Las fiscalías clave caen en manos de los candidatos impulsados por los progresistas, salvo la de la Audiencia Nacional
Dolores Delgado mantiene a Jesús Alonso en la jefatura de los juzgados centrales y releva al jefe de Antidroga
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha apostado por mantener a Jesús Alonso como jefe de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, uno de los puestos más importantes del Ministerio Público, ya que dirige investigaciones clave como todas las de terrorismo y los principales casos de corrupción. La continuidad de Alonso era una de las decisiones que abordaba Delgado en el Consejo Fiscal que se ha celebrado este miércoles y jueves, donde se ha dirimido el mayor paquete de nombramientos (29) en la cúpula fiscal desde que Delgado accedió al cargo en febrero de 2020. Los nombramientos han estado repartidos, pero el balance final es favorable a los candidatos respaldados por el sector progresista, que, con la excepción de la de la Audiencia Nacional, se han hecho con el resto de plazas clave, como Antidroga, la Unidad de Apoyo y la mayoría de fiscalías de sala del Supremo. Aunque en algunos casos, como Cooperación Internacional, Delitos Informáticos o la Sección Penal, el candidato elegido contaba con apoyos de los dos sectores.
El Consejo Fiscal de esta semana llegaba en pleno enfrentamiento entre Dolores Delgado y el sector más conservador del ministerio público, representado en la Asociación de Fiscales (AF), que la acusa de favorecer a los candidatos de la que fuera su asociación, la Unión Progresista de Fiscales (UPF), en detrimento de otros con más méritos o experiencia. Pero la sesión, según fuentes fiscales, se ha desarrollado en un ambiente menos tenso que en ocasiones anteriores y varios candidatos progresistas han recibido elogios de vocales de la AF y aspirantes conservadores han sido valorados de forma positiva por el sector progresista.
La jefatura de la Audiencia Nacional era una de las plazas más importantes en juego y Delgado ha optado por la continuidad de Jesús Alonso, miembro de la AF, pero con quien la actual fiscal general mantiene buena sintonía desde los tiempos en que ella ejercía como fiscal de la Audiencia. Su nombre ha sido también el más respaldado para este puesto por el Consejo Fiscal, donde ha recibido el apoyo de los cinco vocales de la AF, la mayoritaria de la carrera. También han apostado por él la jefa de la Inspección de la Fiscalía General y la teniente fiscal del Supremo; los cuatro vocales de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) han propuesto a Vicente González Mota, miembro de esta asociación, pero las fuentes fiscales consultadas señalan que, durante el transcurso de la reunión, estos vocales han valorado también de forma positiva al actual jefe de la Audiencia durante el transcurso de la reunión.
La decisión de conceder un segundo mandato a Alonso contribuye también, según fuentes fiscales, a relajar algo ese ambiente de confrontación total vivido en las últimas semanas. Alonso solo lleva un mandato al frente de la AN y se había presentado a la reelección, por lo que un hipotético cambio de jefe habría disparado la tensión dentro y fuera del Consejo Fiscal. Según el comunicado enviado por la Fiscalía General tras acabar la reunión, Delgado ha valorado “especialmente su visión privilegiada del funcionamiento de la fiscalía que dirige, así como las propuestas de futuro que se plasman en su plan de actuación, dentro de un proyecto que ha de ser objeto de continuidad”.
Cambios en la Fiscalía Antidroga
Delgado sí ha hecho cambios en otra de las fiscalías clave, la de Antidroga, donde Rosa Ana Morán, hasta ahora fiscal de sala de Cooperación Internacional, revelará a José Ramón Noreña. En contra de la continuidad de Noreña, miembro de la AF y que aspiraba a continuar en el cargo, han pesado varios factores, como que llevaba en el cargo desde 2006 y Delgado se ha mostrado contraria de que un mismo jefe encadene mandato tras mandato. El hasta ahora responsable de Antidroga se enfrentó además públicamente a la fiscal general en febrero de 2021 cuando impugnó el nombramiento del fiscal Javier Zaragoza como delegado contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar por considerarlo “ilegal” e “improcedente”. Según Noreña, la decisión, anunciada por Delgado unos días antes, prescindía “absolutamente de cualquier procedimiento” formal y producía “solapamientos” en el organigrama. Zaragoza acabó renunciando al puesto ante el revuelo generado.
