que ha impartido charlas sobre sexo seguro en institutos de educación secundaria de la provincia. Los estudiantes no se cortan en preguntar, discutir e incluso relatar experiencias: “Tienen muchas inquietudes sobre el tema, pero no saben cómo resolver sus dudas”.

Dapena es una de las participantes en el programa Risco Cero (Riesgo Cero) que impulsa desde 2018 el Colegio Oficial de Médicos de A Coruña y que incluye una aplicación móvil del mismo nombre donde los adolescentes pueden encontrar respuestas fiables a sus preguntas sobre anticoncepción y enfermedades de transmisión sexual. La inventaron dos médicas de atención primaria, Elvira Someso y Ana Zamora, en colaboración con el profesor de la Escola de Imaxe e Son de A Coruña Ángel Cordero. Ellas estaban preocupadas por “las preguntas reiteradas y confusiones” que detectaban entre las chicas que solicitaban la píldora del día después. Se toparon con que algunas de ellas vivían convencidas de que cuando tenían la regla estaban totalmente a salvo de un embarazo –”es menos probable, pero puede ocurrir”, puntualiza Someso- o creían falsamente que la pastilla que estaban pidiendo era “dañina”.

Las charlas, en las que desde 2018 participaron 1.800 alumnos de Secuendaria y FP de entre 15 y 20 años, las imparten, sin profesores presentes, estudiantes de Medicina y médicos residentes, jóvenes que hace pocos años se sentaban en esas aulas de instituto con las mismas dudas sobre sexo. Antes de la pandemia se interrumpieron y se retomarán el próximo curso, para el que, aseguran sus promotores, ya hay centros en lista de espera. Andrea Sánchez, alumna de sexto de Medicina, se confiesa sorprendida por el clima de “confianza y diálogo” que ha presenciado en las aulas, con chavales planteando preguntas “de nivel y profundidad”: “La educación sexual que tuvimos nosotros fue una charla en un auditorio gigante con todos nuestros compañeros o nada. Era un ambiente hostil”, ilustra esta veinteañera. “Vemos a los chavales muy receptivos a la información, pero si no se la da nadie…”

Los formadores cuentan que los debates sobre pornografía y consentimiento entre alumnos y alumnas son intensos. Ellos suelen admitir un papel “activo” en relaciones o prácticas que ellas cuestionan pero que algunas asumen “con resignación”, explica Dapena. “Ahora se aprende el sexo a través del porno y es un problema”, subraya la doctora Someso. “Es fácil llegar a él y es muy visual, con el agravante de que se ve en una edad poco madura”. Los estudios documentan que cada vez se accede antes a contenidos porno por Internet: a partir de ocho años.

Javier de Toro, vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de A Coruña y uno de los promotores del programa Risco Cero, coincide en alertar contra los nocivos efectos de la pornografía que ha extendido Internet y cree que ese sexo ficticio y abusivo que muestra es una de las causas de la violencia sexual y las agresiones en manada. La médico residente de Medicina Familiar y Comunitaria Ana Dapena considera muy necesaria “una educación sexual a nivel de respeto”: “La violencia sexual es un problema al alza. Hay conductas normalizadas en las parejas jóvenes por la violencia que se ve en el porno”.

Según una encuesta de 2020 de la Sociedad Española de Contracepción, la edad media a la que las jóvenes españolas tienen su primera relación sexual se sitúa en los 15 años. Los datos registrados de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual exigen tomar medidas, defiende el doctor De Toro: “La incidencia de la sífilis está aumentando y la del VIH aumenta solo en España. El porcentaje de abortos en menores de 19 años es igual al de menores de 39. Podemos mirar para otro lado o impulsar acciones para arreglarlo”.

El colegio médico de A Coruña asegura que los profesionales de la salud han detectado entre los jóvenes un erróneo uso de la píldora del día después como anticonceptivo y un descenso en la utilización de preservativos. La entidad atribuye a esta última tendencia el aumento de infecciones de transmisión sexual como gonorrea, sífilis, clamidia y VIH. “Persisten dudas y mitos del pasado y [los adolescentes] confunden embarazo con seguridad. Hay prácticas como el sexo oral o anal que no provocan un embarazo, pero sí enfermedades de transmisión sexual. Lo único que previene ambas cosas es el preservativo, así que preservativo sí o sí. Lo ideal además es que se acompañe de un segundo método anticonceptivo”, explica Dapena. Para que los chavales puedan superar escollos como el precio de los condones, la médico residente reclama medidas a las instituciones que les faciliten el acceso a una herramienta fundamental para su salud.