Gobierno y ERC negocian contra reloj el acuerdo que apuntale la legislatura

Después de un intenso fin de semana de negociación para garantizarse el decisivo apoyo de ERC a la reforma de las pensiones, el Gobierno y los republicanos viven unas últimas horas de vértigo ante una decisión clave que apuntalará, o no, la legislatura. El texto final de los segundos Presupuestos del Gobierno de coalición empieza a votarse en la tarde de este martes, y los apoyos van cayendo con cuentagotas, a falta del más importante, el de ERC. El Ejecutivo y los republicanos negocian hasta última hora la principal exigencia de estos, el establecimiento por ley de una cuota para los idiomas cooficiales en las grandes plataformas audiovisuales.

Los distintos capítulos de los Presupuestos se votarán desde este martes hasta el jueves en el pleno del Congreso, con algunos apoyos ya previamente garantizados. El más relevante, y el más cuestionado por la oposición, el de EH Bildu, cuyos cinco diputados darán el sí a las cuentas, según anunció este lunes el propio Arnaldo Otegi junto a su portavoz en Madrid, Mertxe Aizpurua. También avanzaron su respaldo Más País y Compromís, que suman otros tres escaños. El PNV no lo ha confirmado oficialmente, pero todas las fuentes lo dan por hecho. Ahora falta el apoyo más importante, el de ERC, con 13 diputados. El Ministerio de Hacienda también mantenía negociaciones para conseguir los cuatro votos favorables del PDeCAT, otro aliado habitual del Ejecutivo.

El Gobierno tiene 154 escaños —la vacante del condenado Alberto Rodríguez, de Unidas Podemos, está aún sin cubrir— y le faltan 22 hasta la mayoría absoluta. Con ERC, PNV y Más País, sin depender de EH Bildu, ya los tendría garantizados, pero el Gobierno quiere llegar más lejos y apuntalar sin ninguna fuga la mayoría que lo viene respaldando.

El objetivo de La Moncloa es alcanzar los 188 votos que logró el Ejecutivo para rechazar las enmiendas a la totalidad de la oposición, también casi los mismos que aprobaron las cuentas del año pasado. De ese modo, el Gabinete de Sánchez espera ofrecer un gesto de fortaleza, a pesar del desgaste sufrido por la pandemia.

El éxito final de la estrategia depende de ERC, que aún no había cerrado el acuerdo, antes del comienzo, en la tarde de este martes, de las votaciones. Los republicanos han condicionado toda la negociación a la ley audiovisual. Las discusiones están siendo muy intensas porque el Ministerio de Economía y su máxima representante, la vicepresidenta Nadia Calviño, rechazan la idea de las cuotas obligatorias para las plataformas como Netflix, por temor a que eso ahuyente las grandes inversiones de estas multinacionales que prevé el Gobierno.

El Ejecutivo pretende convertir España en un gran centro de producción audiovisual europeo, y cualquier decisión que pueda perjudicar ese proyecto inquieta en Economía. Sin embargo, ERC ha dejado muy claro que sin eso no hay Presupuestos, y el Ejecutivo lleva semanas buscando fórmulas intermedias, como la idea de que haya algún tipo de cupo para catalán, gallego y euskera financiado con dinero público para no involucrar así a las plataformas. El portavoz parlamentario del PSOE, Héctor Gómez, evitó este lunes reiteradamente hablar de “cuotas” y aseguró que lo que plantea su partido son “incentivos”. Los republicanos exigen un porcentaje mínimo de producciones en catalán, cuya cuantía está también en discusión.

La negociación, seguida de cerca por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, continúa para cerrar los apoyos no solo de ERC sino también del PNV y del PDeCAT. Los nacionalistas vascos anunciaron a última hora del lunes con gran ampulosidad un acuerdo para ampliar prestaciones a personas que cuidan de menores con enfermedades graves

Si se cierra finalmente el pacto, como esperan tanto el Gobierno como ERC, quedará apuntalada la legislatura. Ya hubo este lunes un primer paso muy importante. ERC puso en duda hasta el último minuto su apoyo a la reforma para aumentar las cotizaciones sociales que nutren la caja de las pensiones, aprobada finalmente en comisión con 20 votos a favor y 16 en contra. Durante todo el fin de semana hubo negociaciones intensas. En el Gobierno interpretaban que ERC, que también tiene en el aire la ley de memoria democrática, presionaba en varios frentes para lograr su gran objetivo estas semanas, la ley audiovisual. Los republicanos, por el contrario, separan cada elemento y ven negociaciones diferentes.

Otro factor que favorece las negociaciones es el acuerdo alcanzado por ERC en Cataluña para que los comunes, integrados en Unidas Podemos, respalden los Presupuestos de la Generalitat. La diputada de los comunes en el Congreso Aina Vidal emplazó a Esquerra a que “muestre la misma responsabilidad” en Madrid que ellos en Barcelona. Íñigo Errejón, por su parte, anunció el apoyo de su grupo tras lograr del Gobierno fondos para prevenir el suicidio entre los adolescentes y para el programa de apoyo a empresas que reduzcan la jornada laboral.