Un detective investigó a 14 amigos del rey emérito por encargo de Corinna Larsen
La expareja de Juan Carlos I contrató a una agencia suiza para indagar en las finanzas de supuestos “hombres de paja” del exjefe del Estado
La agencia de detectives suiza Alp Services bautizó su proyecto con un nombre sugerente: Mambo. La clienta que hizo el encargo y figura en las facturas es la consultora alemana Corinna Larsen, expareja de Juan Carlos I, beneficiaria de la donación de 65 millones de euros que el entonces Rey recibió en 2008 de Arabia Saudí, y que ahora mantiene un pleito por acoso contra el exmonarca en los tribunales británicos. El objetivo de las pesquisas: investigar a fondo a 14 empresarios amigos del anterior jefe del Estado a los que se denomina como “les hommes de paille” (los hombres de paja). Entre ellos figuran el banquero Juan Carlos Escotet o los ejecutivos Alberto Alcocer y Alberto Cortina. Tres de los investigados –Álvaro de Orleans, Allen Sanginés Krause y Joaquín Romero Maura– están relacionados con las pesquisas judiciales en Suiza y en España sobre el patrimonio de Juan Carlos I, recientemente archivadas.
La expareja del rey emérito pagó supuestamente por estos servicios 130.000 francos suizos (125.686 euros), según la factura que, el 19 enero de 2021, emitió Alp Services a Larsen a su domicilio londinense. Entre los servicios que facturó Alp Services figura también una investigación sobre Casimir Z. S. W., nombre e iniciales que coinciden con Casimir zu Sayn-Wittgenstein, el aristócrata alemán y exmarido de Larsen. La pareja tuvo un hijo, Alexander, de 19 años.
El contrato de Larsen, de 58 años, con la agencia de detectives se firmó poco después de que el fiscal suizo Yves Bertossa la imputara, en 2018, por un presunto delito de blanqueo de capitales al recibir la donación de los 65 millones de euros que Juan Carlos I ocultaba en una cuenta del banco Mirabaud & Cie, en Ginebra. En esa banca privada suiza, Larsen y su madre disponían de otras cinco cuentas. Entre los encargos que la consultora dio a Alp Services figura “arruinar” la reputación de Bertossa, que finalmente archivó el caso el pasado diciembre.
Las pesquisas sobre los denominados “hombres de paja” las llevaron a cabo los hombres de Mario Brero, el dueño de la agencia Alp Services, un mediático detective de 75 años que aparece desde hace décadas en los asuntos policiales y judiciales que agitan la aparente calma de Ginebra, donde se refugian las fortunas de centenares de personajes vidriosos de todo el mundo.
Brero recibe al periodista de EL PAÍS en su despacho, en el 36 de la calle Montchoisy del centro de Ginebra. Trabaja con tres pantallas conectadas a su ordenador. “Comprenderá que si respondiera a sus preguntas infringiría la ley. Estoy obligado a guardar secreto sobre mis clientes”, responde. Alp Services se fundó hace 36 años. Es una de las mayores agencias de detectives de Suiza y cuenta con 20 empleados. “Trabajamos, sobre todo, en asuntos internacionales”, afirma su dueño.
“Los hombres de paja”
Según la documentación a la que ha tenido acceso EL PAÍS, estas son las personas a las que investigó Alp Services por encargo de Corinna Larsen. Supuestamente, la información recabada se pretende utilizar contra Juan Carlos I en la batalla que mantienen tras su ruptura sentimental y que ha culminado en la demanda por presunto acoso y espionaje presentada por la consultora ante el Alto Tribunal de Justicia británico (High Court of Justice).
Juan Carlos Escotet. Presidente de Abanca y fundador de Banesco, entidad que gestiona el 40% de los medios de pagos en Venezuela. Tiene 62 años. Hijo de un leonés y de una asturiana emigrados a Venezuela, es la quinta fortuna de España y figura en la lista Forbes entre los hombres más ricos del mundo, con un patrimonio cifrado en 2.700 millones de euros. Compró la matriz de Abanca, es dueño de Nueva Pescanova y accionista del Deportivo de La Coruña. Escotet y el rey emérito comparten la afición al mar y han navegado juntos en las regatas de Sanxenxo (Galicia).
Alberto Alcocer y Alberto Cortina. Alcocer, de 79 años, y Cortina, de 76, conocidos como los Albertos, poseen Alcor Holding, una sociedad patrimonial dueña del 4,92% de la constructora ACS. Los primos contrajeron matrimonio con las hermanas Esther y Alicia Koplowitz, de las que se divorciaron. Ambos mantienen una antigua amistad con Juan Carlos I, con quien les une la afición a la caza.
José Mestre. De 64 años, es propietario y ex director general de Terminal Cataluña (Tercat), empresa que gestionaba una de las dos terminales de carga del puerto de Barcelona. Mestre, considerado uno de los hombres más ricos de Cataluña, fue premiado en 2010 como el mejor empresario del año en el sector de la logística. Cinco años después fue condenado a doce años de cárcel por facilitar la entrada de un cargamento de 186 kilos de cocaína en el MSC Corinna, un carguero de bandera panameña que atracó en la capital catalana en junio de 2010.
