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La autonomía frente al PSOE federal centra el debate de los candidatos a las primarias andaluzas

Susana Díaz, Juan Espadas y Luis Ángel Hierro participan en el único encuentro a tres antes de la votación del próximo domingo

La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz delante del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, antes de un acto de este en Sevilla en junio de 2020.
La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz delante del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, antes de un acto de este en Sevilla en junio de 2020.María José López (Europa Press)
Lourdes Lucio

Los tres candidatos en las primarias del PSOE de Andalucía para elegir a su cartel electoral a la presidencia de la Junta se enfrentan este martes en un debate en la sede regional de San Vicente, en un formato clásico de bloques y en el que hay previstas preguntas planteadas por los militantes. Susana Díaz (Sevilla, 46 años), Juan Espadas (Sevilla, 54 años) y Luis Ángel Hierro (Jimena de la Frontera, Cádiz, 58 años) compartirán escenario en el único debate previsto antes de la votación del próximo domingo, 13 de junio. Sobre estas cuestiones, a grandes rasgos, versa la campaña de los aspirantes.

El cambio. Sobre esta premisa giran las primarias del PSOE de Andalucía, en las que la principal novedad es que sus 46.577 militantes decidirán por primera vez en urna a quién prefieren como candidato a la presidencia de la Junta, sin intermediarios ni acuerdos de las ejecutivas.

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, se presenta como adalid del cambio en el PSOE. Su tesis es que, si presentan las mismas caras y proyectos que en diciembre de 2018, no podrán recuperar la Junta de Andalucía, que el PSOE perdió tras las elecciones autonómicas de diciembre de 2018. En esa ocasión, los socialistas fueron la fuerza más votada, pero perdieron 400.000 votos. El pacto a tres bandas de PP, Ciudadanos y Vox colocó al PSOE en la oposición por primera vez en casi 37 años de autogobierno.

La expresidenta de la Junta reconoce durante su intensa campaña que cometió errores durante sus seis años de mandato, pero sin entrar en detalles. Díaz admitió el pasado viernes “no haber visto venir la marea blanca sanitaria” o “no haber acelerado la educación gratis de cero a tres años”. Para Espadas, el desgaste de tantos de años de gobierno y la falta de iniciativa en la sanidad pública fueron dos de los motivos de la pérdida de apoyos hace dos años y medio.

El candidato de Ferraz. “Hasta fuera de España saben que no soy la candidata de Madrid. Quiero ser la candidata de la voz de la militancia”, repite Díaz en sus actos por las agrupaciones socialistas. La secretaria general del PSOE andaluz, que controla el aparato regional, se presenta como una candidata sin padrinos y sin cobertura federal. Todo lo contrario de lo que hizo en las primarias en las que se enfrentó a Pedro Sánchez, y que este ganó contra pronóstico. Cuando Díaz alude “a Madrid” se refiere a Ferraz, la sede federal del PSOE. Espadas intenta agarrarse a su perfil municipalista para dar a entender que su candidatura surgió de abajo arriba. Sin embargo, fue la dirección federal la que le dio el visto bueno y la que decidió, a raíz de las peticiones concertadas de ejecutivas provinciales y locales y de dirigentes destacados, adelantar el calendario de primarias antes del congreso regional previsto a final de año con la excusa de que el presidente de la Junta puede convocar elecciones en cualquier momento.

Para el profesor de Economía de la Universidad de Sevilla Luis Ángel Hierro, Díaz y Espadas son las dos caras de la misma moneda, políticos de “aparato” que siempre han trabajado en las instituciones. Hierro fue diputado en el Congreso y en el Parlamento andaluz.

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La autonomía del PSOE andaluz. Susana Díaz no ha dudado en envolverse en la bandera blanca y verde para reivindicar la autonomía del PSOE andaluz. “El 13 de junio nos jugamos mucho, decidiremos quien será el candidato, pero también qué partido queremos, si se dirige desde fuera y nos dicen que partido debemos de tener o si lo elegimos nosotros desde, por y para Andalucía”, dice en sus actos Díaz, que aspiró a liderar su partido desde Ferraz. Espadas tampoco ha perdido de vista que la fortaleza electoral del PSOE de Andalucía se debe a la simbiosis con el proceso autonómico andaluz. El domingo estuvo en Ronda, ciudad en la que en enero de 1918 Blas Infante firmó las actas de la asamblea andalucista en que la se aprobó la bandera y el escudo de Andalucía. Espadas quiere una relación de “lealtad” con la dirección federal que, según él, “no conviene confundir con la sumisión”.

La polémica feminista. La alusión de Díaz a que la quieren quitar (algo que solo está en manos de los militantes) por ser mujer ha generado un intenso debate en el PSOE y propició que Vox entrara en la campaña interna para calificar de “machistas” a los socialistas. Espadas respondió a la ultraderecha, pero no a Díaz, aunque desde su equipo hicieron circular la extensa biografía política de la expresidenta: ha enlazado 14 cargos entre institucionales y orgánicos en sus 30 años de actividad política, entre ellos secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta.

Los indultos. Los aspirantes han pasado de puntillas por los posibles indultos a los presos independentistas catalanes. Díaz se aferra a que es una “competencia del Gobierno”. Espadas aguarda “a oír las razones políticas” del Ejecutivo y Luis Ángel Hierro ve los indultos como una rémora absolutista que, en cualquier caso, debería estar en manos del Congreso de los Diputados.

Después del día 13: bicefalia, gestora o problema para Pedro Sánchez

Las incógnitas que se abren tras la votación del próximo domingo son muchas. Si gana Espadas, como él confía, se producirá durante un tiempo una bicefalia en el PSOE andaluz, donde la secretaría general, hasta el congreso de final de año, la seguirá desempeñando Díaz. La expresidenta no ha dicho si en caso de perder, algo que no contempla, dimitirá o no del cargo y si desistirá de aspirar a la secretaría general. La posibilidad de una gestora no se descarta. Espadas sabe que a partir de ese momento nada será fácil. “El fin último”, ha dicho, “es el cambio y eso hay que hacerlo con acuerdo”. Si Díaz gana, muchos en el PSOE creen que a Pedro Sánchez “se le abre un problema” en un momento de desgaste del Gobierno central.

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