Montero y Garzón arropan a Yolanda Díaz en la presentación de su biografía

Sobre el escenario se daban cita tres periodistas y el exdiputado del PSOE Eduardo Madina para hablar sobre Yolanda Díaz. Entre el público, en primera fila, la vicepresidenta segunda del Gobierno sentada en silencio, cerca de la ministra de Igualdad, Irene Montero, y el titular de Consumo, Alberto Garzón, en una imagen poco usual en los últimos tiempos. “Me ha dicho la organización que está en actitud de escucha. Pero si en algún momento, por alusiones, quiere intervenir, puede”, invitó la moderadora, Inma Carretero, al comenzar el acto.

Diferentes cargos institucionales de Podemos e Izquierda Unida, entre ellos los secretarios de Estado Ángela Rodríguez, Joaquín Pérez Rey, Enrique Santiago y Nacho Álvarez, también el máximo responsable de CC OO, Unai Sordo, o los exministros socialistas Pepe Blanco y José Luis Ábalos, han arropado este jueves a la responsable de Trabajo durante la presentación de Yolanda Díaz, la dama roja, una biografía no autorizada escrita por los periodistas Manuel Sánchez y Alexis Romero que repasa la trayectoria de la política gallega, convertida este último año en la líder sobre la que pivotan las aspiraciones electorales de una parte de la izquierda española.

La vicepresidenta dejó claro antes de comenzar el acto que esta tarde no tocaba hablar ni del último envío de armas anunciado por el presidente Pedro Sánchez a Ucrania ni de su futura plataforma. Sus únicas declaraciones fueron para confesar que no había leído aún el manuscrito. “Me da vergüenza, cuando pase el tiempo lo leeré”. El protagonismo era para los autores.

Importaba el acto, pero también la foto. La presentación se produce dos días después de la publicación de las memorias de su antecesor en el cargo, Pablo Iglesias. Tras una semana de polémicas en torno a las palabras de Sánchez, primero, al evitar referirse a Podemos como futuro socio de Gobierno y aludir al “espacio político de Yolanda Díaz”, y de Iglesias, después, cuando reivindicó que si el liderazgo de la vicepresidenta existe es “gracias” a los que se empeñaron en que Podemos entrara en el Gobierno, la imagen junto a Montero y otros miembros de Podemos tenía interés.

El encuentro a la luz de los focos fue fugaz en una sala atestada de informadores y políticos. Sin la presencia del exvicepresidente ni de la actual secretaria general del partido, Ione Belarra. Sobre el distanciamiento entre Iglesias y Díaz le preguntaron a la titular de Igualdad al terminar el acto. “Lo que vamos a hacer es construir el Podemos más fuerte para que si Yolanda así lo decide pueda ser candidata, para que podamos ser la fuerza mayoritaria del Gobierno de coalición” y hacerla “presidenta”, se limitó a responder Montero, quien también matizó que los liderazgos “los construye la ciudadanía”, organizada “de diferentes maneras”.

La charla abordó una de las grandes incógnitas en torno a la figura de la vicepresidenta. Díaz hace meses que reveló su intención de trabajar para ensanchar la base electoral de Unidas Podemos a través de un proyecto político diferente en el que quiere conceder el protagonismo a los ciudadanos, además de sumar a más organizaciones, unos planes que han generado fricciones dentro del grupo y que están a la espera de concretarse. Tras decidir el mes pasado posponer una gira por buena parte del territorio nacional para “conversar” con diferentes colectivos sociales, la responsable de Trabajo señalaba esta misma semana en TVE que retomará “en pocos días” ese proceso.

No será hasta completar esta etapa, que Díaz prorrogará unos seis meses, cuando revele si encabezará o no la plataforma en las próximas generales. Un enorme desafío y “un reto muy emocionante”, en palabras de Madina, del que los autores también dan cuenta en el libro. Ni ellos, ni el exdiputado socialista se atrevieron a apostar por que finalmente Díaz decida dar el paso. “Todo indica que sí”, admitía Madina, que desveló que no es “el único socialista” al que le gusta la ministra. “Creo que ella quiere hacerlo”, respondía el periodista Manuel Sánchez. “Esto es rarísimo”, le contestaba Alexis Romero. “Nos está escuchando”, hacía notar entre risas. La vicepresidenta, sin embargo, se mantuvo en silencio.