La justicia belga deniega la extradición a España del rapero Valtònyc
El Tribunal de Apelación de Gante confirma la sentencia de primera instancia, que consideró que los hechos por los que el cantante fue sentenciado en España están amparados por la libertad de expresión en Bélgica
El Tribunal de Apelación de Gante (Bélgica) ha denegado este martes la entrega a España de Josep Miquel Arenas, el rapero mallorquín conocido como Valtònyc y que permanece huido en ese país desde 2018 tras ser condenado por el Tribunal Supremo a tres años y medio de prisión por enaltecimiento del terrorismo, amenazas e injurias a la Corona en el contenido de sus canciones. La decisión del tribunal llega más de tres años después de que arrancara un periplo judicial que ha pasado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y por la Corte Constitucional de Bélgica.
El golpe de los tribunales belgas, que frustra las intenciones de la justicia española, aún no es definitivo, pero casi. La sentencia de este martes es recurrible en casación, una instancia excepcional en la que se tratan cuestiones jurídicas, pero no se reabre el fondo del asunto, por lo que fuentes de la defensa del rapero descartan que sea una vía por la que vaya a optar la Fiscalía belga, que tiene 24 horas para anunciar su intención de presentar el recurso. Por su parte, fuentes de este órgano citadas por Europa Press han indicado que esperarán a conocer el texto íntegro de la sentencia, que será notificada a las partes esta misma tarde, para decidir si agotan el iter judicial (vía procesal).
Josep Miquel Arenas, de 28 años, fue condenado por la Audiencia Nacional en febrero de 2017 a tres años y medio de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas incluidas en las rimas de temas que había compuesto en 2012 y 2013. En 2018, después de que el Tribunal Constitucional español rechazara su recurso, la justicia española solicitó su ingreso en prisión, pero Valtònyc escapó del país metido en el maletero de un coche para eludir la prisión. Se instaló en Bélgica, donde ya residían el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y otros políticos independentistas reclamados por España. Y se inició así una batalla judicial que poco a poco va llegando a su fin.
“Ha triunfado la libertad de expresión y una interpretación democrática del derecho”, valora a través de mensajería instantánea Gonzalo Boye, abogado de Valtònyc y también de Puigdemont, que añade que la sentencia del Tribunal de Apelación “confirma íntegramente la resolución de primera instancia”. En su primer varapalo contra España, en 2018, la justicia belga ya estimó que el cantante no podía ser entregado al entender que los hechos por los que fue sentenciado en España entran dentro de la libertad de expresión y no constituyen un delito en Bélgica.
El Tribunal de Apelación de Gante, antes de pronunciar la sentencia de este martes, se quiso asegurar un poco más, por lo que elevó una consulta prejudicial al Tribunal Constitucional belga para saber si las ofensas al Rey entran o no dentro de la libertad de expresión en Bélgica. La defensa de Arenas estimaba que una ley de este país de 1847 que castigaba las injurias al rey y a la familia real belgas habría quedado invalidada bajo la lupa de la actual norma fundamental del país. Y así lo consideró finalmente el Constitucional el pasado mes de octubre, llevándose por delante la vieja norma decimonónica y despejando el camino para el tribunal de Gante.
“Primero te ignoran, después se ríen, después te atacan y finalmente ganas”, ha afirmado este martes Arenas a través de redes sociales, en un mensaje que ha acompañado de una foto en la que se ve una mano haciendo un corte de mangas a la embajada de España en Bélgica. “Gracias a los que me han apoyado desde mi detención en 2012, desde el exilio en 2018, al equipo jurídico y a los imprescindibles que saben que la lucha es el único camino”, ha añadido, terminando sus palabras con un mensaje de apoyo a la libertad del rapero Pablo Hasél, amigo de Valtònyc, encarcelado en España en febrero de este año por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona.
Desde su llegada a Bélgica, Arenas pertenece al círculo de Waterloo, donde reside Puigdemont, y no es raro verle en la autodenominada Casa de la República, realizando tareas técnicas de apoyo a los políticos catalanes.
“¡Victoria!”, ha reaccionado también a través de redes sociales el abogado belga Simon Bekaert, que forma parte del equipo jurídico de Arenas y también de la defensa de los políticos independentistas. “Después de tres años de procedimientos legales, un desvío al Tribunal de Justicia de la UE y al Tribunal Constitucional de Bélgica, el Tribunal de Apelación dictamina que Valtònyc no puede ser extraditado. Un buen día para la música y la libertad de expresión”.
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