El nuevo envío de armas a Ucrania vuelve a dividir a la izquierda del Gobierno

El nuevo envío de material militar a Ucrania para combatir la invasión rusa, el mayor hasta la fecha, que el presidente Pedro Sánchez anunció el jueves en su visita a Kiev, ha vuelto a dividir a los dos sectores del Gobierno; y también ha reabierto la brecha interna del socio minoritario de la coalición, el de Unidas Podemos. La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, señaló este viernes que Europa no necesita “más armas ni más tanques”, y reiteró la apuesta de su partido por la diplomacia como única salida al conflicto. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se desmarcó de los postulados de su compañera de espacio político, y se alineó claramente con Sánchez: “El presidente no hace otra cosa que defender la paz y comprometerse con la gravedad de una guerra a las puertas de Europa”, sostuvo la titular de Trabajo en un acto en Barcelona.

Belarra inauguró este viernes en Madrid la Conferencia por la Paz, organizada por el llamado Movimiento Europeo por la Paz —una alianza de partidos y organizaciones sociales de izquierda nacida tras la invasión rusa—. En el acto, la líder de Podemos criticó la “hipocresía” de quienes “se esconden” tras las “proclamas de apoyo al pueblo ucraniano” para defender los intereses económicos de la industria armamentística y de Estados Unidos. La ministra llamó, asimismo, a construir un “gran movimiento ciudadano por la paz” que salga a la calle para “detener la guerra”.

”Europa necesita más médicas, más profesores, más diplomáticos y más trabajadoras del hogar con derechos, no más armas ni más tanques”, señaló la máxima dirigente de Podemos al día siguiente de que Sánchez hiciera público el envío de 200 toneladas de material militar al Gobierno de Volodímir Zelenski. Una decisión que horas antes el secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago, tachó también de “incomprensible”. “Mientras la señora Belarra y otras personas no sean capaces de convencer a Putin, lo que tenemos que hacer es dar apoyo y solidaridad al pueblo de Ucrania enviando el material necesario”, respondió a la ministra la titular de Defensa, Margarita Robles, habitualmente crítica con UP, a la vez que señaló que “ojalá” pueda hacerlo.

La vicepresidenta Díaz, por su parte, volvió a respaldar al presidente y enfatizó la apuesta del Gobierno por “la vía diplomática” durante una conferencia de prensa en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), donde visitó la empresa Alstom. “La visita a Kiev del presidente Sánchez indica el grado de compromiso del Gobierno con la gravedad de esta guerra injusta y criminal”, defendió. A diferencia de Podemos, con el que ya marcó diferencias el mes pasado, la titular de Trabajo reivindicó el “derecho a la legítima defensa” del pueblo ucranio y recalcó que el Gobierno de España “en su conjunto” trabaja para ayudar a la población de ese país.

Pese a la discrepancia de fondo con el criterio del presidente, Belarra procuró no ahondar en el enfrentamiento y evitó responder a la prensa. Su partido se ha mostrado desde un primer momento contrario a la medida, llegando a calificar de “error” la acción del Ejecutivo, una cuestión que abrió una brecha dentro del Gobierno de coalición e incluso en las filas de su propio grupo. El encuentro internacional para la paz celebrado este viernes ha contado con la participación de representantes de diferentes partidos de la izquierda europea, como el exlíder laborista Jeremy Corbyn, y de ámbito estatal (Izquierda Unida, comunes, Alianza Verde, ERC, EH Bildu y BNG).

La secretaria general de Podemos pidió en su intervención “abandonar las hipocresías” y que Europa “esté a la altura de la idea que tiene de sí misma”. “Ante esta guerra mucha gente se pregunta si no ha sido una hipocresía abrazar durante tantos años a Putin a pesar de su autoritarismo y su persecución de la comunidad LGTBI, a pesar de sus fuertes vínculos con toda la extrema derecha europea como [Marine] Le Pen, [Viktor] Orban o [Santiago] Abascal”, señaló la ministra. “O si no ha sido también una hipocresía esconderse detrás de las proclamas de apoyo al pueblo ucraniano cuando en realidad se están defendiendo fuertes intereses económicos inconfesables, como demuestra el hecho de que las 18 empresas de armamento más grandes del mundo se hayan revalorizado casi un 15% desde que comenzó la invasión hace dos meses, los compromisos de aumento del gasto militar o el aumento de la venta de gas licuado norteamericano a toda Europa”, criticó Belarra.

La titular de Derechos Sociales abogó también por una “movilización ciudadana masiva”. “Firmad los manifiestos, id a las concentraciones, llenad las redes y los balcones de símbolos”, reclamó. La ministra pidió “apostarlo todo a la diplomacia” y aseguró que es una “obligación” desplegar “todo el poder gubernamental, institucional y social” para “exigir” una “implicación real” de la comunidad internacional y de Naciones Unidas. “Todos los esfuerzos son pocos para lograr un alto al fuego y pararle los pies a Putin”.

Belarra, que el lunes pasado firmó un manifiesto junto al exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, representantes políticos, intelectuales y periodistas en el reclamaba políticas de asilo para todos los que huyen de la guerra o la protección de las poblaciones frente a las consecuencias del conflicto, calificó este viernes la invasión rusa como una “agresión ilegítima e ilegal que vulnera gravemente el derecho internacional”.