Claves para entender el conflicto del Sáhara Occidental
Marruecos ha logrado imponer su postura a Madrid, a pesar de que Argelia es el gran protector del Frente Polisario y principal suministrador de gas a España
El conflicto del Sáhara Occidental ha marcado desde hace medio siglo las relaciones de Marruecos con la vecina Argelina y, en menor medida, también con España. Tras la guerra iniciada en 1976, el Frente Polisario y Marruecos firmaron la paz en 1991. Pero mientras los saharauis reclamaron desde entonces hasta ahora un referéndum de autodeterminación, tal como suscribieron en el acuerdo de paz, Rabat propuso en 2007 un régimen de autonomía dentro de su territorio. El momento clave llegó en diciembre de 2020, cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó el reconocimiento de la soberanía marroquí del Sáhara. A partir de entonces, Marruecos comenzó a exigir a España posturas “más audaces”.
Finalmente, Rabat ha ganado el pulso y España ha tomado partido por Marruecos en el conflicto. Ahora está por ver cuál será la reacción de Argelia, socio clave de España como suministrador de casi la mitad del gas que se consume en el país.
¿Cómo se gestó el conflicto del Sáhara?
España inició la ocupación de este territorio, rico en fosfatos y en pesca, en 1883. Casi un siglo después, en 1973, fue fundado el grupo armado Frente Popular de Liberación de Saguia al-Hamra y Río de Oro (Frente Polisario) para reivindicar su independencia.
En los estertores del franquismo, en 1974, España propuso celebrar un referéndum de autodeterminación al año siguiente. Pero Marruecos, que no quería exponerse a perder la consulta, penetró en octubre de 1975 en el desierto y combatió al Polisario. Poco después, el 6 de noviembre de 1975, el rey Hassan II envió a 350.000 civiles a ocupar lo que ellos consideraban el Sáhara marroquí. Era la famosa Marcha Verde, que había planificado el monarca con gran sigilo, mientras agonizaba el dictador Francisco Franco.
¿Cuándo comenzó la guerra entre Marruecos y el Frente Polisario?
En 1976, tras ceder España el control de su colonia a Marruecos y Mauritania sin contar con el Frente Polisario. A partir de entonces, decenas de miles de saharauis se exiliaron hacia unos campamentos cercanos a la localidad argelina de Tinduf, en pleno desierto. El Frente Polisario entró en guerra con Mauritania y con Marruecos. Con Mauritania firmó la paz en 1979, y con Marruecos, el alto el fuego en 1991.
¿Cuándo se empezó a hablar de “referéndum de autodeterminación”?
En 1991. Ese año ambas partes firmaron la paz ante Naciones Unidas. Y la ONU creó la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (Minurso), encargada de supervisar el proceso sobre el terreno.
¿En qué momento Marruecos propuso una “autonomía” para el Sáhara?
En 2007 Marruecos presentó ante la ONU un proyecto de autonomía para el territorio en conflicto. El Frente Polisario siguió reclamando un referéndum de autodeterminación. Pero desde ese año las resoluciones de la ONU evitaban pronunciar la palabra “referéndum”. Marruecos suele calificar su propuesta desde hace 15 años como “seria, realista y creíble”. Ahora, el Gobierno español ha hecho suyas esas tres palabras y ha añadido el adverbio superlativo: “la base más seria, realista y creíble para resolver este contencioso”.
¿Cuál ha sido la postura oficial de España hasta ahora?
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero respaldó en 2008 el proyecto de autonomía que Marruecos había presentado en 2007. Pero lo hizo de una forma más matizada que la que Sánchez ha empleado este viernes. Zapatero señaló que Rabat había hecho “esfuerzos serios y creíbles”, tal como se expresaba el Consejo de Seguridad de la ONU. Y añadió que su oferta constituía “una contribución positiva”.
La diplomacia española ha apoyado a Marruecos durante décadas y entre bambalinas, tanto en la sede de Naciones Unidas como en las instituciones de la Unión Europea. Pero de forma oficial los sucesivos gobiernos españoles solían pronunciarse a favor de una solución “duradera”, “mutuamente aceptada por las partes” y bajo el auspicio de la ONU.
De hecho, el presidente español, Pedro Sánchez, declaró ante la Asamblea General de la ONU el 23 de septiembre de 2021: “Es necesario alcanzar una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable sobre el Sáhara Occidental, tal como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad”.
¿Cuál ha sido la reacción del Frente Polisario?
La organización saharaui publicó este viernes en su cuenta oficial de Twitter: “España sucumbe ante el chantaje y la política del miedo utilizada por Marruecos. Es una posición que no se corresponde con la responsabilidad política y jurídica de España y que condicionará su papel en la resolución del conflicto”.
¿Cuál será la reacción de Argelia respecto a España?
Está por ver. Este viernes no hubo reacción oficial, pero la Administración argelina suele tomarse su tiempo en efectuar declaraciones. Los viernes y sábados son días festivos en Argelia. Varios periodistas locales esperaban una reacción para el domingo. “El Gobierno está furioso, según lo que transmiten en conversaciones privadas”, indicaba un periodista local con la condición del anonimato.
