Estados Unidos se interesó por el funcionamiento del campamento para afganos de Torrejón

El coronel David A. Carlson, agregado de Defensa de la Embajada de Estados Unidos, visitó el viernes por la tarde la base de Torrejón de Ardoz interesado en conocer el funcionamiento de todo el operativo de recepción y acogida que ha organizado en la base madrileña para los afganos que tras la caída de los talibanes después del 11-S han colaborado con España, otros países de la UE y las instituciones comunitarias. Los representantes de la embajada estadounidense solicitaron la colaboración del Gobierno para el asesoramiento en la acogida de emergencia de refugiados, según fuentes del Ejecutivo. Un día después, Pedro Sánchez y Joe Biden pactaron que España albergue en las bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla) a colaboradores de Washington mientras se cierra su tránsito hacia otros países.

Las autoridades estadounidenses se mostraron muy interesadas en el funcionamiento de las diferentes zonas del campamento que el Ejército del Aire y la Unidad Militar de Emergencias montaron el miércoles en apenas 24 horas, según fuentes gubernamentales de varios ministerios. Con capacidad para más de 800 personas, el tiempo de estancia máximo previsto en Torrejón es de 72 horas antes de que los solicitantes de asilo entren en el sistema de acogida de España y de otros países de la UE. Las instalaciones incluyen un comedor para 200 personas y aseos, duchas y espacios diferenciados para los hombres, por un lado, y las mujeres y niños. Además hay una zona de juegos, otra de lactancia y alimentación de bebés, y un punto de atención sanitaria y psicológica.

“Nuestros estándares en protección son mucho más amplios”, destaca Maite Pacheco, directora general de Inclusión y Acción Humanitaria. El equipo que dirige en Torrejón, compuesto por entre 50 y 60 personas, está acostumbrado desde hace años a las operaciones de llegadas de personas vulnerables que acceden a España vía aérea pero también en pateras. “Llegamos con la idea clara de cuántas mesas se necesitará para los trámites con la policía, cuántos puestos para los test de antígenos o PCR, etc”, expone. El dispositivo en Torrejón se divide en tres zonas: un lugar de llegadas donde se comprueba si los recién llegados tienen coronavirus –de momento no ha habido ningún caso-; otra zona donde los expatriados hacen vida y en la que el personal de MIgraciones se cooordina con la Cruz Roja; y una tercera en la que se entrevista a los afganos y arranca al sistema burocrático para darles acogida en España o en otro país. La previsión es que Estados Unidos emplee este modelo en Rota y Morón, de acuerdo con las fuentes consultadas.

Estados Unidos se ha puesto como objetivo evacuar de Kabul a 50.000 afganos y sus familias que han trabajado para la administración norteamericana. Las dificultades que está causando la expatriación –este domingo han fallecido siete personas en el exterior del aeropuerto de la capital afgana por disparos y una avalancha, según el Ejército británico- se han agravado aún más después de cuello de botella que el viernes retrasó la llegada de vuelos estadounidenses a Dubái. Por esa razón Washington ha decidido aprovechar otras bases de aliados de la OTAN como España para mantener un flujo regular que dé salida a las personas que pretende evacuar de Afganistán.

Esta madrugada dos aviones A400 del Ejército del Aire han evacuado de Kabul a 177 personas, de las que 110 eran cooperantes españoles y el resto habían trabajado para Estados Unidos. El sábado por la noche otro avión español aterrizó en Madrid con 110 personas, entre ellas 64 ciudadanos que han trabajado para Washington. La base de Torrejón se ha convertido durante esta crisis en el centro de recepción europeo para afganos. Desde el jueves han llegado tres vuelos del Servicio Exterior de la UE con 110 personas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula con der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitaron con Sánchez las instalaciones horas antes de que el presidente español cerrase la jornada con la conversación de 25 minutos que mantuvo con Biden.