Muere Luis Roldán, el director de la Guardia Civil que se enriqueció con los fondos reservados
El político, que provocó con su huida de España una de las mayores crisis del Gobierno de Felipe González, ha fallecido a los 78 años en Zaragoza, su ciudad natal
Luis Roldán, director general de la Guardia Civil entre 1986 y 1993, ha fallecido este jueves a los 78 años en el hospital San Juan de Dios de Zaragoza, según ha adelantado El Heraldo de Aragón y han confirmado a EL PAÍS fuentes del instituto armado. Nacido en la capital aragonesa en 1943, Roldán tuvo una fulgurante carrera política con el PSOE que él mismo destrozó con el saqueo de los fondos reservados del Ministerio del Interior, su engaño al Gobierno y huida por medio mundo, la posterior captura rocambolesca en Tailandia y su paso por prisión, tras ser condenado a 31 años de cárcel por malversación, cohecho, estafa y falsificación contra la Hacienda Pública. El caso de Luis Roldán, llevado al cine, provocó un formidable escándalo que contribuyó a acabar con los mandatos socialistas de Felipe González. En 2010, cuando Roldán salió de la cárcel, se mantenía el misterio del paradero del botín que logró saqueando las arcas del Estado, valorado entonces en unos 14 millones de euros.
El político que se convirtió en uno de los símbolos de la corrupción en España ha fallecido tras varias semanas hospitalizado. No ha trascendido de momento la causa oficial de la muerte, aunque la agencia AFP asegura, citando a familiares, que Roldán sufría cáncer de próstata y que ha perecido por complicaciones de la enfermedad.
Luis Roldán Ibáñez, militante socialista desde 1976, fue nombrado en octubre de 1986 director general de la Guardia Civil, con lo que se convirtió en el primer civil en ocupar el cargo, que hasta entonces había estado en manos de militares. Antes había sido teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zaragoza y delegado del Gobierno en Navarra desde 1982. Fue en este último cargo en el que inició la carrera delictiva y forjó un currículum cuajado de mentiras.
El caso de corrupción que llevó su apellido estalló en 1993, después de que Diario 16 publicase que Roldán era dueño de al menos una decena de pisos y chalés por toda España y que disponía de una sociedad secreta a su nombre llamada Europe Capital SL, que administraba dicho patrimonio inmobiliario. La investigación revelaba también que no era ni ingeniero ni economista, como presumía en su historial académico. Ya en esas fechas se supo que tenía, entre otras propiedades, dos mansiones en París y San Bartolomé (Antillas francesas), valoradas en unos 3,7 millones de euros.
En ese tiempo se producen algunos de los momentos más extraños de la historia de España. No solo se señalaba por corrupto al director de la Guardia Civil, la institución que debía perseguir la corrupción. También se producía un fenomenal embuste. El 29 de abril de 1994, Luis Roldán engaña a Antoni Asunción, entonces ministro del Interior, con el que se había comprometido a ir a declarar a los juzgados, y huye de España. Se esconde en París con la ayuda del exagente del espionaje Francisco Paesa, otro personaje real cercano a la novela. Asunción, que había comunicado por televisión su compromiso con Roldán, se vio obligado a dimitir.
Antes, el 3 de diciembre de 1993, el Gobierno había destituido a Roldán (tras defenderlo durante meses) pese a que la Fiscalía General del Estado había asegurado que no había nada que investigar sobre las actividades del hasta ese momento director general de la Guardia Civil. La jueza Ana Ferrer y la comisión de investigación del Congreso, en cambio, vieron toda clase de delitos en la actuación de Roldán.
Auge y caída de Luis Roldán
La comisión de investigación arrastró definitivamente la fama de Roldán, o la que entonces le quedaba. Se calculó que había sustraído 106 millones de pesetas, la moneda española de entonces (unos 600.00 euros al cambio de aquellas fechas) de los fondos reservados del instituto armado; adjudicó obras de cuarteles a dedo a cambio de comisiones que iban a su bolsillo; cobró millones en comisiones ilegales que luego evadió al extranjero; fue señalado por llevarse dinero de la Imprenta-Escuela de la Asociación Pro Huérfanos de la Guardia Civil (77,5 millones de pesetas en el trienio 1991-1993, un caso que no fue probado judicialmente); cobró dietas de más en viajes...
Roldán, hijo de un taxista, estaba por entonces en plena fuga, mientras en España se preparaba un ardid para intentar cazarlo y recuperar el dinero. La policía contactó con Paesa, a quien le encargó que convenciese a Roldán para que se entregase en Laos, donde había sido localizado, con la promesa de que solo será juzgado por unos delitos concretos. La imagen de su detención en el aeropuerto internacional de Bangkok y su llegada a España fueron también icónicas.
El 28 de febrero de 1995, tras 11 meses de fuga, el exdirector de la Guardia Civil regresa a España detenido e ingresa en prisión. El Ministerio del Interior, cuyo responsable era Juan Antonio Belloch, pago a Paesa por sus servicios.
El 26 de febrero de 1998 Roldán es condenado por la Audiencia Nacional a 27 años por los delitos de malversación, cohecho, estafa y falsificación contra la Hacienda Pública. El Tribunal Supremo eleva la pena a 31 años en diciembre de 1999. En marzo de 2010, Roldán salió de la prisión de Zuera (Zaragoza) tras pasar 15 años encarcelado.
Para entonces, los jueces solo habían podido recuperar 1,6 millones de euros con el embargo de cuentas corrientes y la subasta de algunas de sus propiedades intervenidas en España, 6 de sus 15 pisos, una cantidad que solo representa el 8,7% de los 19 millones de euros que adeudaba al Estado. El grueso de su fortuna, equivalente a 10 millones de euros del año 1993, se encuentra escondido en un territorio ignoto y a buen recaudo.
No obstante, su vida en Zaragoza no reflejaba la de un millonario: paseos a pie, desplazamientos en autobús de línea, un piso modesto... Roldán se casó en tres ocasiones, y acababa de enviudar de su tercera esposa. Tuvo cuatro hijos, uno de los cuales falleció en un accidente de tráfico.
Está previsto que sea incinerado este viernes en el Tanatorio de Torrero de Zaragoza, ciudad de la que fue teniente de alcalde.
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