Yolanda Díaz transmite su preocupación por el impacto medioambiental de la futura ampliación de El Prat

No ha habido declaraciones públicas, ni enfrentamiento en ninguna reunión formal, pero sí hay “preocupación”. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha comunicado a la ministra de Transportes y Movilidad, Raquel Sánchez, y a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, su preocupación por el impacto medioambiental y de sostenibilidad que pueda tener la ampliación del aeropuerto de El Prat de Barcelona, según sostienen fuentes de la vicepresidencia segunda.

El revuelo, y quizá algo más, que ha creado el compromiso del Gobierno central con el de la Generalitat sobre este proyecto de ampliación, acaba de empezar pero hay voluntad del Ejecutivo de minimizarlo. No es seguro que pueda. Los socios catalanes de Unidas Podemos, en Comú Podem, cuestionan el proyecto desde la perspectiva ecologista y medioambiental. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha sido hasta ahora la voz más alta que ha expresado su pesar, junto a los movimientos ecologistas que preparan movilizaciones contra ese proyecto que ha unido a los gobiernos central y de la Generalitat. Para los comunes esta operación no es otra cosa “que un pelotazo como el de toda la vida”. Unas 120 organizaciones saldrán a la calle contra esta ampliación, cuyo desarrollo y pormenores están aún por decidir. Precisamente la ausencia de detalles sobre la operación y su carácter embrionario es lo que lleva a la vicepresidenta Yolanda Díaz a estar vigilante, pero aún sin base para la queja, a pesar de que Ada Colau haya afirmado que Díaz comparte sus criterios. El compromiso ecológico es incuestionable en todas las facetas de la acción del gobierno, remachan. Los comunes y Alianza Verde, que lidera el diputado nacional, Juantxo López de Uralde, son más beligerantes y, de entrada, ven un atropello ambiental.

El proyecto se traduce en 1.700 millones de inversión que sí es valorado en sectores económicos catalanes, y también en ERC por la proyección y la mayor capacidad de operaciones que tendría el aeropuerto barcelonés. Estos aspectos son valorados por los dos gobiernos y por ello formó parte de la comisión bilateral Estado-Generalitat. Nada sabían en Unidas Podemos que este acuerdo estaba en la agenda de la reunión. La vicepresidenta Teresa Rivera, es el mejor aval de que la sostenibilidad está y estará en este y en todos los proyectos del Gobierno de Pedro Sánchez, responden en el Ejecutivo.