Joaquín Romero Maura. Antiguo consejero de Juan Carlos I. Ha sido investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo en las diligencias recientemente archivadas. Romero constituyó en 2004 un trust en el paraíso fiscal de Jersey (Islas del Canal) con 14,9 millones cuyo único beneficiario era el entonces jefe del Estado. El dinero provenía de la liquidación de otros dos trusts creados por Manuel Prado y Colón de Carvajal y, según la Fiscalía, se alimentaron de donaciones de “personas no identificadas” que apoyaron a Juan Carlos I entre los años cincuenta y setenta. Según Romero Maura, el entonces rey le pidió cerrarlos en 2003 porque su propósito “era innecesario” y si se conocían sería “embarazoso para la monarquía”. Juan Carlos I salió como beneficiario del trust y dejó el dinero en manos de su consejero. Según la Fiscalía, ni el rey emérito ni nadie de su entorno se han beneficiado de esos fondos. Romero vive ahora en una residencia de ancianos en Zaragoza.
Allen Sanginés Krause. Empresario mexicano, de 61 años, envió entre 2017 y 2018, seis transferencias por 516.606 euros a nombre de Nicolás Murga Mendoza, excoronel del Ejército del Aire y ayudante de Juan Carlos I. Una parte de esos pagos se transfirió a cuentas de titulares de la familia real y a personas cercanas a su entorno que accedieron al dinero mediante tarjetas de crédito. Sanginés aseguró que se trató de donaciones y las diligencias de la Fiscalía se archivaron porque el rey emérito regularizó su deuda con Hacienda. Sanginés y Corinna Larsen compartieron una sociedad en Seychelles.
Josep Cusí. De 88 años, armador y empresario catalán, es una de las personas más cercanas a Juan Carlos I. La factura de la agencia Alp Services afirma haber investigado a Cusí, y haber elaborado un informe sobré él y sobre su abogado, Buenaventura Castellanos Matarrodona, apoderado de sus sociedades desde hace tres décadas. La amistad de Cusi con el rey emérito se remonta hace décadas. Este armador adquirió en 2015 el velero Ian junto a Pedro Campos, otro amigo del exjefe del Estado y en los últimos años han navegado juntos en este barco por las Rías Baixas. Cusí costeó cerca de 270.000 dólares (247.278 euros) del viaje de novios del Rey Felipe VI y Letizia.
Álvaro de Orleans. Primo lejano de Juan Carlos I. Tiene 75 años. La factura de Alp Services describe textualmente la “investigación y redacción de memorándum sobre Álvaro y cartografía de compañías relacionadas ubicadas en España, Liechtenstein, Panamá, BVI (Islas Vírgenes Británicas), así como referente a Navilot” (la sociedad de Cusi que costeó la mitad del viaje nupcial de los Reyes). La Fundación Zagatka, de Orleans, pagó durante años centenares de vuelos privados de Juan Carlos I por más de ocho millones. El rey emérito regularizó ante la Agencia Tributaria estos pagos en especie, abonando 4,3 millones.
En la lista de los investigados y calificados por la agencia como “los hombres de paja” aparecen, también, otras cuatro personas que este diario no ha conseguido identificar: N. Muñoz, F. de la Rosa, J. Pujol, J. Pigné y M. García. Entre otras indagaciones, también, se describe la redacción de un memorándum sobre A. R. Al-Khamis.
Pesquisas sobre su segundo marido
Fuera de esta lista, aparece Casimir Z. S. W., supuestamente Casimir zu Sayn-Wittgenstein, de 45 años, segundo esposo de Corinna Larsen. La factura de la agencia de detectives suiza detalla haber llevado a cabo diversas investigaciones en Uruguay y Paraguay sobre Casimir ZSW, sus direcciones, actividades, inversiones y la redacción de un informe. En 2020, Larsen demandó a su exmarido por el impago de un préstamo de 600.000 libras (718.947 euros) y, según publicó la prensa británica, este no tenía domicilio conocido y llevaba una vida nómada para evitar la reclamación judicial.
El matrimonio se divorció a los cinco años de relación. Casimir es hijo del príncipe Alexander, jefe de la casa Sayn-Wittgenstein, y de la condesa Gabriela. En la actualidad vive en Uruguay con su mujer, Alana Buntel, una modelo californiana, y dirige Scimitar Oryx Partners, una empresa dedicada a la compra y gestión de fincas agrícolas en Latinoamérica, Asia y África. Según su página web, la compañía radica en Islas Caimán.
El Proyecto Mambo 1, 2 y 3 incluyó otras gestiones de Alp Services para Larsen como reuniones con periodistas y un “Plan de Acción” para mejorar la imagen de la expareja de Juan Carlos I. Contemplaba la publicación de informaciones favorables en Wikipedia y en los medios digitales con un precio mensual de 30.000 euros.
Larsen ha declinado contestar a las preguntas de este periódico. Su abogado Robin Rathmell responde con una declaración en la que afirma que “la corrupción generalizada que se ha descubierto, pero no investigado adecuadamente, al parecer por motivos políticos, se aireará en los tribunales”.
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