Argelia es el principal aliado y protector del Frente Polisario. Marruecos cree que el Frente Polisario no es más que un simple títere en manos del país vecino. Pero, al mismo tiempo, Argelia es el principal suministrador de gas en España.
¿Cuál ha sido la relación de Argelia con España hasta ahora?
Argelia cortó el 31 de octubre de 2021 el gasoducto Magreb-Europa (GME), para evitar que Marruecos se beneficie del dinero que cobraba como derechos de paso, entre 50 y 200 millones de euros al año, así como del porcentaje de gas al que Rabat tenía derecho, y con el que podía alimentar en torno al 10% de la producción marroquí.
Argelia ha seguido suministrando gas a España a través del gasoducto que va directamente de las costas argelinas a las españolas (37% del consumo total en España) y a través de barcos metaneros, que abarcan el 5,5% del consumo.
¿Qué países han sido los principales aliados de Marruecos?
Primero, Francia, como miembro del Consejo de Seguridad. París ha sido un aliado histórico en la defensa de los intereses de Rabat. Y después, los Estados Unidos de Donald Trump. El expresidente reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental de forma unilateral, al margen de la ONU, el 10 de diciembre de 2020, pocas semanas antes de entregar el poder, el 20 de enero de 2021.
¿Cómo ha presionado Marruecos a España para que modifique su postura?
El mismo 10 de diciembre en que Trump decretó el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, Marruecos aplazó la cumbre bilateral o Reunión de Alto Nivel (RAN) que se iba a celebrar siete días después en la capital de Marruecos.
A partir de entonces la diplomacia marroquí comenzó a exigir a los “socios europeos” que abandonasen la “zona de confort” de la ONU. Inició en marzo de 2021 una crisis diplomática con Alemania. Al mes siguiente, los servicios secretos de Rabat descubrieron que el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, había sido hospitalizado en España y lo filtraron a la prensa. Al mes siguiente, en mayo de 2021, Marruecos permitió la entrada de 10.000 emigrantes irregulares en Ceuta en apenas tres días y en plena pandemia. Esa misma semana, Marruecos llamó a consultas a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, que aún permanece en Rabat.
¿Cómo intentó España reconciliarse con Marruecos?
La exministra española de Exteriores, Arancha González Laya, que tuvo que autorizar la entrada de Gali en España, fue sacrificada en julio de 2021 para buscar la reconciliación con Marruecos. Pero Mohamed VI pidió a sus socios en un discurso pronunciado en noviembre de 2021 “posturas más atrevidas y claras” respecto al Sáhara.
España intentó varias posturas de acercamiento a Marruecos, a través del nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Incluso el propio rey Felipe VI emitió un mensaje en enero de 2022 que instaba a “materializar ya” una nueva relación con España. Pero Marruecos respondió a través del portavoz del Gobierno, Mustafa Baytas, volviendo a exigir “mucha claridad” respecto al Sáhara.
Finalmente, Rabat ha obtenido lo que buscaba. Y antes de que diera el paso el Gobierno españolz, lo hizo el alemán.
¿Cómo cedió Alemania ante las exigencias de Marruecos?
El primer guiño hacia Marruecos por parte del nuevo gobierno tripartito alemán llegó de forma muy discreta, casi anodina, el 13 de diciembre de 2021. Ese día, en el sitio web del Ministerio de Exteriores alemán se afirmaba que el plan de autonomía de Marruecos constituye “una importante contribución” para resolver el contencioso del Sáhara.
Poco después, el 6 de enero de 2022, el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, envió un mensaje al rey de Marruecos, Mohamed VI, en el que afirmó que la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental es un “esfuerzo serio y creíble”, y una “buena base” para llegar a un acuerdo en el conflicto.
Finalmente, la embajadora de Marruecos en la capital alemana, Zohour Alaoui, que había sido llamada a consultas en mayo de 2021, regresó a Berlín el pasado 24 de enero.
¿En qué contexto internacional se produce el acercamiento de España?
Argelia es el principal aliado de Rusia en el Magreb y Moscú es el principal vendedor de armas para la defensa argelina. No fue ninguna sorpresa, por tanto, que Argel fuera uno de los 35 países que se abstuvo el pasado 2 de marzo en la resolución de la Asamblea General extraordinaria de la ONU que condenó la invasión rusa de Ucrania con 141 votos a favor, cinco en contra (Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea, Rusia y Siria) y 35 abstenciones. Hubo 12 países que no asistieron a la sesión. Y uno de ellos, que decidió no votar, fue Marruecos.
Eso sí fue una sorpresa. Estados Unidos es un socio clave para Rabat y su principal suministrador de armas. La Administración del presidente estadounidense Joe Biden no ha anulado el decreto de reconocimiento del Sáhara Occidental. Pero tampoco lo ha impulsado instalando un consulado en el territorio en disputa, tal como prometió Trump.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.