Aunque Noreña quería seguir, el Consejo Fiscal ha puesto fácil a Delgado su relevo porque ninguno de los 11 consejeros, ni siquiera los cinco de su asociación, han apoyado su continuidad. Cuatro de los cinco miembros de la AF apostaron por Luis Rodríguez Sol, fiscal que actualmente ejerce en Anticorrupción, aunque valoraron de forma “muy positiva” la candidatura de Rosa Morán, por la que apostaron el resto de consejeros —un miembro de la AF, los cuatro de la UPF, la jefa de la Inspección (María Antonia Sainz) y la teniente fiscal del Supremo (María Ángeles Sánchez Conde)—.
La nueva fiscal antidroga, que no pertenece a ninguna asociación, era, tras Noreña, la aspirante con el puesto más alto en el escalafón que se presentó al cargo. Con una extensa carrera muy vinculada a la cooperación internacional, tanto en el marco europeo como fuera de él, en los últimos meses ha participado en la investigación contra el rey emérito llevada a cabo por la Fiscalía del Supremo y Anticorrupción.
Otro de los puestos de máxima categoría que estaban en liza es el de la jefatura de la Unidad de Apoyo, en la que Delgado ha situado a Esmeralda Rosillo, miembro de la UPF y con la que ya trabajó en el Ministerio de Justicia. A favor de su nombramiento se han situado los cuatro vocales de la UPF, uno de la AF, la teniente fiscal y la jefa de Inspección, pero según las fuentes, todos los vocales de la AF han calificado a esta candidata como “referente” y han valorado de forma positiva su trabajo y su “aptitud” para el cargo.
Ente los nombramientos asignados se encuentran otras seis fiscalías de sala, la máxima categoría de la institución. Todas han ido a parar a los candidatos propuestos por los vocales de la UPF, aunque en algunos casos con apoyos de uno o varios consejeros del bloque conservador. Es el caso de Elvira Tejada, que seguirá al frente del área de Delitos Informáticos, cargo que ocupa desde 2011. Tejada, que no pertenece a ninguna asociación, ha recibido el apoyo de los cuatro vocales de la UPF, de las jefas de Inspección y del Supremo y de dos de los vocales de la AF. Los otros tres miembros de esta asociación han apostado por Antonio Roma Cortés, pero han elogiado el trabajo de Tejada al frente de esta área.
Como fiscal de sala de Seguridad Vial, el elegido es Luis del Río, al que apoyaban los cuatro progresistas y las jefas de Inspección y Supremo; al frente de la Sección Penal se situará Joaquín Sánchez-Covisa, respaldado por todos los vocales de la UPF, las dos jefas de Inspección y Supremo y uno de la AF; en Medio Ambiente seguirá Antonio Vercher, que ha recibido el apoyo de tres consejeros progresistas y las jefas de Inspección y Supremo; como fiscal de sala de Extranjería Delgado ha propuesto a Beatriz Sánchez, que ya estaba adscrita a esta Fiscalía y ha recibido el apoyo de los cuatro progresistas, la teniente fiscal y la jefa de Inspección; la jefatura de la sala Social del Supremo será para Luis Manuel López Sanz-Aranguez, por quien han apostado los progresistas y las jefas de Inspección y Supremo; en Cooperación Internacional estará Francisco Jiménez-Villarejo Fernández, apoyado por dos progresistas, dos conservadores y las jefas de Inspección y Supremo.
Había también en juego dos plazas de fiscales del Supremo, para las que Delgado ha propuesto a dos mujeres: Consuelo Fidalgo (miembro de la AF y que ha recibido el apoyo de todos los vocales de su asociación, dos de la UPF y la jefa de Inspección y la teniente fiscal); y Amalia Cortés (respaldada por los cuatro de la UPF, Inspección y teniente fiscal).
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