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Mario Draghi asegura que no habló con España por la detención de Puigdemont

El primer ministro italiano circunscribe el caso a una cuestión judicial y policial

Daniel Verdú
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, durante una rueda de prensa celebrada este miércoles.
El primer ministro de Italia, Mario Draghi, durante una rueda de prensa celebrada este miércoles.MASSIMO PERCOSSI / POOL (EFE)

El primer ministro italiano, Mario Draghi, desvincula a su Ejecutivo de cualquier participación o conocimiento previo en el arresto el pasado jueves del expresidente catalán Carles Puigdemont en Cerdeña. El jefe del Ejecutivo italiano ha asegurado este miércoles por la tarde que “no ha habido ninguna participación del Gobierno italiano ni ninguna comunicación con el Gobierno español”. Al menos, puntualizó, que él supiera. Draghi hizo estas declaraciones en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y destacó también que la detención fue ”una operación de la Policía y la Justicia, y no del Gobierno”. El presidente del Consejo de Ministros subrayó también que el líder independentista fue arrestado a su llegada al aeropuerto de Alguer (Cerdeña) porque pesaba todavía sobre él una orden del Tribunal Supremo español.

Puigdemont fue arrestado el jueves en el aeropuerto de Alguer y trasladado a la cárcel de Bancali, en la ciudad de Sassari. Fue liberado 24 horas después tras declarar ante una jueza del Tribunal de Apelación, que no impuso medidas cautelares ni restricciones de movimiento. La única condición fue que regrese a la isla para declarar el próximo 4 de octubre. Fuentes jurídicas del caso aseguran que si no se presentase, la ley italiana obligaría a archivar el caso porque no procedería tramitar la extradición de alguien que no se encuentra en dicho territorio. Aun así, Puigdemont y su abogado, Gonzalo Boye, aseguraron que se presentará ante la jueza. “Siempre lo hemos hecho y seguiremos haciéndolo”, señaló el pasado sábado el letrado.

El expresidente catalán había viajado desde Bruselas a la isla de Cerdeña para participar en un evento de folclore catalán organizado por Adifolk, cuyo objetivo es promover la cultura catalana, y el pasado lunes regresó a Bruselas para continuar con sus labores como eurodiputado. La estancia en Alguer sirvió al político catalán para subrayar las diferencias que mantiene con ERC, socio en el Govern de su partido, y su oposición a la mesa de diálogo con el Gobierno de España.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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