Mañueco excluye al PSOE de los pactos de Gobierno en Castilla y León
El presidente en funciones, del PP, se volverá a reunir con Vox en busca de la investidura
No al PSOE. El presidente en funciones de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha anunciado este miércoles que la ronda de contactos con los partidos hacia la investidura volverá a citarse con Vox, pero no con los socialistas, a cuyo partido acusa de “autoexcluirse” pese a que fueron los representantes del PP quienes se levantaron de la mesa de negociación 15 minutos después de comenzar, cuando el PSOE mencionó la corrupción.
La declaración se ha producido tras el análisis del comité de dirección del PP en la comunidad de los resultados la ronda de contactos con todos los partidos con representación en las Cortes tras las elecciones anticipadas del 13 de febrero. Descartado el PSOE, los 31 procuradores que posee el PP —la mayoría absoluta está cifrada en 41 escaños— hace que los números solo encajen con los 13 de Vox.
Mañueco tampoco se verá de nuevo con Unidas Podemos, opuesta a la línea del PP; Ciudadanos, que rechaza que Mañueco entre en el cálculo político; y Por Ávila, que renunció a la reunión con el PP porque Mañueco no iba a acudir.
“Primero el programa y la gente de Castilla y León”, ha reiterado Mañueco, que ha emplazado a “trabajar para acercar posturas hacia un programa que permita que la comunidad siga creciendo”. El mandatario se ha dicho “optimista” y ha recordado algo que lleva semanas aseverando: que tiene “las manos libres y la mente abierta” hacia cualquier alianza electoral. Vox ha supeditado su potencial apoyo a entrar en las instituciones, algo que el presidente en funciones no ha confirmado ni desmentido, como tampoco se ha pronunciado sobre si el PP presentará candidato a la Mesa de las Cortes, cuya configuración se elige el día 10 de marzo y determinará si hay opciones de que Vox entre en altos cargos del hemiciclo o de las Cortes.
“El objetivo es un gobierno en solitario pero insisto en que lo fundamental es hablar de la gente y pactos de legislatura y acuerdos”, ha pronunciado Mañueco, que en cuanto a una alianza con la extrema derecha ha considerado que “esa puerta ni está cerrada ni está abierta, estamos trabajando en un acuerdo basado en un programa que impida segundas elecciones”. La consigna, insiste, es no repetir comicios “salvo que todos [los demás partidos] estén convencidos de ello”.
El dirigente autonómico se enfrenta al reto de convertirse en el primer presidente que gobierna en coalición con la ultraderecha. Desde que conoció su victoria insuficiente en las elecciones, Mañueco ha insistido en intentar gobernar en solitario, aunque carece de números para ello, por lo que necesitaría abstenciones. Vox ha reiterado que solo dará su aprobación al PP si obtiene a cambio presencia en la Junta y cita como modelo de acuerdo el sellado en 2019 entre Mañueco y Ciudadanos, formación que obtuvo entonces 12 procuradores, uno menos que los de Juan García-Gallardo, el candidato de Vox, ahora. Por tanto, la formación entiende que debe obtener un número de cargos similar en el Ejecutivo: Cs ocupó una vicepresidencia, cuatro consejerías, la presidencia de las Cortes y la portavocía.
El PP esgrime que esta vez ellos han sido la fuerza más votada —mientras que en 2019 lo fue el PSOE— y que, por tanto, deben ocupar puestos importantes como la presidencia de la Mesa de las Cortes, que se resolverá este 10 de marzo y servirá para aclarar si hay visos de pacto PP-Vox. García-Gallardo ha ofrecido su apoyo a Mañueco, pero se ha negado a brindarlo sin recabar nada a cambio. Mañueco ha tendido lazos hacia sus potenciales socios al negarse a catalogarlos de extrema derecha o al no censurar afirmaciones xenófobas de este partido.
De nuevo ahora Mañueco, ha declinado este miércoles tildar de “extrema derecha” a sus posibles socios de investidura. Él, afirma, se siente “cómodo” pactando “con la gente de Castilla y León” conforme al “programa del PP”, de modo que no termina de excluir a Vox de la ecuación electoral.
El dirigente castellano y leonés ha agradecido “el importante esfuerzo” de su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo, al presentar candidatura a dirigir el PP nacional, este miércoles. Mañueco ha insistido en las últimas fechas en que Feijóo es un “referente moral” y que cuenta con el aval de cuatro mayorías absolutas, hito político “que se puede contar con los dedos de una mano”.
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