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Robles defiende a la directora del CNI en el ‘caso Pegasus’ y choca frontalmente con Unidas Podemos

Echenique sugiere a la titular de Defensa que dimita y esta le recuerda que también los ministros de su formación reciben los informes del servicio de inteligencia

Comparecencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Foto: Jaime Villanueva
Miguel González

La Comisión de Defensa del Congreso ha sido escenario este miércoles de un duro enfrentamiento dialéctico entre Margarita Robles, ministra de Defensa, y Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, el socio minoritario del Gobierno. Echenique ha llegado a sugerir a Robles que dimita por el caso Pegasus, que empezó con la denuncia de un supuesto espionaje a más de 60 dirigentes independentistas catalanes detectado por Citizen Lab, un grupo de expertos en ciberseguridad de la Universidad de Toronto (Canadá), y derivó esta semana en la denuncia de que el programa espía había infectado también los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la propia Robles. “Usted sabe lo que debe hacer, no solo por su dignidad, sino por la dignidad del Gobierno”, le ha dicho el diputado de Unidas Podemos. La ministra ha negado “fisuras” en la actuación del CNI en el caso Pegasus y ha insistido en que todas sus actuaciones se hacen “con autorización judicial”. Además, ha defendido sin matices la labor de la directora del organismo, Paz Esteban, que está en el ojo del huracán, y quien, según Robles, “está aguantando imputaciones que no se corresponden con la realidad”.

En su primera intervención, Echenique había considerado “insostenible” la situación creada por el escándalo. Tras calificar de “incompatible con la democracia” el supuesto espionaje masivo a los independentistas catalanes y vascos, añadió que la constatación de que los móviles del presidente y la ministra de Defensa habían sido infectados con Pegasus “eleva la crisis a otro nivel”, evidencia “una gravísima brecha de seguridad nacional” y es muestra de “una flagrante incompetencia o una dejación de funciones”. “Es inevitable que se asuman responsabilidades políticas al máximo nivel”, ha concluido.

“el Gobierno de la nación, que es un órgano colegiado” del que forma parte Unidas Podemos, cuyos ministros también son, por tanto, “receptores de los informes” del servicio secreto. “Su partido forma parte del Gobierno. Si cree que algo no es adecuado, se puede proponer [cambiarlo] ya, pero, como no lo han propuesto, entiendo que no tienen ninguna duda de la actuación del CNI”, ha añadido.

Echenique, que no es portavoz en la Comisión de Defensa y ha acudido expresamente para este debate, ha acusado a la ministra de “esconderse detrás del conjunto del Consejo de Ministros”, donde se sientan los representantes de Unidas Podemos, y ha ironizado recordando que “el CNI no depende del Ministerio de Universidades”, cuyo titular, Joan Subirats, fue propuesto por su partido. Tras reprochar a Robles que tenga una visión “muy limitada de la democracia”, ha asegurado que los votantes de Podemos y del PSOE “están hoy más preocupados que ayer”.

Aunque el objeto de la comparecencia era informar sobre la recientemente aprobada Brújula Estratégica ―el documento que marca las líneas maestras de la futura política de seguridad y defensa de la UE— y el presidente de la Comisión de Defensa, el popular José Antonio Bermúdez de Castro, había advertido de que no permitiría que el debate se saliera del orden del día, la propia ministra ha aludido veladamente al caso en su primera intervención.

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“Me siento particularmente orgullosa de los 3.000 hombres y mujeres del Centro Nacional de Inteligencia, que este año celebra su 20º aniversario, y que han pagado también con sus propias vidas, el riesgo y el trabajo de defender nuestra paz, nuestra libertad y nuestra seguridad”, ha dicho. “Me siento orgullosa de nuestro Estado de derecho, porque en democracia las responsabilidades, las autorías, los hechos delictivos, solo los persigue la Administración de Justicia”, ha añadido.

Respecto a la decisión de denunciar ante la Audiencia Nacional la intrusión con el software Pegasus en sus móviles, en el suyo y en el del presidente, en mayo y junio del año pasado, ha asegurado que “nunca hay nada que ocultar” y que, “cuando alguien tiene conocimiento de un hecho delictivo, no debe callarlo, ni guardarlo, debe acudir siempre a los tribunales”. Frente a la desconfianza en las instituciones españolas que puede generar el escándalo, la ministra ha subrayado que los aliados saben que “España es un país serio [...], con un compromiso inequívoco con el Estado de derecho”.

Sin aludir expresamente a los más de 60 independentistas catalanes supuestamente espiados, ha subrayado que los funcionarios del Estado “sin excepción, actúan solo y exclusivamente con arreglo a la legalidad”, y ha rechazado que se les pueda imputar “con especulaciones, sin pruebas”, actos delictivos, como serían las escuchas telefónicas sin autorización judicial.

Paradójicamente, Robles ha recibido el respaldo, con reparos, de los partidos de la oposición de derechas (PP, Ciudadanos y Vox) y las críticas, en ocasiones muy duras, de sus aliados parlamentarios. Montserrat Bassa, de ERC, le ha dicho que, “en una democracia plena, debería dimitir o ser cesada de inmediato”. Jon Iñarritu, de EH Bildu, ha pedido que se persigan todas las escuchas ilegales “con la misma contundencia” y que no haya “dos varas de medir”. Y Joseba Aguirretxea, del PNV, ha criticado la “cobardía” de quienes rechazan crear una comisión de investigación en el Congreso, y ha advertido de que “no se puede tapar lo que ya huele muy mal”.

Comparecencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados. Foto: Jaime Villanueva. | Vídeo: EPV

Robles ha respaldado al CNI, del que ha dicho que “no se puede defender” de las acusaciones que se le hacen, porque está obligado a guardar secreto hasta que su directora acuda mañana jueves, “con toda la documentación que considere adecuada”, a la Comisión de Fondos Reservados. A su llegada al Congreso, la ministra ha recomendado a los periodistas que lean la normativa, cuando se le ha preguntado quién es responsable de la brecha de seguridad en el móvil del presidente del Gobierno y si Paz Esteban debería dimitir. “La ventaja de una democracia es que todo está en la ley, todo está en las normas y, por tanto, no hay más que echar un minuto de tiempo y leerlas”, ha respondido. Aludía, sin citarla, a la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, de la que depende Unidad de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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