El Congreso aboga por eliminar la obligación de las mascarillas sin ponerle fecha

El Congreso de los Diputados se ha pronunciado este miércoles a favor de suprimir la obligatoriedad de la mascarilla en interiores. El PSOE ha decidido finalmente apoyar una propuesta de Ciudadanos, que en las dos última semanas había presentado una batería de iniciativas para lograr un compromiso en ese sentido. Pero el Gobierno ya ha dejado claro que la decisión no se tomará hasta que la recomienden los expertos y se pacte entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas.

Los socialistas accedieron a apoyar la iniciativa de Ciudadanos, que pedía simplemente la supresión total de la obligatoriedad de las mascarillas, tras pactar con el partido liberal un añadido al texto. En él se especifica que será el Consejo Interterritorial de Salud, órgano entre el ministerio y las comunidades autónomas, el que deberá “dar los pasos adecuados para abordar la reconsideración de las medidas de contención de la pandemia”.

La propuesta salió adelante con una correlación de fuerzas extraña a lo habitual en el Parlamento: PSOE, Vox, Ciudadanos y la mayoría de los regionalistas del Grupo Mixto votaron a favor; PP, PNV y Coalición Canaria, en contra, y el otro socio del Gobierno, Unidas Podemos, se abstuvo, al igual que el resto de fuerzas nacionalistas y Más País. En total, 183 a favor, 94 en contra y 63 abstenciones.

Ciudadanos logró un triunfo simbólico, saludado con aplausos en su bancada, aunque, por ahora, de escasos efectos prácticos. Su diputado Guillermo Díaz ya había preguntado el miércoles al presidente del Gobierno cuándo piensa dejar sin efecto la medida. Pedro Sánchez le contestó: “Pues eso mismo le pregunto yo a la ministra de Sanidad. Y ella [Carolina Darias] me dice que cuando haya consenso científico y con las comunidades autónomas”.

Díaz había alegado que el uso de la mascarilla en interiores ya no es necesario según la “evidencia científica” y para probarlo mostró una foto de Sánchez sin tapabocas en la última cumbre europea de Bruselas, donde ya no existe la obligatoriedad. Según Díaz, la mascarilla “no solo repercute en la libertad, también en la salud mental”. El presidente leyó los datos de elevadas incidencias de la covid en diferentes países europeos y recordó que, pese a la gran mejoría de la situación, “la pandemia sigue causando muertes”. El Gobierno, dijo, quiere ser “prudente” y escuchar a “los profesionales sanitarios”, aunque añadió: “Lo que sí le garantizo es que queda un día menos para que se tome esa decisión”.

El Ministerio de Sanidad está a la espera de lo que recomiende al respecto la llamada “ponencia de alertas”, la comisión de expertos que asesora al Consejo Interterritorial de Salud. Si los técnicos dan el visto bueno, la supresión total de la obligatoriedad de la mascarilla se propondrá al conjunto de las comunidades autónomas.