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El PP y Vox mantienen su fuego cruzado: “La foto de Colón no cambia nada”

Los puentes rotos entre ambos partidos permanecen pese a sus coincidencias contra la concesión de indultos a los presos del ‘procés’

Elecciones Madrid
Los máximos dirigentes del PP, con Pablo Casado en el centro, y de Vox, con Santiago Abascal a la izquierda, en la concentración de la Plaza de Colón de 2019.Carlos Rosillo
Javier Casqueiro

”A ver cómo lo hacen”, se mofan en la cúpula de Vox cuando hablan del PP y del próximo acto de protesta que reunirá el 13 de junio a ambos partidos en la plaza de Colón. Dirigentes del partido ultra ironizan imitando los movimientos espasmódicos de Chiquito de la Calzada que supuestamente harán los dirigentes del equipo de Pablo Casado escondiéndose de sus homólogos de Vox, que piensan acudir sin reparos. “Nosotros nos hacemos muchas fotos a diario y ese día nos vamos a hacer muchas fotos”, remarcó esta semana el portavoz parlamentario de la formación ultra, Iván Espinosa de los Monteros, para contraponer su disposición con la distancia que emiten desde el PP a dejarse retratar otra vez juntos, como hace dos años.

Desde la dirección de ambos partidos coinciden en que se mantiene la ruptura oficializada en otoño entre Pablo Casado y Santiago Abascal: “La foto de Colón no cambia nada”.

En las cercanías de Casado insisten en defender que la “hipotética” foto de Colón del 13 de junio de 2021 no tiene nada que ver ni es equiparable con la de febrero de 2019. La reivindicación de fondo es muy similar: entonces, bajo el planteamiento de que estaba en jaque la unidad de España y la Constitución de 1978 por el diálogo de Pedro Sánchez con el Gobierno independentista catalán, y ahora por la concesión de unos indultos a los líderes secesionistas presos. Pero aquella imagen, que ya entonces fue realmente complicada de encuadrar, estigmatizó a la derecha y pareció beneficiar solo a Vox.

Entonces convocaron la concentración los partidos, y ahora lo ha hecho la Plataforma Unión 78, tras la que se encuentran Rosa Díez (UPyD), el filósofo Fernando Savater y María San Gil (PP). “Nos han pedido apoyo, se nos ha dicho que estaremos en segunda fila y que no podíamos no ir aunque vaya Vox”, se escudan en el PP. “Se prejuzga que va a haber otra foto de Colón”, argumentan en el entorno de Casado, “y eso está por ver”. Los populares mantienen, sin embargo, que ese tipo de retratos conjuntos con Vox “ya no perjudican porque la gente ahora ya no está pendiente del 36, sino de comer mañana, no soportan lo de los indultos y les da igual una foto de Casado con Abascal porque esas invenciones de la factoría de Iván Redondo [jefe de gabinete del presidente] sobre el trifachito ya no cuelan”.

“Lo importante no es la foto o la no foto, lo importante es por qué se moviliza la sociedad civil. Nosotros no convocamos. Estaremos en la plaza gente que ha votado cosas distintas, pero que compartimos que no queremos ir detrás de un Pedro Sánchez que ha decidido tirarse por un barranco”, explicó esta semana Cuca Gamarra, portavoz del PP en el Congreso, sobre el sentido de su participación en el acto.

Gamarra añadió más tarde que la relación inexistente entre el PP y Vox en el Congreso sigue igual que cuando Casado le dijo a Abascal en la fracasada moción de censura de octubre pasado: “Hasta aquí hemos llegado”. Luego llegaron las campañas de las elecciones catalanas y madrileñas (cada partido por su cuenta con resultados muy desiguales), el episodio de la moción de censura de Murcia y las siempre tensas y complejas relaciones en los gobiernos de las comunidades con presidentes del PP apoyados desde fuera por Vox, como Andalucía, donde los ultras presionan para forzar un adelanto electoral. En Madrid, el éxito de la popular Isabel Díaz Ayuso y su cercanía a la mayoría absoluta ha dejado la pretensión de Vox de encajar en el Gobierno regional en un intento, aunque pretenden condicionar algunas políticas.

Veto en el Congreso

Donde PP y Vox no mantienen prácticamente ningún contacto bilateral es en el Congreso. Casado y Abascal no han hablado para coordinarse sobre el acto en Colón. Al contrario. Iván Espinosa de los Monteros denunció esta semana que el PP se había aliado con el PSOE y Unidas Podemos en la Mesa de las Cortes para vetar a un miembro de su formación en la delegación de cuatro personas nominada para representar a España en la Conferencia sobre el Futuro de Europa que se celebrará en Bruselas. Vox es con 52 diputados el tercer partido de la Cámara, pero los diputados que acudirán serán del PSOE, PP, Podemos y PNV.

Espinosa de los Monteros aprovechó su comparecencia ante la prensa de esta semana para arremeter contra los remilgos del PP a ser fotografiados juntos, y por insistir Casado en que pretende, en el futuro, gobernar en solitario. “Si les preocupa tanto la foto, nosotros no queremos fotografiarnos con los que son tan tibios”, indicó Espinosa sobre la tardanza del PP en sumarse al acto y en refugiarse detrás de la sociedad civil para explicar por qué van.

Pero lo que puso más nervioso al dirigente de Vox fue la entrevista esta semana de Casado en Financial Times dónde se quedó unos segundos en silencio cuando le preguntaron si Vox era un partido democrático. Y peor aún cuando ratificó que su intención futura es gobernar en solitario: “El PP no es parte de un bloque con Vox. Nosotros podremos gobernar si tenemos un solo escaño más que Sánchez”. Espinosa replicó con sorna: “Que nos cuente Casado quién le hace las cuentas, si en las próximas elecciones saca 100 diputados y los otros 99, ¿cómo piensa gobernar y con quién?”. El promedio de la mayoría de las últimas encuestas publicadas otorga al PP unas 120 actas, es decir 56 menos que la mayoría absoluta, que sería una cifra similar a los diputados que se conceden ahora a Vox.

Enfrentamiento en la comisión Kitchen

El pasado miércoles, en la sesión matinal de la comisión Kitchen, se produjo otro enfrentamiento nada amistoso entre diputados de Vox y del PP. No fue el primero. Comparecía Ignacio López del Hierro, el marido de Dolores de Cospedal, y la portavoz y secretaria general de Vox, Macarena Olona, se dirigió un momento al final de la sala. Portaba su móvil en una mano y un diputado popular, Juan José Matarí, que no es miembro de esa comisión, pero se había acercado a saludar a Del Hierro, le reprochó con mal tono: “¡No nos estarás haciendo una foto!”. Olona interpretó esa reconvención como “una amenaza” y lo denunció con sorpresa, por provenir de ese partido, así como el comportamiento en general en la comisión del portavoz del PP, Luis Santamaría. Tanto el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, como otra parlamentaria republicana, se encararon en defensa de Olona con Matarí, que negó haber amenazado nunca a nadie.


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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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