La Policía Nacional detiene al narcotraficante ‘Don Carlos’ en Marbella

La Policía Nacional ha detenido a Florentino Carlos Fernández García, alias Don Carlos, uno de los protagonistas más longevos del narcotráfico entre Colombia y España. Este ciudadano español, nacido en Asturias, fue sorprendido hace unos días mientras tomaba un café con otra persona en un local de Marbella (Málaga). Ha sido arrestado por intentar introducir en España 60 kilos de cocaína oculta entre un cargamento de flores tras una investigación que se ha desarrollado durante año y medio en colaboración con las autoridades colombianas. No es su primer encuentro con la justicia. En su currículo cuenta con una condena a 24 años de prisión dictada en 1998 por liderar una organización dedicada al tráfico de drogas, y relaciones con los cárteles de Cali y Medellín.

En 1993 la policía ya comenzó a investigar la relación de Don Carlos con el narcotráfico entre Latinoamérica y Europa. Residió durante muchos años en Colombia, donde prestó servicio al cartel de Medellín y tuvo contacto con el de Cali. Sus relaciones eran “de muy alto nivel”, según la Policía Nacional, que asegura que se rodeaba “de los principales narcos” de los años 90. También residió en Venezuela. Fue el encargado de poner en marcha una “gigantesca red” de blanqueo de dinero y, más tarde, se mudó a Madrid a casa de Gilberto Orejuela, uno de los fundadores del cartel de Cali. Don Carlos fue finalmente arrestado y condenado en 1998 a 24 años de prisión por la Audiencia Provincial de Madrid como líder de una banda de narcotraficantes que había secuestrado en Marbella a dos mujeres vinculadas con una organización rival. El juez Baltasar Garzón investigó también entonces sus posibles relaciones comerciales con la banda terrorista ETA.

Tras quedar en libertad, ha vuelto a las andadas, según los investigadores. En otoño de 2020, los agentes supieron que Don Carlos pretendía importar cocaína desde Sudamérica en grandes cantidades. Arrancó entonces una operación de 18 meses y que culminó cuando la Policía Nacional siguió a un cargamento de 60 kilos de droga que llegó, escondido entre cajas de flores, hasta una nave industrial a las afueras de Sevilla. Allí estaba listo un vehículo con el que el grupo de delincuentes pretendía trasladar la mercancía hasta sus compradores finales en la Costa del Sol, escondida en un doble fondo del maletero. Antes de poder hacerlo, las dos personas encargadas de la tarea fueron detenidas.

Acto seguido, otros agentes procedieron al arresto del jefe de toda la operación, Don Carlos, que tomaba café con otra persona en un establecimiento de Marbella. Al grito de “¡Policía!” un numeroso grupo de agentes entraba en el local, prácticamente vacío, y procedía al arresto del narcotraficante, así como de su acompañante y ante la atónita mirada de los camareros. En el registro de su domicilio los investigadores hallaron más de 200.000 euros en efectivo escondidos entre cartones y un revólver con munición. Los policías pretenden ahora intervenir sus bienes inmuebles -con un valor de 350.000 euros- en la localidad malagueña y han solicitado el bloqueo de las cuentas de tres personas físicas y seis sociedades de las que forman parte los investigados.